Carta sobre una nueva Constitución para una República Bukeliana

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Kenneth Zseremeta (der.), durante un partido pasado. Foto / AFP.

Por Paolo Lüers

2021-10-08 3:59:00

Esta carta va a todos los que están preocupados por la nueva Constitución que nos quieren recetar, hecha a la medida de la necesidad de Bukele de institucionalizar el poder absoluto en su manos: una “Nueva Constitución para una Nueva República”. ¿Cómo vamos a reaccionar los que defendemos el régimen democrático y pluralista?

Bukele encargó a Félix Ulloa a presidir una Comisión Presidencial para elaborar la nueva Constitución y le dio la instrucción de proceder de una forma que dé la apariencia de amplia participación y discusión. Esto fracasó. Ninguno de los expertos constitucionalistas serios y honestos aceptó participar en esta farsa inconstitucional. No es una Comisión Presidencial que puede elaborar una Constitución. Hasta el Dr. Fabio Castillo, amigo de Ulloa y de Bukele, se retiró de la Comisión, para no manchar su nombre. Entonces, cuando el 15 de septiembre Ulloa entregó la encomienda a su amo Bukele, era evidente que fue obra de un grupito reducido de insignificantes juristas.

Ahora ya es claro que van en serio con su atentado contra la Constitución, incluso contra la “cláusula pétrea” que prohíbe la reelección presidencial. Pero de repente parece que no está muy claro cómo reaccionar a este elefante blanco que está sentado en nuestra sala. No podemos hacer como si no existiera. Existe y está bravo. Resulta que la cosa se vuelve complicada porque Ulloa, para vendernos el trago amargo de una Constitución autoritaria, ofrece un cóctel mezclado con algunos ingredientes dulces: reformas racionales y no controversiales, que corresponden a necesidades populares.

Entonces, algunos se dejan jalar a un debate sobre cuáles elementos de la propuesta de Ulloa pueden ser aceptables, cuáles son discutibles y modificables, y cuáles hay que rechazar. Pero al hacer esto, caen en la trampa que nos pusieron cuando metieron algunos dulces a la medicina tóxica. Han puesto temas que parecen racionales. Son los ganchos para que los constitucionalistas y analistas políticos serios participen de la discusión. Pusieron otras cosas tan obviamente absurdas, sólo para retirarlas, una vez que logren que todos participen en la discusión. Bukele ya comenzó este juego: Puso a Ulloa a mencionar los temas de aborto y matrimonio sólo para él poder decir: ¡No conmigo! Tratarán de presentar el proyecto final como resultado de un proceso participativo.

Hay que decirlo con toda claridad: Mientras exista en el país un gobierno que destruye el orden constitucional y mientras no exista independencia de los otros órganos fundamentales del Estado, el Legislativo y el Judicial, no puede haber ninguna reforma constitucional, mucho menos un proceso constitucional que nos lleve a una Carta Magna nueva. La Constitución no es negociable.

El adefesio de Ulloa, que de hecho es de Bukele, hay que rechazarlo y combatirlo, pero como paquete. Sin abrirlo. Este gobierno y la Asamblea que controlan son antidemocráticos hasta los huesos, en su ADN. Son incapaces de concertar. Con ellos no se puede negociar, mucho menos reformas constitucionales.

Tal vez al final no podremos evitar que con el control que tienen sobre la Asamblea y la Corte aprueben la Constitución que quieren. Será una Constitución ilegítima y habrá que sustituirla, una vez que este régimen pierda el poder. Entonces, con la confluencia de toda la pluralidad de los sectores democráticos, se podrá iniciar un proceso constituyente Mientras tanto, hay que defender la Constitución vigente hasta con los dientes.

Saludos,

Paolo Luers