Carta a los que venían en busca del sueño libertario y se toparon con la argucia de un autoritario

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Foto: Imagen de carácter ilustrativo y no comercial/ https://www.instagram.com/p/CWqqWsJlVtG/

Por Paolo Lüers

2021-11-24 5:49:03

Estimados visitantes:

Llegaron a El Salvador para ver qué ondas con este paisito metido en una gran controversia sobre el Bitcoin y para participar en una Conferencia Internacional organizada por Bukele y otros gurús para promover la entrada al siglo de esta criptomoneda. Espero que hayan pasado bien en nuestro país y sus playas. Y que hayan aprendido algo. Tuve la oportunidad de hablar con 4 de ustedes y me consta que aprendieron mucho: sobre todo que aquí no todo es como lo anuncia el gobierno.

En la mega-conferencia no encontraron el sueño libertario que abraza las criptomonedas como un instrumento de la liberación del omnipotente estado con sus Bancos de Reserva y sus ministros de Hacienda. Lo que encontraron era un acto de mercadeo y promoción de unos hombres que se proyectan como gurús libertarios, pero que promueven sus operaciones multimillonarias, quienes de los magnates de Wall Street solo se diferencian por su manera de vestir. Y además, como plato fuerte, apareció Nayib Bukele, el ‘presidente cool’, que ha hecho alianzas con estos cripto-banqueros y que habla el lenguaje antiautoritario, anti establishment, antipolítico, pero que no es otra cosa que un aprendiz a dictador, un hombre sediento de poder. Es otro schemer (timador) a la par de los schemers que operan con cientos millones de dólares en Bitcoin. O en Tether, otro invento de ingeniería financiera sancionada por el Estado de New York por fraudulento.

Me revolqué de risa cuando algunos de ustedes, en dos pláticas separadas, me describieron la sensación de “dónde-me-metí”, de “me-están-tomando-el-pelo” o de “no-me -jodan”, que sintieron en el show final en Mizata, cuando el presidente-gurú apareció en un despliegue de luces y humo, que algunos describieron como “al estilo de un concierto de rock”, pero que más bien fue al burdo estilo de un predicador evangelista en Estados Unidos.

Uno de los alemanes que habían llegado para ver en El Salvador la materialización de la filosofía libertaria que mueve a los bitcoiners del mundo me contó su susto cuando vio que en todos los medios afiliados al gobierno salvadoreño los presentaron como inversionistas. “Yo de inversionista no tengo el pisto, ni la mentalidad, para mí la idea de Bitcoin es libertaria, democrática, un instrumento de autodeterminación. Y cuando en la conferencia, en el podio y en los pasillos, vi a los verdaderos inversionistas, era obvio que eran, en el mejor de los casos, especuladores, y en el peor timadores. Con ellos, los que venimos de Alemania no tenemos nada en común”.

Y otro de los viajeros agregó: “Cuando me di cuenta que estos mercaderes embaucadores habían llenado a Bukele la cabeza con ideas absurdas como unos bonos emitidos en Bitcoin con valor de miles de millones de dólares y sobre una Bitcoin City, comencé a entender lo que estaba pasando: Estos hombres, los embaucadores políticos y los embaucadores financieros se necesitan mutuamente...”

Una mujer de la “delegación de inversionistas europeos” me preguntó: “¿Quién diablos es este hombre que es electo presidente y dice cualquier fantasía? Nosotros estamos acostumbrados a políticos mentirosos, pero nunca he visto a uno que inventa fantasías en el momento, y todo esto con tanta grandilocuencia y megalomanía”.

La cuarta persona que conversó conmigo dio el ejemplo para estas fantasías presidenciales: “Yo he estudiado un poco de ingeniería, y este rollo sobre la energía del volcán que va a abastecer a Bitcoin City y su inmensas instalaciones para el minado de Bitcoin es una paja absurda. Me contaron que ustedes tienen aquí una compañía de energía geotérmica muy eficiente. ¿Y nadie de los técnicos le puede explicar al presidente que no se puede improvisar la construcción de una planta geotérmica?”

“Bueno, me imagino que a este tipo de autócrata egocéntrico como el que vi presentándose en Mizata ninguno de sus funcionarios y técnicos se atreve contradecirle. Esta es la receta al fracaso”, resumió la discusión otro de los ‘inversionistas’.

Ellos regresan a Europa frustrados por ver su sueño libertario manchado por embaucadores y un dictador con la cachucha al revés.

Me alegro que por lo menos hubo algunos que quisieron hablar, aunque sea solamente para explicarme que no son tan ‘idiotas’, como yo irresponsablemente los llamé, cuando vi a los troles de Bukele celebrarles como inversionistas que nos van a sacar del hoyo....

“El que nos trató de idiotas fue Nayib Bukele”, me dijo la muchacha, cuando le pedí disculpas por mi insulto.

Buen viaje les desea Paolo Luers