Carta a los golpistas del 15 de octubre 1979: Son héroes trágicos, pero héroes

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Esta vista aérea muestra un área inundada junto al río Abukuma en Koriyama, prefectura de Fukushima, el 13 de octubre de 2019, tras el paso del tifón Hagibis. Foto/AFP

Por Paolo Lüers

2019-10-14 4:52:02

Estimados amigos:
La patria a veces es ingrata. No siempre reconoce a sus héroes. Ustedes son de estos héroes olvidados porque fracasaron. Pero el heroísmo y el patriotismo no depende del éxito, depende de haber hecho lo correcto, de haber por lo menos intentado salvar el país de una catástrofe. Esto es lo intentaron quienes un 15 de octubre hace 40 años hicieron un golpe de Estado para evitar la guerra fratricida. Ustedes trataron de parar la represión, abrir espacios políticos para la oposición y reconciliar la sociedad.

Estoy hablando tanto de los elementos disidentes de la Juventud Militar que derrocaron al presidente Romero y desbancaron al alto mando, y también de los intelectuales de izquierda quienes se metieron en la aventura de formar junto con estos militares democráticos un gobierno de transición.

Son héroes trágicos porque fracasaron. El militarismo sobrevivió el golpe y muy rápido recuperó el control de la Fuerza Armada. 

Son héroes trágicos los del 15 de octubre del 79, tanto los militares como los civiles, porque cometieron muchos errores. Pero los errores, la ingenuidad y la falta de capacidad política no quitan ni lo heroico, ni lo ético, ni lo patriótico.

Pensaron que podían erradicar el militarismo pactando con militares corruptos y autoritarios. Ya sabemos no era realista. Pensaron que podían hacer sostenible el gobierno revolucionario pactando con la Democracia Cristiana, y tuvieron que ver con impotencia que Duarte, una vez instalado en la Junta, pactó con la cúpula militar, empoderándola para recuperar el control del Ejército y marginar a los oficiales del 15 de octubre.

Quién sabe si era realista evitar estos errores, hacer lo correcto y evitar la guerra. Muy poco espacio quedaba para la racionalidad, la moderación, la reconciliación. Haberlo intentado, aun con alto riesgo de cometer errores, de fallar y de recibir de la patria la condena de traidores, los vuelve héroes y patriotas.

Las vidas de muchos de los protagonistas del 15 de octubre son accidentadas o incluso trágicas. Algunos de los militares protagonistas del golpe, una vez que la guerra estalló, se pasaron a la guerrilla, otros se fueron al exilio, otros se quedaron en un complicado exilio interno, participando en la Fuerza Armada en guerra, siempre bajo cierta sospecha.

De los líderes civiles e intelectuales del 15 de octubre de 1979, varios terminaron presos o asesinados; otros se hicieron guerrilleros; otros trataron de mantener viva, en plena guerra, la opción de una fuerza civil, centrista, dialogante. Era en sí un propósito imposible, algunos radicales lo criticaron como falta de consecuencia, pero al final de la guerra, en el proceso de negociación y la posguerra resultó de gran valor disponer de ellos.

Aparte de los errores que pudieron haber cometido, los protagonistas del 15 de octubre de 1979 se pelearon entre ellos, nunca se convirtieron en una opción política o de poder, siempre fracasaron… y aun así fueron indispensables para que el país, a pesar de la guerra, pudiera mantener abierta la opción de regresar a la racionalidad y negociar la paz y la democratización. 

En este sentido, saludo entre los sobrevivientes del 15 de octubre a Rubén Zamora, Héctor Dada y Salvador Samayoa, pero igual a los capitanes del ejército y posteriores comandantes guerrilleros Francisco Mena Sandoval y Marcelo Cruz Cruz; a un coronel que en medio de la guerra me identificó como cuadro del ERP, pero que en vez de proceder a la captura me contó sobre su participación en el golpe y me encargó saludos a Mena Sandoval; y a los cientos de héroes anónimos y olvidados de la trágica gesta del 15 de octubre ’79.

Con mucho respeto, Paolo Lüers