El 2019 es un año crucial y una oportunidad para rescatar a la República

El Salvador debe recuperar, con el empeño de sus buenos hijos, el sitial que le corresponde como una nación dinámica creativa, hospitalaria y en paz.

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2019-01-01 6:30:46

Los buenos salvadoreños en esta tierra, los que cuidan a sus familias, obedecen las leyes y procuran estar en paz con y convivir con otro, tienen la oportunidad en las venideras elecciones de superar la grotesca situación en que hemos caído, de rescatar la República de la violencia y dar fin a los regímenes populistas comunistas que han dejado atribulada a nuestra Patria.

Todos debemos ir a votar el tres de febrero, para lo cual no solo es menester sacar su DUI y tenerlo, sino hacer conciencia entre los suyos —familiares, amigos y personas que nos rodean — de lo esencial que es rescatar al país de la criminalidad, de las mentes de psicópatas, de las organizaciones del crimen, sean estas las pandillas como de los cárteles del narcotráfico.

El Salvador debe recuperar, con el empeño de sus buenos hijos, el sitial que le corresponde como una nación dinámica creativa, hospitalaria y en paz. Porque a causa de haberse impuesto sobre la región regímenes populistas y socialistas del Siglo XXI, la economía ha ido en grave deterioro, la corrupción es incontrolable, el saqueo de sus bienes y los frutos de su esfuerzo casi imparable.

No somos los únicos que nos encontramos en este grave predicamento. La represión en Nicaragua ha llegado extremos repugnantes, sin que la “comunidad internacional” no haga mas que regañar y emitir condenas, pese al deterioro de todos los ordenes que sufre el país, la tierra de Darío, de Jerez y de Madriz. Y en tales circunstancias el grupo en el poder en El Salvador tiene el desacierto de apoyar a ese criminal régimen, como apoya la dictadura venezolana.

Toda Centroamérica sufre de graves problemas. Los carteles de la droga, apoyados por movimientos populistas, están desquiciando la economía regional, llegando a controlar extensas áreas geográficas, lo que a su vez deteriora el empleo y el ingreso de los pobladores y nutre las bandas que mueven la droga hacia Estados Unidos.

Centroamérica sufre los huracanes de aquellos vientos
Honduras soporta un régimen que pretende perpetuarse en sus malas prácticas

La violencia crece con el asesinato de jóvenes, campesinos, visitadores de salud y, en nuestro suelo, policías cuyas familias quedan en el desamparo porque los encargados no pagan a tiempo los seguros de los agentes, pero sobra el dinero para sostener una enorme masa de activistas.

Costa Rica está sufriendo el extremo de su “figuerismo” con un gobierno que ha elevado los impuestos sin pudor e inclusive emite letes para el fondo que acumula para su burocracia. Y en el proceso el país es el más caro de Centroamérica, pues casi una tercera parte de la población padece muy servicios esenciales precarios, lo que ha desatado una delincuencia casi tan grave como la del norte de Centroamérica.

No hay acción sin sus consecuencias. Los grupos anárquicos y violentos, así como los gobiernos corruptos, crearon las condiciones para el actual éxodo de centroamericanos por un pase a Estados Unidos y para el surgimiento de las pandillas, calificadas por el Presidente Trump como las mas peligrosas del mundo, que ahora perpetran asesinatos en varias ciudades de Estados Unidos. Son estos los huracanes que sembraron aquellos vientos.