El Salvador ha sido destruido innumerables veces debido a fuertes terremotos. Menos de un minuto ha sido suficiente para derribar edificios enteros, sumir en la miseria a miles de habitantes y acabar con los sueños de otros cientos de personas.
Estos son los sismos más destructivos en las últimas siete décadas:
Terremoto de Jucuapa-Chinameca: 6 de mayo de 1951
Dos sismos, con diferencia de cuatro minutos, y una intensidad de 6.2 y 6.0 grados en la escala de Richter cada uno, destruyeron por completo los municipios de Jucuapa, Usulután y Chinameca, San Miguel. Ambos municipios quedaron completamente inhabitables ya que la poca profundidad del sismo (10 kilómetros), derribó la mayoría de viviendas. Más de 400 personas murieron y cientos quedaron damnificadas y sin un lugar para vivir.
Foto EDH/ archivo
Terremoto de San Salvador: 3 de mayo de 1965
El sismo de 1965 se registró a las 04:05 a.m. y tuvo una intensidad de 6.5 grados en la escala de Richter. El epicentro fue reportado en el centro de San Salvador, causando un caos total en la capital del país, que en aquel entonces tenía una gran cantidad de viviendas construidas de bahareque y adobe. La cifra de fallecidos fue de 125 personas, muchas de las cuales no pudieron ser identificadas.
Foto EDH/ archivo
La poca profundidad del terremoto (10 kilómetros) hizo que los daños en varias infraestructuras fueran severos. La cifra de damnificados llegó a 50,000 y las pérdidas materiales se contabilizaron en 53 millones de colones.
Algunos edificios como la Penitenciaría Central y el Aeropuerto de Ilopango fueron demolidos debido a los daños que ocasionó el terremoto. Otros edificios como el Rubén Darío también debieron haber sido demolidos ya que los daños estructurales que sufrieron fueron tan graves que ponían en riesgo la vida de la población, sin embargo solo se hicieron algunas reparaciones, ocasionando que en el siguiente terremoto todo el edificio colapsara.
Terremoto de San Salvador: 10 de octubre de 1986
Cada 10 de octubre, los salvadoreños recuerdan una de las tragedias más grandes de la historia ocasionada por la naturaleza. Faltando once minutos para medio día un movimiento violento, acompañado de un gran estruendo, dejó paralizada la capital.
30 segundos fueron suficientes para destruir el trabajo de miles de personas durante años. Con una intensidad de 5.7 grados en la escala de Richter y 10 kilómetros de profundidad, este sismo provocó la muerte de 1,500 personas, 10,000 heridos y al menos 200,000 damnificados.
Una de las zonas más afectadas fue el centro histórico de San Salvador, en donde edificios emblemáticos como el Rubén Darío, el edificios Dueñas y el Gran Hotel San Salvador colapsaron, causando la muerte de cientos de personas que trabajan en las instalaciones.
Muchas de las de las edificaciones que no resistieron al terremoto de 1986 fue debido a los daños del terremoto del 3 de mayo de 1965. Este terremoto es uno de los más devastadores hasta la fecha, ya que se registraron más muertes incluso que en los dos terremotos del 2001.
Terremotos del 2001
El año 2001, el pequeño pulgarcito de América fue sacudido nuevamente. Dos terremotos con una diferencia de un mes causaron caos, destrucción y desolación.
El primer terremoto fue el 13 de enero y se registró a las 11:33 am, tuvo una intensidad de 7.6 grados en la escala de Richter, su epicentro fue en las costas de El Salvador, en el Océano Pacífico y tuvo una profundidad de 39 kilómetros.
944 personas perdieron la vida, 1,155 edificios públicos sufrieron daños, 108,261 viviendas quedaron completamente destruidas y 19 hospitales reportaron dañados. La tragedia más grande fue el deslave de Las Colinas, donde murieron más de 600 personas debido a un desprendimiento de tierra que dejó sepultadas la mayor parte de la colonia.
Las zonas más afectadas por este primer sismo fueron San Salvador, Santa Ana, San Miguel, San Vicente, La Libertad, Usulután, La Paz y La Libertad; estos últimos dos es en donde se registraron más daños.
El segundo sismo fue el 13 de febrero a las 08:22 de la mañana, tuvo una intensidad de 6.6 grados en la escala de Richter y una profundidad de 13 kilómetros. El epicentro fue en San Vicente. La cifra de fallecidos llegó a 315 y al menos 41,302 viviendas quedaron destruidas.