“Está duro, la poca gente que pasa no compra”: Vendedores informales durante primer día de reapertura

Marlene Galiz tiene más de 20 años de dedicarse a la venta de frutas dentro de la Terminal de Occidente. Una libra de uvas, tres aguacates y dos manzanas, es lo único que la comerciante vendió durante el inicio de la reapertura económica.

Marlene Galiz, tiene más de 20 años de dedicarse a la venta de frutas dentro de la Terminal de Occidente. Una libra de uvas, tres aguacates y dos manzanas, es lo único que la comerciante vendió durante el inicio de la reapertura económica.

Por Jonathan Tobias

2020-08-24 4:48:44

Desde temprano, el transporte público comenzó a brindar el servicio en diferentes partes del país, como parte de la reactivación de la economía luego de la pandemia por COVID-19.

Los comerciantes informales, que habían paralizado su trabajo por más de cinco meses, regresaron a sus puestos de trabajo con la esperanza de vender sus productos y volver a la “nueva normalidad”.

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Sin embargo, el panorama no fue el esperado, los pasajeros caminaban por los pasillos sin detenerse. Los vendedores se quedaron a la espera, con la incertidumbre y ansiedad de no llevar una vez más el sustento a sus hogares.

“Esto está duro, la poca gente que pasa no compra”, comentó Marlene Galiz, quien tiene más de 20 años dedicándose al comercio de frutas dentro de la terminal de occidente. Para la vendedora, no hay nada parecido a la “normalidad” que se anunciaba, denuncia.

Durante su primer día de trabajo, lo único que logró vender fue “una libra de de uvas, tres aguacates y dos manzanas”, venta que tiene un valor aproximado de tres dólares. “Jamas habia pasado una situación cómo está, hasta hoy”, manifestó Marlene.

Ella comenta que fueron alrededor de mil dólares los que no se lograron recuperar, luego de que la variedad de fruta que tenía previsto vender para el mes de marzo, se arruinara por el tiempo en que pasó guardada.

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Marlene teme que la situación se repita durante los primeros días de la apertura económica. “Este es un producto que no se puede temer guardado, es para el día a día”, señala.

“Estamos preocupados. Esta es la manera de sostener a nuestra familia”, señala Marlene, enfatizando que hay otros gastos que deben de solventar, como el pago de alquiler dentro de la terminal, que son $25 dólares diarios.

Además, recalcó que los gastos también incluyen otros servicios como los recibos de agua, luz y el alquiler de su vivienda. “Con lo que hoy vendí, no alcanzo a pagar ni el alquiler de este dia”, dice, refiriéndose al local donde vende su producto.

Esperanza de volver a la “normalidad”

Otros vendedores dentro de la terminal expresaron la misma preocupación, y sostienen que no les resulta viable salir a trabajar cuando las pérdidas son más grandes que las ganancias que pueden generar.

“Para eso mejor me quedo en la casa”, dice otra comerciante, mientras que otro señala que “por lo menos para la comida va a lograr sacar”. La incertidumbre del sector informal es evidente. Sin embargo, esperan que con el pasar de los días la situación económica mejore y puedan vender sus productos como lo hacían a inicios del año 2020.

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