Una gran apuesta con créditos pequeños

Con su empresa ??ptima, Gustavo Simán financia a unos 14,000 micro y pequeños empresarios en todo el país. Simán explica cómo su paso por la Universidad de Harvard influyó en su decisión de fundar esta financiera.

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Sobre su escritorio, el empresario tiene numerosas fotos junto a su esposa e hijos, a quienes según dice, dedica la mayor parte de su tiempo libre.

/ Foto Por Lissette Monterrosa

Por Omar Cabrera

2016-08-08 10:00:00

Un colorido cuadro destaca en la oficina de Gustavo Simán. Es el rostro de una niña junto a un canasto lleno de figuras que parecen flores.

“Me gusta porque personifica, de una manera bastante positiva, optimista, a muchos de nuestros clientes, que son los vendedores”, comenta el empresario.

La pintura, colgada justo detrás del escritorio de Simán, resalta por sus colores amarillo, azul, rojo y violeta. Y también por la mirada de la niña.

“Creo que tenerlo en la oficina como que le recuerda a uno todo el tiempo que, al final del día, trabajamos mucho para este tipo de clientes”, añade Simán.

Su empresa Óptima Servicios Financieros ofrece préstamos a micro y pequeños empresarios, como vendedores ambulantes, dueñas de comedores, tiendas y tortillerías.

Muchos de estos créditos son por cantidades entre 200 y 500 dólares.

Simán sostiene que su empresa tiene una finalidad de lucro, pero también busca que sus clientes progresen y mejoren su calidad de vida.

“Una de las cosas que a mí más me gusta de este negocio es ver cómo gente que le hemos dado préstamos desde 500 dólares han ido creciendo sus negocios, y probablemente al cabo de 3, 4, 5 años, hoy tienen negocios mucho más grandes, con préstamos de 40, 50 mil dólares”, señala el empresario.

Red de 19 agencias

Óptima compró en julio pasado la filial en El Salvador de la microfinanciera Finca, y tras esa adquisición ahora suma cerca de 14,000 clientes.

La financiera cuenta con 19 agencias en las tres zonas del país, incluyendo las principales ciudades: San Salvador, Santa Ana, San Miguel, Sonsonate, Santa Tecla, y Soyapango.

La oficina de Simán se ubica precisamente en la sede central de Óptima, en la 75 Avenida Norte, cerca del mercado San Antonio, en San Salvador.

¿Por qué alguien que proviene de la acaudalada familia Simán fundó una empresa para financiar a micros y pequeños empresarios, muchos de los cuales son pobres? Gustavo Simán responde que, en buena medida, fue por influencia de una amiga suya de Estados Unidos, y un profesor originario de la India.

El profesor es Tarun Khanna, a quien Simán conoció cuando estudiaba su maestría en Administración de Empresas en la Universidad de Harvard, en Boston.

Khanna es miembro de la directiva de SKS Microfinanzas, una institución de la India que otorga pequeños préstamos para la compra de máquinas de coser, cocinas, teléfonos celulares y otros artículos.

La otra persona que influyó en Simán es Jacqueline Novogratz, quien fundó Acumen Fund, una entidad sin fines de lucro que financia actividades de emprendedurismo como un medio para combatir la pobreza.

Simán sostiene que hace unos años, él y Novogratz se propusieron montar en Centroamérica una iniciativa sin fines de lucro basada en el modelo de Acumen. Pero el proyecto no se concretó por el estallido de la crisis financiera de 2008.

“Lo que me llamó la atención es que ellos no brindan ayuda económica como beneficencia o donaciones, sino que lo que hacen es invertir en estas empresas en capital de riesgo y hacerlas producir, pero lo importante es que estas empresas tuvieran un impacto social en la vida de la gente, y eso fue lo que a mí se me fue marcando en el tiempo”, destaca Simán.

Pero muchos especialistas sostienen que financiar a las micro y pequeñas empresas conlleva mayor riesgo de impago, y por ese motivo las tasas de interés son más altas.

Créditos productivos

Simán sostiene que, a diferencia de otras financieras, que ofrecen a sus clientes préstamos rápidos con altas tasas de interés, Óptima otorga créditos a tasas competitivas y para fines productivos.

Para la pequeña empresa, Óptima ofrece tasas de entre 12 y 18 por ciento anual, mientras que para microempresarios, la cifra puede llegar hasta 48 por ciento.

Este financiamiento va destinado a actividades productivas y no de consumo. Además, la financiera hace una cuidadosa evaluación del deudor para asegurarse de que recuperará el dinero prestado y los intereses en su totalidad, en la mayoría de los casos, señala Simán.

“Como dicen en Estados Unidos, nosotros no somos un asset-based lender, sino que somos un cash-flow based”, dice el presidente de Óptima.

“Nosotros salimos a buscar a los clientes a sus negocios, y hacemos una evaluación financiera del cliente, y analizamos no solo el negocio, sino que también la vivienda, las condiciones de vida”, añade.

Un ejecutivo de crédito de Óptima visita el negocio del cliente, hace un inventario, o calcula el costo del servicio que este brinda, y luego proyecta los flujos de efectivo, para calcular la capacidad de pago.

“Al mismo tiempo vamos a la casa y evaluamos la condición de vida de la familia. Vemos, por ejemplo, si es una persona que maneja sus cuentas adecuadamente, si está al día con la luz, si paga el agua, o por ejemplo, si no es un padre irresponsable que tiene más de un hogar, o ese tipo de cosas que a veces juegan un papel bastante importante en la capacidad de pago”, explica Simán.

El objetivo es elaborar un perfil moral del cliente y determinar su capacidad real de pago, porque en muchos casos éste no aporta un bien material como garantía.

La metodología toma tiempo e implica mayores costos que otras, pero permite altos niveles de recuperación y minimiza la mora.

El empresario asegura que “en este país, la gente tiene una moral de pago, generalmente hablando, bastante alta. Ahora, también tenemos, lamentablemente, algunas incidencias, como es el tema de la violencia, que sí está afectando tremendamente a nuestros clientes”.

Otras empresas

Además de Óptima, Simán también preside la compañía Providencia Solar, que está montando una parque de generación eléctrica con paneles solares.

La inversión en el proyecto sobrepasa los 140 millones de dólares, y se realiza en conjunto con Neoen, una firma francesa especializada en energías renovables.

El complejo está ubicado en El Rosario, departamento de La Paz, en la carretera entre San Salvador y la Costa del Sol.

Simán también es fundador y presidente de Almaval, una empresa que empezó construyendo viviendas de interés social y ahora también desarrolla proyectos de oficinas y locales comerciales.