María Amanda López, de 67 años, lleva toda su vida en la agricultura y cultiva papa y repollo, los cuales comercializa en el mercado informal y a precios bajos, cuenta.
“Con este proyecto vamos a tener la oportunidad de venderle los productos al supermercado y esperamos que sea una buena opción que nos ayude más”, dice en tono esperanzador.
Doña María afirma que por no contar con un mercado de compra segura ha tenido pérdidas de sus cultivos de repollos o los ha tenido que vender hasta en $0.50.
“Además hay que ir hasta allá al mercado y a veces esos son más costos, porque hay que pagar el transporte y se tiene que ir uno bien temprano; a veces se nos dan dos, tres días en el mercado y no se logra vender”, relata.
Actualmente, doña María cultiva una manzana de terreno con repollos en el cantón El Centro, en San Ignacio, Chalatenango.
“Siempre me he dedicado a la agricultura, vivo con mis hermanos y trabajo propio para mis ingresos”, comenta.
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Virginia busca mejores ingresos para ella y sus dos hijos
Virginia dice que contar con un cliente seguro para sus productos hará que lleve mejores ingresos a su hogar y para sus pequeños.
Virginia Reyes, reside y cultiva la tierra en el cantón El Centro, en San Ignacio, donde siembra frijol, güisquil y rábano en pequeñas parcelas. Hasta el momento su cosecha la comercializa con los revendedores que llegan hasta la zona alta de Chalatenango para llevar los productos a los mercados de San Salvador.
“Pero no tenemos garantizada la compra; ahorita estamos iniciando en esto, porque comenzamos a cultivar y este apoyo que nos van a dar es una excelente oportunidad”, destacó la productora.
Virginia es madre soltera y es el principal aporte económico en el hogar que comparte con sus dos pequeños hijos.
“Nos sentimos muy positivas y apoyadas con este proyecto, por las personas que han compartido con nosotros ahora”, dijo.
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Para la productora, una de las principales ventajas que tendrá es que podrá entregar sus productos en el centro de acopio que está en la misma zona donde reside y además tendrá una compra asegurada de sus cultivos dentro del mercado formal.
Miriam ya no tendrá que pagar hasta $250 por llevar su cosecha a la capital
Miriam del Carmen Rivera ha cultivado la tierra desde siempre y en la actualidad tiene una parcela con cultivos variados como chile verde, espinaca, tomate, ejote, cilantro y rábano.
Para hacer llegar sus cosechas hasta el mercado en San Salvador tiene que pagar hasta $250 por el viaje, cuenta, pero con el apoyo que recibirá se evitará ese gasto.
“Se nos ha hecho difícil porque no hay mercados seguros, toca llevarlos a La Tiendona o vienen a comprar para ir a revender pero pagan bien barato”, dice Miriam.
Afirma que contar con un cliente seguro evitará que se pierda parte de su cosecha.
La mujer reside y cultiva en el caserío Buena Vista, en el cantón Las Pilas, Chatenango. En su hogar hay cinco personas y los ingresos principales provienen de las ventas de sus productos.
En las faenas se involucran sus dos hijos, su nuera y su esposo.
“Con este proyecto me siento muy contenta porque ya voy a tener donde traer mis productos”, expresa.