Trabajadores del sector construcción están listos para edificar de nuevo

Esta industria sería una de las primeras en reiniciar labores desde el 16 de junio, según el plan en negociación entre el gobierno y empresarios.

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Foto EDH / Archivo

Por Katlen Urquilla

2020-06-12 4:30:02

Volver a agarrar las herramientas de trabajo y regresar a las obras de construcción que han estado paradas por casi tres meses será bajo medidas sanitarias que eviten contagios de COVID-19.

Ese es el objetivo del sector y por ello la Cámara Salvadoreña de la Construcción (Casalco) tiene listo desde hace casi dos meses el protocolo de bioseguridad para que una vez que el Ministerio de Salud lo autorice, las empresas agremiadas lo acaten. Esto permitirá cuidar la salud de los trabajadores y sus familias, pero también los ingresos porque entre más tiempo se tarden en volver, más empleos hay en riesgo.

Según datos de Casalco, son alrededor de 200,000 empleos de la industria de la construcción que han sufrido el impacto de la paralización de las obras. Solo en el área de los contratistas hay unos 80,000 empleos dedicados a la infraestructura pública.

“El cumplimiento de este protocolo exige a los ejecutivos y encargados de las obras de las empresas, ejercer un liderazgo permanente tanto en las obras como en sus equipos de trabajo para lograr los cambios conductuales que demanda la compleja situación que hoy enfrenta el país. Solo así, y mediante un esfuerzo solidario y colaborativo, podremos cumplir con los objetivos que nos hemos propuesto”, dice en el documento elaborado por Casalco desde hace casi dos meses.

La industria de la construcción sería una de las que podría reabrir en la primera fase, según el plan que está en negociación en la mesa que el gobierno ha instalado con representantes de la empresa privada para la reapertura económica.

La gremial ha establecido una serie de medidas para cumplirse desde que llegan a las obras de construcción, durante la estancia en los proyectos, a la salida de la jornada y en el transporte de personal.

De hecho, este pliego de disposiciones se ha estado aplicando en las obras de mitigación y prevención que el gobierno les ha autorizado transitoriamente realizar a empresas constructoras previo y durante las tormentas que azotaron el país.

Una de las medidas que está en el protocolo es que cada empresa en sus proyectos debe conformar “Brigadas de supervisión” para darle seguimiento a que los trabajadores cumplan, al pie de la letra, las medidas de prevención sanitarias.

“Estas personas que conformen las brigadas deberán tener la autoridad para ordenar a los trabajadores a que se apeguen a las normas dadas. La supervisión permanente deberá ser obligatoria para todos los proyectos”, dice en el protocolo.

La asignación de trabajos debe ser en grupos y llevar un registro diario donde se detallen los nombres y números de DUI de los trabajadores que conformen las cuadrillas, con la finalidad de que si hay un caso de contagio se puedan establecer los nexos epidemiológicos con rapidez.

Dejan claro que es imprescindible el distanciamiento físico de dos metros, incluso en el área de los vestidores de los trabajadores; evitar los saludos con contacto y los grupos deben ser reducidos.

También deben proveer de mascarilla de protección respiratoria a todo trabajador directo, contratista o subcontratista que realice sus labores en portería, aseo o vigilancia.

Además deben distribuir la jornada en diversos turnos y diferir horarios de ingreso y salida de los trabajadores para evitar aglomeraciones.

También se les pide a las empresas desarrollar protocolos para monitorear el estado de salud de los trabajadores para actuar con celeridad ante la sospecha de un posible contagio.

“Implementar un Registro de Autodeclaración de Salud a toda persona que ingrese a las obras, a quien consulte y registre la presencia de síntomas asociados al Covid-19 se le debe aplicar el protocolo de acción ante casos sospechosos”, indica Casalco.

Otra de las medidas que establece el protocolo es dar las facilidades necesarias para garantizar la permanencia en sus hogares de todas las personas que estén en situación de mayor vulnerabilidad al contagio.