Industria de la construcción se reactiva con el 30% de operaciones en primera fase

El sector fue de los primeros autorizados para operar a partir de la fase uno. Sin embargo, su reactivación marcha a paso lento lo que al finalizar el año se traducirá en un decrecimiento de al menos -5%, según Casalco.

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La construcción comenzó a operar en un 30 % desde el 16 de junio. Foto EDH /Archivo

Por Tania Urías

2020-07-01 4:30:30

Solo un 33% del total de empleados de la industria de la Construcción, cuya cifra ronda los 125,000 colaboradores directos, está ya operando en las obras de construcción diseminadas a lo largo y ancho del país.

Según datos de la Cámara Salvadoreña de la Industria de la Construcción (Casalco) son alrededor de 200 proyectos privados que ya se reactivaron y que habían estado suspendidos desde hace tres meses.

“Todos los proyectos han reiniciado. Proyectos emblemáticos como centros comerciales grandes como el que está por la carretera a Apopa ya se reactivó, así como complejos de oficinas o apartamentos aquí en San Salvador y edificios corporativos, todos siguen su proceso ya con la reapertura” expresó el ingeniero Luis René Dada Jaar, recién nombrado presidente de Casalco.

La vuelta a las obras de manera paulatina tiene que ver en primer lugar con que la industria está siguiendo todas las medidas sanitarias, entre ellas la dispersión del personal.

También se debe a la ausencia de transporte público- en el que viaja el 100% de los obreros de la construcción – y aunque algunas constructoras les brindan transporte también deben aplicar protocolos.

“Vamos despacio porque queremos proteger la salud de los colaboradores y evitar contagios”, detalló el ingeniero Dada Jaar.

El ingeniero Dada reconoció que tres meses sin operar significó para la industria un promedio de tres millones de dólares que se dejaron de percibir solo en proyectos privados -alrededor de un millón por mes- lo que pone en riesgo a por lo menos 28,000 de los 200,000 empleos, entre directos e indirectos, que genera el sector.

?ADEMÁS:Estas son las actividades permitidas en cada fase de reactivación económica desde el 16 de junio

El sector de la construcción aporta entre el 40 y 43% de la inversión nacional, y entre un 12 y un 13% del PIB, que en términos de dinero significa alrededor de $1,300 millones anuales a la economía.

Desde el año pasado el sector había tomado mayor impulso debido al auge de construcción de edificios corporativos, apartamentos y centros comerciales. Sin embargo, la pandemia no solo frenó su crecimiento sino que calculan que cerrarán con números rojos.

Dada, que recibió el nombramiento como presidente de Casalco cinco días antes de que entrara en vigencia la primera fase de apertura económica (el 16 de junio) estima que cerrarán 2020 con una caída del -5%.

“Llevábamos un 9% acumulado de crecimiento desde 2015 y ahora cuando el año cierre estimamos que vamos a experimentar un decrecimiento del -5%” advirtió el presidente de la gremial.

El ingeniero explicó que aunque ya se reactivó la industria, el hecho de comenzar con poco personal en las obras provocará retrasos que se sumarán a los tres meses que las obras estuvieron paradas.

Además, algunos proyectos ya no se ejecutarán o se trasladarán a 2021, ya sea por dificultades financieras o por que pertenecen a rubros más afectados

“Un par de proyectos que estaban para futuro desarrollo y que no habían comenzado todavía, como dos proyectos hoteleros, no van a arrancar todavía y van al congelador por lo menos un año o dos, en lo que la industria del turismo se vuelve a reactivar”, explicó el presidente de la gremial.

También se ven impactados por la suspensión de todos los proyectos de inversión pública que anunció el gobierno y que para la industria se traducen en poco más de $500 millones que tampoco van a percibir.

Foto EDH /Archivo

“Al inicio del año habían alrededor de $836 millones de dólares que el Gobierno tenía destinados ejecutar en inversión pública pero suspendieron adjudicaciones, licitaciones y todo tipo de proyectos para redireccionar el dinero a la emergencia”, explicó por su parte el ingeniero José Velásquez, director ejecutivo de la gremial.

Al monto de los $836 millones, el ingeniero Velásquez dice que hay que restar $ 173.5 millones de dólares del Fovial, que es para mantenimiento de carreteras y es inversión pública pero se mantiene porque pertenece a un fondo especial que sigue ejecutándose.

Al final si los proyectos siguen suspendidos, la gremial calcula que la industria perderá poco más de $500 millones que son vitales para el rubro.

¿Cuándo se reactivarán? No hay una respuesta porque la emergencia se mantiene e incluso el gobierno ya ha advertido que necesita más dinero para enfrentar el COVID-19.

Sin embargo, Dada advierte que la construcción si bien ejecuta proyectos privados, la mayoría de empresas dependen de proyectos públicos, desde pequeñas obras de infraestructura de instituciones como Anda, hasta otros más grandes como Cepa.

“Nosotros ya tuvimos reuniones con el Ministerio de Obras Públicas por el tema de las tormentas donde se nos permitió participar como sector en obras de mitigación, pero vamos a trasladar la necesidad de que todos estos proyectos de infraestructura pública se realicen pronto”, dijo.

Los representantes de la gremial afirman que una forma de dinamizar la economía es apoyar a las empresas permitiéndoles ejecutar este tipo de proyectos.

“Es una cadena que se activa cuando se permite ejecutar ese tipo de proyectos, se generan más empleos, sube el consumo y puede mejorar la economía”, explica el director ejecutivo de Casalco.

Levantarse les tomará dos años

Las proyecciones negativas del sector hacen predecir también que volver a tener cifras positivas puede llevarles entre un año o dos.

“Volver a una línea plana nos podría llevar fácilmente dos años bien productivos, podría ser más tiempo”, advierte Dada.

El representante de la gremial dice que para lograr levantarse deben trabajar a un ritmo vertiginoso, pero al mismo tiempo siguiendo todos los protocolos sanitarios que les permitan mantenerse operando y sin contagios.

“Normalizarnos nos va a tomar unos dos años, llegar a un balance cero y de ahí empezar el crecimiento depende de dos factores importantes, uno el nivel de confianza que genere el Ejecutivo en el inversionista y dos, que el mismo gobierno no suspenda la ejecución de proyectos de inversión, eso nos permitirá levantarnos aunque no será tan rápido como quisiéramos”, concluyó el presidente de Casalco.