¿Por qué mi pensión será tan baja? Cinco puntos para comprenderlo

La pregunta del millón de los actuales jubilados es ¿por qué si ahorraron tanto durante sus años de trabajo, su cuota mensual de jubilación es insuficiente?

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Las bajas tasas en el pago a los Certificados de Inversión Previsional impacta directamente en las pensiones que han recibido las personas que ya se jubilaron y que también afectará a las que lo harán pronto. Foto EDH / Archivo

Por Karen Molina

2019-03-15 8:00:27

Cientos de personas que acaban de jubilarse o que están a punto de hacerlo se muestran indignados por la baja pensión que recibirán, pese a haber trabajado por más de 25 años para lograr una jubilación suficiente para su estilo de vida.

¿Por qué mi pensión será tan baja? es la pregunta que todos se hacen, especialmente las mujeres, que son el primer grupo poblacional de 55 años que ya se está jubilando con el sistema de capitalización “puro” de las AFP.

La tasa de reemplazo (cuota de pensión que se recibe un jubilado en relación al salario mensual) no llega a más del 30%. Es decir que si una persona ganaba antes $1,000, su pensión solo será aproximadamente de $300.

En otros países, como Uruguay o Chile, la tasa de reemplazo representa entre el 43 y 48%, lo que representa casi la mitad del salario que una persona podría tener.

Este dato ha alertado a muchos trabajadores que están a punto de jubilarse y los ha obligado a retrasar ese beneficio, con tal de que sus ingresos no se vean mermados significativamente, más aún, si se sienten personas productivas.

ADEMÁS:

Las 10 preguntas que se hacen los cotizantes sobre su pensión

Estas son algunas de las preguntas que muchos trabajadores se hacen tras la reforma de pensiones, aprobada por los diputados.

La explicación a esta pregunta obliga a regresar 13 años atrás en la historia de la seguridad social nacional.

1. En 2006, cuando la administración de Antonio Saca no tuvo recursos para pagar las pensiones del sistema público (INPEP) y el FMLN se opuso a aprobarle préstamos para hacerlo, se creó el Fideicomiso de Obligaciones Previsionales (FOP), que permitía que el Gobierno metiera mano en los ahorros privados administrados por las AFP.

Con ese FOP, el Estado tomó prestados más de $5,800 millones que representaban más del 60% de todos los ahorros de los salvadoreños. El préstamo lo han pagado a una tasa de interés que apenas alcanzaba el 2%.

En 2014 un grupo de trabajadores interpuso una demanda de inconstitucionalidad en la Corte Suprema de Justicia y tras muchas discusiones, la Sala determinó que el Estado debía pagar tasas de intereses más altas a los cotizantes.

Esta discusión provocó que se discutieran otras reformas así que en septiembre de 2017 se logró un paquete de reformas para que el dinero siguiera en las cuentas personales de cada trabajador y también se le desahogara la carga fiscal al Gobierno.

2. Pero estas reformas no lograron borrar la afectación que por trece años provocó la inversión de dinero de los ahorrantes a tasas de interés muy bajas que no lograron “multiplicar” el dinero ahorrado.

El caso se asemeja a una persona que por más de 13 años no se alimentó lo suficiente y que ahora, con una complexión física desnutrida, quiera correr una maratón profesional.

3. Según estimaciones de la Asociación de Administradoras de Fondos de Pensión (Asafondos), debido a este mal manejo de las inversiones, los trabajadores han perdido más de $2,800 millones que dinero que bien pudieron estar en sus cuentas personales y con ello, aumentar su cuota de pensión.

4. Según el presidente de Asafondos, René Novellino, las bajas pensiones de hoy son el resultado de haber invertido los ahorros en instrumentos financieros en los que no se tuvo una significativa rentabilidad, lo que ha derivado en una cuota más baja.

Novellino señala que cualquier reforma que se haga ahora no tendrá ningún efecto en el monto de las pensiones de los jubilados actuales pues éstos ya arrastran consecuencias incorregibles.

Diputados en la Asamblea Legislativa han propuesto en las últimas semanas que como opción para mejorar las pensiones, se baje la comisión de administración que cobran las AFP y con ello, su monto mejorará.

Sin embargo, Novellino insiste en que esta medida no tendrá ningún impacto inmediato y que, lo que sí podría beneficiar a quienes aún no se jubilan, es que la rentabilidad pueda subir lo antes posible.

Por el contrario, afirma que si el dinero ahorrado a la fecha ($10,972 millones) hubiera ganado una rentabilidad de entre 6 o 7%, a la fecha, este patrimonio sería mucho mayor y por lo tanto, se traduciría en una mejor pensión para el jubilado.

Según los datos de Asafondos, en 30 años de trabajo de una persona, la rentabilidad representa el 64% de su pensión, mientras que sus aportes mensuales solo representan 36%, lo cual indica que es el rendimiento lo que realmente hace que una pensión sea más alta o más baja en comparación al resto.

5. Pensión no es igual a salario. Otro de los argumentos que la Asociación da a los cotizantes es que, no se debe perder de vista que con una cotización del 15% del salario cada mes, es imposible jubilarse con un monto igual a la de su último salario, a menos que la persona haya hecho contribuciones voluntarias mayores a su cotización obligatoria.