Pequeños comerciantes reabren negocios para subsistir ante falta de plan de reactivación económica

Con 80 días de cuarentena obligatoria, la situación es insostenible para muchos comerciantes, por lo que decidieron abrir.

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Varios pequeños empresarios abrieron sus negocios ante la falta de ingresos en medio de la cuarentena. Foto/ David Martínez

Por David Martínez/ Jessica Orellana/ Liseth Alas/Tania Urías

2020-06-08 12:27:00

Algunos pequeños empresarios han abierto sus negocios en medio de la cuarentena obligatoria que el martes llega a su día 80 y del temor de que sus locales sean cerrados por parte de las autoridades tras la amenaza del Gobierno para quienes reanudaran operaciones.

Pese a la angustia e incertidumbre por la falta de un plan de apertura económica, comerciantes argumentan que no han tenido opción más que retomar labores, pues ya no cuentan con dinero para sobrevivir el confinamiento impuesto por el Ejecutivo desde el pasado 21 de marzo ante la emergencia por COVID-19.

Algunos locales de fotocopias e impresiones, zapateros, talleres y car wash, entre otros han retornado a su trabajo.

“Bonito se escucha el quédate en casa, pero cada quien vive en su contexto de necesidad”, aseguró el propietario de una barbería en San Salvador.

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Mauricio M., dueño de un taller automotriz, relató que junto a su esposa han tenido que abrir su negocio, debido a que las provisiones para subsistir ya se les están acabando. Él señala que no fueron parte de los beneficiarios del bono de $300 ni han recibido la canasta de alimentos que entrega el Gobierno.

 

Aunque del negocio de Mauricio dependen tres empleados más, el mecánico señaló que ellos no están trabajando porque no los expondrá a posibles contagios.

“Solo para la comida vamos sacando ahorita y ha salido para pagar los recibos, solo el alquiler no se ha podido pagar”, indicó.

Respecto a la situación generada por la cuarentena, el trabajador opinó que “a veces parece que es un juego político, a veces que sí es por la salud, ya no se sabe ni qué pensar, así que mejor uno tiene que tomar sus propias decisiones”, para tratar de salir adelante.

Otras personas como el caso de Jaime L. se las han ingeniado para tratar de conseguir ingresos económicos para mantener a su familia. Él está a cargo de un negocio de reparación de alarmas de vehículos, y dijo que solo abre “en emergencia” cuando algún cliente lo solicita.

Varios negocios dejaron de lado ayer el confinamiento para dar paso a una reactivación de la economía, el Gobierno y el sector privado también negociaban un plan económico. Foto EDH / Jessica Orellana

Similar metodología implementan en algunas carpinterías, donde los propietarios han laborado solo por encargos, pero manifiestan que no por mucho tiempo, pues las reservas ya se van a terminar.

La Asamblea Legislativa aprobó el decreto #648 en el que se establecía que este 8 de junio se comenzaría con la apertura económica del sector privado y el 13 el sector público. Sin embargo, el presidente Nayib Bukele lo vetó y amenazó a las empresas con cerrarlas si abrían este lunes.

El pasado 6 de junio, se conoció sobre el veto presidencial de la “Ley Especial Transitoria de Emergencia por la Pandemia COVID-19, Atención Integral de la Vida y la Salud y Reapertura de la Economía”, la cual fue avalada en la Asamblea Legislativa tras seis días de discusión entre diputados y funcionarios del Gobierno.

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La normativa rechazada contenía lineamientos para reabrir la economía del país de una forma gradual, no obstante, el Gobierno emitió el decreto No. 29, en el cual se ampara para ampliar la cuarentena por 15 días más, y que no contempla ninguna medida de reactivación económica.

La advertencia del Ejecutivo generó una serie de críticas y llevó a la Federation International Human Rights and Justice a que presentara el domingo por la tarde un recurso de amparo ante la Sala de lo Constitucional de la Corte Suprema de Justicia (CSJ).

En la demanda se pide a los magistrados constitucionalistas que “cesen las órdenes de cierres de las empresas, que no utilicen la fuerza policial en los 800 retenes, que no hostiguen ni sancionen el Ministerio de Trabajo a las empresas, ni cierren los negocios”.

Asimismo, según el Instituto Iberoamericano de Derecho Constitucional-Sección El Salvador, “no existe una ley secundaria que avale las amenazas que algunos funcionarios están emitiendo” contra la libre empresa y libertad de circulación.

La comisionada presidencial, Carolina Recinos, sostuvo, durante una entrevista televisiva este lunes por la mañana, que es “irresponsable” dar en estos momentos una fecha aproximada para abrir la economía, ya que esta se definirá en la Mesa de Reactivación Económica que anunció el Gobierno, la cual fue instalada este 8 de junio.

“La gente está con la soga al cuello”

“El hambre está apretando demasiado ya, la gente está con la soga al cuello”, así lo resume Víctor Rodríguez, representante de la Sociedad de Comerciantes e Industriales Salvadoreños (SCIS) y que aglutina a más de un millar de pequeños y medianos negocios.

Rodríguez asegura que la decisión de abrir ha sido de cada comerciante, sobre todo porque la mayoría de los que reiniciaron labores no recibió ni el bono ni la canasta de alimentos del Gobierno y no encontraron ya forma de sostenerse.

Ernesto Hernández Otero, consultor empresarial coincide con Rodríguez, respecto a que 80 días de cuarentena ya son insostenibles para cualquier empresa y más aún para los micro, pequeños y medianos negocios que representan el 93% del parque empresarial del país.

Hernández Otero cree que la decisión de salir que ha tomado la gente, pese al riesgo de una suspensión de sus actividades se basa en una necesidad latente y crítica por subsistir.

“Esto puede ser la antesala a un desborde que puede llevar a saqueo y violencia, la gente ha salido porque no ha habido una línea coherente de la parte política, el Ejecutivo ha manejado los decretos a su antojo y el Legislativo no ha sido claro respecto al manejo de la crisis”, señaló.

El consultor advierte que las medidas económicas han sido nulas y los pequeños y medianos empresarios- que podrían sumar poco más de 30,000 – ni siquiera han sido tomados en cuenta en la mesa de reactivación económica convocada por el Gobierno, misma que según el consultor, debería incluir científicos que garanticen una apertura ordenada, con protocolos sanitarios y siguiendo procesos que impidan un cierre posterior a la apertura por alza de contagios.

Otero realizó a finales de marzo una encuesta en la que el 82 % (de 198 empresas) respondió que sus recursos solo les alcanzarán para cubrir costos de marzo, pero a partir de abril no tendrán liquidez y solo podrían financiarse a través de deudas.

Ahora, dice el panorama es mucho más grave, porque no solo son 80 días de cuarentena, hay que ver más a profundidad el riesgo para estos micro, pequeños y medianos negocios, golpeados además por un mayor endeudamiento y una baja en el consumo, cambios en el mercado y más.
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