Los negocios ganadores y perdedores de la pandemia

La industria farmacéutica, finanzas y seguros; así como la entrega de alimentos son algunas de las que no pararon operaciones y alcanzaron números positivos.

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Centenares de negocios permanecieron cerrados por más de cinco meses debido a la pandemia del COVID-19. Foto EDH/ Archivo

Por Magdalena Reyes

2020-10-11 9:00:05

Al igual que en el mercado internacional, mientras unas empresas dan gritos de auxilio ante el cese productivo que representó el confinamiento por el COVID-19, en El Salvador hay otras que han logrando mantenerse e incluso crecer, lo que las ha convertido en las empresas ganadoras a pesar de la crisis.

A nivel local, algunas de las empresas más exitosas están en la industria farmacéutica, que no solo logró mantener vigentes sus operaciones para suplir al mercado nacional, sino también, aumentar sus exportaciones en la región.

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Según datos del Banco Central de Reserva, a pesar de la crisis, la fabricación de productos farmacéuticos, sustancias químicas medicinales y productos botánicos de uso farmacéutico creció $2.7 millones más (2.4%) en los primeros ocho meses de 2020, comparado con el mismo periodo de 2019.

Otras de las empresas ganadoras en esta crisis han sido las compañías de delivery o servicio a domicilio, que despuntaron significativamente tanto en demanda como en oferta. Hugo, una de las empresas nacionales que comenzó en 2017 ha tenido un crecimiento del 30% mensual en el último año y amplió su red de repartidores a más de 6,000 en toda la región.

El éxito ha sido tal que en el camino se han sumado otras marcas y la competencia se ha ampliado.

Otro de los rubros ha sido los servicios financieros y de seguros, uno de los pocos que ha logrado tener números positivos en el primer semestre del año con 6.1% de crecimiento.

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Los bancos también han sido ganadores a pesar de la crisis. Según datos de la Asociación Bancaria Salvadoreña (ABANSA) el saldo de crédito con destino a empresas ha mostrado crecimiento. De forma interanual a agosto alcanzó un incremento de 5.4 %, seguido por el segmento a personas con 1.5% más y el de adquisición de vivienda +1.1 %.

La tendencia de créditos para empresas es muy superior, en relación con el segmento de personas y vivienda.

Según Abansa la liquidez en los bancos, que han logrado mantener a pesar de la crisis, ha ayudado a poder otorgar más créditos a empresas, los cuales han sido utilizados como mecanismo de liquidez en medio de un momento de cierre debido a la pandemia COVID-19

La distribución, almacenamiento y venta de alimentos también hizo despuntar a muchas empresas, desde grandes (supermercados y abarroterías) hasta pequeñas empresas (tiendas, mercaditos). Nuevos supermercados en línea y empresas que proveen todo tipo de alimentos hasta la puerta de su casa o con las mayores facilidades.

Los grandes perdedores
En la otra cara de la moneda están sectores de la micro, pequeña y mediana empresa que han sufrido disminuciones que superan el 75% de su facturación pre-emergencia, obligándolas a tomar medidas que han ido desde la reducción y suspensión de personal hasta el cierre de operaciones.

En los casos en los que los empresarios han optado por seguir trabajando, lo están haciendo con menos del 50% de su capacidad instalada para operar, según los datos que arrojaron las cinco encuestas realizadas por la Cámara de Comercio e Industria (Camarasal) desde el inicio de la pandemia hasta la reactivación económica.

Según los datos de la Cámara todos los rubros económicos han sido afectados, pero el más impactado es el de servicios, y dentro de este el que ha sufrido el mayor daño es el turismo y ocio.

Las aerolíneas, las agencias de viajes, los turoperadores, los hoteles, los restaurantes, los centros turísticos han visto reducidos sus ingresos significativamente, indican los datos.

Algunas de las empresas estiman que tardarán más de un año en recuperarse a partir de que se declare abierta al 100% la economía.

Restaurantes de comida rápida, pupuserías, comedores, cafeterías y panaderías, salas de belleza, gimnasios, centros de deporte y de entretenimiento familiar, cines, pequeñas y medianas tiendas de ropa y accesorios, vieron sus operaciones reducidas a cero.

Más del 85 % de estas empresas afectadas reportaron disminuciones de ingresos superiores al 75%, durante los meses más duros de la paralización de la economía y de la cuarentena estricta.

De las 1,000 empresas que encuestó Camarasal, 530 estaban cerradas totalmente, estas pertenecen a servicios y comercio, principalmente, y 470 operaban en niveles prácticamente de subsistencia, con no más del 60% de su capacidad.

Para la gremial empresarial las empresas que probablemente registraron números positivos son algunas de rubros muy específicos como las que brindan servicios y productos de limpieza y sanitización de instalaciones, plataformas y servicios para entregas a domicilio, y por supuesto, las farmacias, especialmente por la venta de insumos de protección y prevención y supermercados.

Entre los sectores que sufrieron un impacto negativo por el confinamiento que les obligó al cierre de las operaciones está el sector turismo que debido al cierre de negocios estima que sólo entre empleos directos e indirectos se han perdido cerca de 120,000 y aún esperan a los extranjeros.

Los pequeños hoteles siguen laborando con el 25 % de su capacidad y los colaboradores únicamente trabajan por días.

Los restaurantes, que también están ligados al turismo son parte de los rubros perdedores, que han reportado miles de empleos perdidos por la crisis de la pandemia.

Solo quienes han sabido sacarle provecho al marketing e innovado con nuevas formas de entrega en casa o para llevar han logrado sobrevivir.

También el sector de la industria textil y confección resultó fuertemente golpeado en los primeros ocho meses del año únicamente exportó $1,077.5 , $702.5 millones, que en el mismo periodo de 2019, lo que refleja 39.5% menos de ventas al extranjero.

La mayoría de sectores productivos ya están operando pero aún no llegan al 100 % de su capacidad.