¿Cómo prepararse para la reapertura?

La reapertura económica y el retorno a una “nueva normalidad” están a la vuelta. Basados en una nota de The New York Time le dejamos acá algunas ideas de cómo prepararse para este paso. No olvide evitar el contacto cercano y los espacios confinados. El riesgo depende de la cantidad de gente en un lugar y cuidarse en su responsabilidad.

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Una mujer desayuna en la terraza de una cafetería zaragozana, este lunes. Buena parte de los hosteleros de Zaragoza han reabierto las terrazas de sus establecimientos con ilusión de volver a ver a sus clientes. Foto EFE/Javier Cebollada

Por Tania Urías/Agencias

2020-06-11 11:09:50

Cuando la mayor parte del país estaba en cuarentena, al menos las reglas eran bastante claras. Los trabajadores esenciales se aventuraban al exterior; el resto se quedaba en casa. Los bares y los restaurantes estaban cerrados, excepto para comprar comida para llevar; los salones de belleza y las barberías no daban servicio. Las salidas estaban limitadas al supermercado o a la farmacia.

Ahora en varios países se están levantando las restricciones, pero los lineamientos específicos acerca de cómo afrontar los pormenores de la vida cotidiana todavía son difíciles de plantear, el periódico estadounidense The New York Times, elaboró una pequeña guía que puede ayudarle a cuidarse y tomar las decisiones más acertadas. Acá se lo resumimos.

Contacto

-Necesita seguir respetando las precauciones de distanciamiento social. Eso significa llevar mascarilla, lavarse las manos bien y con frecuencia, así como mantener una distancia de por lo menos dos metros de otras personas. No de abrazos, por lo menos no de la manera habitual, ni salude de mano.

-Intente asegurarse de que los espacios públicos que frecuenta mantengan las medidas de mitigación: separación de las mesas en un restaurante, restricción de acceso o distanciamiento de los clientes en tiendas y parques, así como labores de limpieza y desinfección frecuentes.

-El virus se propaga de manera más eficiente de persona a persona, pero los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades (CDC, por su sigla en inglés) de Estados Unidos recomiendan la limpieza frecuente de los objetos de alto contacto y las superficies como mesas, chapas, interruptores de luz, barras de cocina, manijas, teléfonos, teclados, inodoros y grifos, pantallas táctiles, cajeros automáticos y las manijas de las bombas de gasolina.

-Cualquier conversación cara a cara de quince minutos entre personas que están a menos de dos metros de la otra constituye contacto cercano, dijo Muge Cevik, médica experta en enfermedades infecciosas y virología en la Escuela de Medicina de la Universidad de Saint Andrews en Escocia.

-Entre más tiempo dure la conversación y más cercana sea la proximidad física entre los participantes, mayor será el riesgo de que el virus se propague si una persona está infectada.

Confinamiento

-Las actividades en interiores, incluso en espacios de grandes dimensiones, son más conducentes a propagar el virus que los eventos realizados en exteriores, especialmente si el aire dentro del edificio es recirculado o las ventanas no se abren, dice The Times.

-Muchas infecciones se han vinculado al transporte público —como autobuses—. Algunos expertos han formulado preguntas sobre la seguridad de los espacios públicos cerrados, como los edificios de oficinas, los restaurantes en interiores y los clubes nocturnos.

El presidente de la República ordenó que los restaurantes, pupuserías, cafés y comedores deben suspender el servicio de mesa. Foto EDH / jessica orellana

-“Cuando hay aire que no circula, las gotículas permanecen más tiempo del que uno esperaría, y habrá mucha contaminación en las superficies”, dijo Cevik.

-Un flujo de aire fresco diluye el virus, y agregó: “Cuando estás cerca de una buena fuente de flujo de aire o junto a una ventana, tu tracto respiratorio superior ya no estará expuesto a tanto virus”.

-En resumen, si viaja en autobús busque abrir la ventana y en su oficina, mejor si hay ventanas y puertas también abiertas, que dejen circular el aire.

Cantidad de gente

-Los grupos numerosos son riesgosos, sin importar dónde estén reunidos. Incluso en exteriores, las multitudes representan más gente, más contactos y más fuentes potenciales de infección. Al final, lo más importante es que prevenir la infección es una cuestión de números: menos es más.

-“Es una manera muy diferente de pensar a la que la mayoría de las personas en el mundo no están acostumbradas”, dijo Barbara Taylor, médica especialista en enfermedades infecciosas en el Centro de Ciencias de la Salud de la Universidad de Texas, campus San Antonio. “Todo está en las matemáticas”.

Vista del paseo marítimo en Ocean City, Maryland, durante el primer fin de semana tras la apertura de las playas en Estados Unidos. Foto AFP/ Alex Edelman

-Los CDC clasifican las opciones para cenar en situaciones de menor a mayor riesgo. El menor riesgo es el servicio por ventanilla, la entrega a domicilio, la comida para llevar o los pedidos que se recogen en el auto. Los restaurantes con el riesgo más alto son los que tienen mesas en exteriores e interiores sin espacio entre sí.

Capacidad de elección

-Al final, cada individuo debe tomar una decisión personal sobre el nivel de riesgo con el que ella o él están cómodos, sopesando su propia edad y estado de salud, circunstancias de vida y nivel general de aversión o tolerancia al riesgo.

-Las personas vulnerables a enfermarse de gravedad si llegaran a infectarse de coronavirus desearán tomar las mayores precauciones. Ese grupo incluye a las personas mayores de 65 años, residentes de asilos y centros de cuidados prolongados, personas inmunocomprometidas, con enfermedades crónicas de pulmón o riñón o afecciones cardiacas o aquellos con obesidad mórbida.

No obstante, los adultos jóvenes y saludables, así como los niños, deberían considerar proteger a las personas a su alrededor, incluyendo a familiares, colegas o amigos que son vulnerables debido a enfermedades crónicas u otras circunstancias de vida.