Producción de granos, frutas y hortalizas será golpeada en los próximos cuatro meses

Un estudio del Instituto Interamericano de Cooperación para la Agricultura (IICA) sobre agricultura familiar y abastecimiento agroalimentario advierte de los efectos negativos de medidas tomadas ante la pandemia.

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Agricultores se encargan de triturar parte de la cosecha perdída. Foto/ René Quintanilla

Por Katlen Urquilla

2020-08-07 4:30:35

La compra de frutas, hortalizas, granos básicos y carne podría volverse un calvario en los próximos cuatro meses, debido al impacto de las medidas contra la pandemia en el hemisferio.

Así lo vaticina un estudio realizado por el Instituto Interamericano de Cooperación para la Agricultura (IICA), el cual realizó un sondeo en mayo pasado a través de su Programa de Desarrollo Territorial y Agricultura Familiar, sobre la situación de la agricultura familiar y el abastecimiento agroalimentario ante la pandemia de COVID-19 en América Latina y el Caribe.

En el sondeo participaron 118 referentes calificados de 29 países del hemisferio y los resultados permiten trazar un panorama general de lo que está ocurriendo con el abastecimiento alimentario y sus efectos en los productores familiares.

Los especialistas analizaron tres perspectivas: las dificultades para que la agricultura familiar continúe sus actividades productivas y comerciales; los volúmenes de producción en los próximos meses; y los ingresos y precios recibidos por la venta de esos productos.

Un 88% de los consultados dijeron que los productos que podrían verse más afectados por impacto de medidas contra la pandemia serían los granos y cereales, las hortalizas, seguido de las frutas, las raíces y tubérculos, y las carnes.
A eso se suman los tomates, las cebollas, el repollo y productos acuícolas, los cuales reducirán sus volúmenes de producción, según el sondeo.

También mencionaron productos como el azúcar, ornamentales, ganadería, semillas y nueces, productos forestales, vinos, entre otros.

Pero opinaron que la producción de algunos alimentos aumentará o se mantendrá, entre los que están el maíz, el frijol, los cereales andinos, las musáceas, la papa y la yuca.

Importadores y vendedores salvadoreños de frutas y verduras han reportado desde meses atrás que la mayoría de productos han aumentado su precio en el marco de la pandemia. En mayo, por ejemplo, indicaban que habían subido un 20% debido a que el país no produce grandes volúmenes de fruta o verdura y que casi todo lo que se consume es importado. A eso le sumaban que los vendedores a detalle muchas veces le subían hasta el 100% a los productos.

Las medidas que han golpeado
El sondeo del IICA también exploró qué es lo que ha incidido en la producción de la agricultura familiar y en el abastecimiento de alimentos y encontró que algunas de las dificultades han sido debido a protocolos de protección sanitaria (53%), el transporte y distribución de alimentos (50%), el acceso a capital financiero (49%) y la falta de capacidad de almacenamiento (43%), entre otros.

De acuerdo al estudio, algunas variables identificadas por los entrevistados en los 29 países del hemisferio sobre el abastecimiento de productos de la agricultura familiar fueron la disponibilidad de alimentos, ya sean nacionales o importados, su traslado al mercado, y las condiciones en puntos de venta.

El 66% apuntó que el cierre de puntos de venta tradicionales es lo que más ha afectado; el 52% dijo que la falta de transporte a puntos de venta y el 51% indicó que incidían las condiciones para el manejo postcosecha.

Un tercio de los consultados es de la opinión que ya empiezan a visualizarse problemas de abastecimiento en las cadenas de productos lácteos, las de granos y cereales, particularmente el maíz, las cadenas de producción de carnes, como la de res y cerdo, la de especies menores y la de café.

En el caso salvadoreño, el director de la Asociación Gremial Empresarial de Exportadores e Importadores de Frutas y Verduras de El Salvador (Ageifves), Ernesto Hernández, ha explicado que el desabastecimiento llegó a ser un problema en el país debido a medidas que implementó el gobierno ante la emergencia sanitaria, como las extensas cuarentenas.

En varios de los países donde el IICA realizó el sondeo, el 28% de los entrevistados mencionaron que han tenido dificultad para adquirir insumos para la producción, destacando en este grupo los agroquímicos, las semillas, la maquinaria y repuestos; un 26% dijo que los granos y cereales, en especial el maíz y arroz; otro 10% que eran las frutas; y el 9% apuntó que las hortalizas.

Demanda de alimentos y precios
Además, mediante la consulta los entrevistados identificaron otros problemas para suplir la demanda de alimentos de la agricultura familiar en los próximos meses, entre ellas la oferta de productos, mecanismos para acceder al consumidor (modalidades de entrega de productos poco desarrolladas y suspensión de mecanismos de acceso a mercados como circuitos cortos y mercados itinerantes), y afluencia de consumidores a los mercados (reducido número de compradores por temor a la aglomeración física).

Alrededor del 42% indicó que el acceso al consumidor y su afluencia a mercados serán los mayores problemas en los próximos meses.

Mientras que otros consultados consideraron que las demás variables relacionadas con la oferta de productos podrían generar problemas, pero de forma menos importante.

En cuanto a los precios de los productos e ingresos por las ventas, el sondeo reflejó que los costos se han mantenido estables.
Un 47% de las personas consultadas consideran que los precios recibidos por la agricultura familiar se han mantenido estables y el 37% dijeron que se han reducido. Mientras que para el 70% de esas personas los ingresos de la agricultura familiar han disminuido, tanto por la contracción de la economía y reducción de la demanda, como por los bajos precios que les pagan los intermediarios.

Además, según la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO, por sus siglas en inglés), para finales de 2020 el COVID-19 podría empujar a entre 80 y 130 millones de personas al hambre en todo el mundo.
En su reporte anual sobre la “Seguridad Alimentaria y la Nutrición en el Mundo”, publicado el 13 de julio, la FAO, en alianza con la Programa Mundial de Alimentos (PMA) y otras tres agencias internacionales, alerta que la crisis sanitaria “está intensificando la vulnerabilidad y la desigualdad de los sistemas alimentarios mundiales”, desde la producción, a la distribución y el consumo.