Número de tarjetas de crédito aumentó en 47,000 en un mes

Entre junio y julio de 2020 se dio un despunte en la adquisición de dinero plástico por parte de los salvadoreños tanto en bancos como en financieras, almacenes y servicios de salud.

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Foto EDH /archivo

Por Magdalena Reyes

2020-09-03 10:00:23

Luego de cinco meses de confinamiento a los salvadoreños además de aquejarles la pandemia del COVID-19, tambièn comienzan a pasarle factura las deudas. Solo en un mes, el número de tarjetas de crédito circulantes en el país se incrementó en más de 47,000, según el observatorio de tarjetas de créditos de la Defensoría del Consumidor,

De junio a julio, la cantidad de tarjetas circulando entre los salvadoreños pasó de 891,325 a 939,079.

La tendencia alcista se ha mantenido durante todo el año, pero sobre todo en el segundo trimestre del año. Los datos muestran que entre enero y julio de este año el incremento de número de tarjetas ha sido de 85,120.

Y no son solo tarjetas emitidas por los bancos. En el número de las tarjetas de crédito también se encuentras aquellas emitidas por financieras, almacenes comerciales y cooperativas especializadas en servicios de salud.

Esto ha provocado que más salvadoreños estén catalogados ahora como “deudores” de tarjetas de crédito. Según la Defensoría, unos 647,353 salvadoreños poseen algún tipo de deuda con tarjeta de crédito. Este número sobrepasa en 25,330 los salvadoreños más tienen deudas, si se comparan con los 622,023 deudores que contaban en julio de 2019, según los datos del observatorio.

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En el sector financiero también se ha visto un comportamiento al alza en los montos de refinanciamiento de préstamos por parte de los salvadoreños.

A julio de este año los salvadoreños tenían $547.21 millones en refinanciamiento de sus créditos, de estos fondos el 41.1 %, $225 millones, son para crédito de consumo, según el ranking bancario de la Asociación Bancaria Salvadoreña (ABANSA).

En la cartera de créditos vencidos hay un saldo de $50 millones a julio de 2020.

La cartera de préstamos del sector bancario a julio alcanzó los $13,438.9 millones, de estos el $4,514.1 millones son créditos de consumo.

Muchos salvadoreños que debido a la pandemia han visto reducidos sus ingresos por la modificación de su jornada laboral o el cese de sus contratos tendrán que enfrentar un panorama cuesta arriba con sus finanzas personales.

Meses de incumplimiento

La experta en rescate de deuda de la empresa consultora Logros, Ana María Valladares, recuerda que todas las instituciones financieras están obligadas por ley a proporcionar a sus clientes los mecanismos de pago para adecuar los tres meses de incumplimiento de cuarentena.

“No es obligación del deudor consolidar, refinanciar o extrafinanciar para resolver los tres meses de incumplimiento”, menciona la experta.

Otra de las recomendaciones de la profesional para las personas que tienen deudas actualmente con el sistema financiero es que el deudor deben firmar arreglos de pagos, ajustes, soluciones que incluyan y respeten los beneficios otorgados a los deudores durante la cuarentena (los incumplimientos de pago por tres meses: marzo, abril y mayo).

Valladares recuerda que por decreto Ejecutivo se dio un periodo de gracia durante tres meses para los deudores y el monto debía distribuirse entre las cuotas restantes del crédito.

La realización de un plan de ingresos y pagos pueden hacer la diferencia. Foto EDH / Archivo

Tome en cuenta la seguridad de ingresos futuros

La solución de muchos salvadoreños que tienen una deuda suele inclinarse por obtener otro préstamo o consolidarlo. Sin embargo, las personas deben tener en cuenta que nuevas deudas y refinanciamientos o consolidaciones significan nuevos cargos financieros que deberá cancelar por el proceso, por ende representan más desgaste de la liquidez de las finanzas personales.

Por eso la experta de Logros insiste en que no se debe contratar nueva deuda de este tipo sin la seguridad de los ingresos a futuro.

“Si usted ya tenía una deuda adquirida y fue cesado de su trabajo o le redujeron sus ingresos, dependerá del tipo de deuda que posea para hacer las maniobras necesarias que le permitan solventarla su compromiso con el plan que le resulte más conveniente”, indicó Valladares.

“Generalmente son los préstamos personales los que cuentan con un seguro por desempleo que puede variar en la cantidad de meses que cubren”, explicó.

En caso de que se tratara de tarjetas de crédito, lo más aconsejable es cerrarla de forma legal y solicitar a la institución financiera que se la convierta a un préstamo personal para que pueda beneficiarse de una tasa más baja.

“Esto implica que dejará de usar estas tarjetas y que deberá hacer una planificación exhaustiva de sus finanzas personales para reducir y controlar el gasto”, apuntó.

La Defensoría del Consumidor, por su parte, invita a distinguir las posibles soluciones financieras relacionadas al saldo de una tarjeta de crédito, es decir, un financiamiento significaría eliminar una línea de crédito rotativa que muy seguramente tiene aplicado el 59% y 65% en concepto de interés, mientras que el préstamo decreciente, seguramente tendrá una aplicación de 30 % menos.

Según las recomendaciones de la Defensoría del Consumidor la mejor forma de utilizar la tarjeta de crédito es como un medio de pago y no como un medio de financiamiento, es decir, realizar compras que no sobrepasen su nivel adquisitivo.

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