Los Molina llevan tres décadas elaborando el pan de Nochebuena en San Juan Opico

En el cantón Agua Escondida, del municipio de San Juan Opico, la familia Molina se encarga de llevar el tradicional pan de Nochebuena durante las fiestas de navidad.

descripción de la imagen
La familia molina lleva décadas dedicándose a la elaboración del pan de Nochevieja. Foto EDH / Jonathan Tobías

Por Jonathan Tobías

2020-12-24 2:46:00

Desde la madrugada del 24 de diciembre, el aroma a pan recién horneado se dispersa por toda la casa de la familia Molina, en el cantón Agua Escondida, del municipio de San Juan Opico, La Libertad.

La familia es una de las pocas que todavía preparan el pan de forma artesanal. Mauricio Molina, de 55 años, tiene más de tres décadas ofreciendo este producto a quienes lo compran para la cena de Nochebuena y Nochevieja.

Desde muy temprano, los Molina trabajan en la elaboración del pan francés. Foto EDH / Jonathan Tobías

Pan largo, indio, centenario, cachos y redondos, son las variedades que la Familia Molina vende, año tras año. Sin embargo, durante el mes de diciembre, hornean en grandes cantidades el “pan largo”, que sirve como acompañamiento para degustar en familia el famoso “pan con chumpe”. Este pan es vendido a $0.10 y $0.15 la unidad, dependiendo del tamaño.

“Está temporada está calmado. En otros años ya se había vendido más”, recuerda Marleny de Molina, esposa del dueño de la panadería. Ella señala que las ventas han disminuido en gran medida. A pesar de eso, comenta que este producto es uno de los más buscados en cualquier época del año.

El pan se distribuye en diferentes puntos de San Juan Opico y lugares aledaños. Foto EDH / Jonathan Tobías

Un aproximado de 2,000 panes, distribuidos en 150 bandejas, son los que elabora la Familia Molina para la Nochebuena. Para el 31 de diciembre, se mantiene el mismo margen de venta. Los clientes son los que llegan a la panadería para realizar la compra, mientras que en ocasiones especiales, Mauricio Molina hace la entrega a domicilio en su bicicleta.

FOTOS: Jesús, María y José viven en Belén, de Ciudad Barrios

Algunos clientes prefieren hacer sus pedidos con anticipación para no quedarse sin el codiciado pan. Otros, hacen la compra el mismo día, con el riesgo que el producto se haya terminado. “Nos sentimos satisfechos porque siempre nos buscan. A la gente le gusta nuestro pan porque es recién sacado del horno”, dice Marleny.

La familia relata que debido a que las ventas han disminuido durante el inicio de la pandemia, han tenido que “reinventarse”, ofreciendo nuevos productos para los lugareños del municipio, tales como las minutas y pizza artesanal.

El pan francés se comercializa en diferentes tamaños. Foto EDH / Jonathan Tobías

En medio de un posible “rebrote” de contagios por el COVID-19, la familia Molina enfatiza que su pan lo elaboran cumpliendo con todas las medidas de higiene y bioseguridad. Mauricio mantiene puesta su mascarilla durante todo el proceso y desinfecta las latas y todas las herramientas de trabajo que utiliza.

“Queremos que nuestros clientes se sientan seguros y con la confianza de que nuestro pan es de calidad”, expresa Mauricio y hace un llamado a la población a celebrar la navidad en familia y cumpliendo con todas las medidas de seguridad para evitar contagios duranta las fiestas de fin de año.