“Piden muchos requisitos, a los de abajo nos cuesta”

Cuatro historias de pequeños comerciantes que buscan auxilio económico en Bandesal

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Rostros de los que buscan un auxilio para seguir trabajando y tener ingresos

Por Jessica Guzmán

2020-10-23 4:30:35

Tras largos meses de espera por ayuda económica, comerciantes, en su mayoría micro y pequeños tanto del sector formal como del informal, han llegado desde muy temprano al Banco de Desarrollo de El Salvador (Bandesal) para aplicar al crédito y en algunos casos también al subsidio dentro del Fideicomiso para la Recuperación Económica de las Empresas Salvadoreñas (Firempresa).

El fideicomiso tiene un monto de $600 millones: $360 millones son para los créditos de las empresas del sector formal; $100 millones para los créditos de los negocios del sector informal; y $140 millones para el subsidio para planillas de las mipymes.

“Piden muchos requisitos, a los de abajo nos cuesta”
En el sitio web de Firempresa se explican los requisitos para aplicar en las tres categorías, además de una lista larga de documentación que deben presentar.

David Ramos tenía su negocio de comida típica salvadoreña y antojos mexicanos en Suchitoto, pero con el cierre económico tuvo que entregar el local, pues ya no podía pagarlo. Con la reapertura económica ha reiniciado con mucha dificultad, pero ahora en su casa en Soyapango.

El micro empresario pertenece al sector informal y llegó ayer a las oficinas de Bandesal para aplicar al crédito ya que su objetivo es dinamizar su negocio.

“Ahorita estoy desde mi casa, pero jamás va a ser lo mismo, y aunque ya no puedo reabrir en Suchitoto, porque el turismo ya no es igual, entonces seguiré desde la casa por ahora, pero tengo la visión de abrir en los negocios en el Teleférico”, dice Ramos.

Según cuenta el comerciante, todo este tiempo ha sido muy difícil para él, pues su negocio prácticamente muerto no le daba para sostener a su esposa e hija; pudo hacerle frente gracias a la ayuda que recibió de familia y amigos.

“Yo vi los requisitos que piden y creo que hay muchas trabas, a uno de pequeño le cuesta, pero vengo a tratar de aplicar al crédito, porque mi visión es seguir con mi negocio”.
David ramos, microempresario

“Con el cierre nos quedamos sin un dólar”

María Cruz de Merino es una comerciante de 53 años de edad, que tenía dos años de haber iniciado su pequeña pupusería en San Marcos, cuando el gobierno ordenó en marzo pasado que todos los negocios tenían que cerrar, como medida frente a la pandemia.

“En ese momento tuvimos que regalar y botar todo, no me pregunte ni cómo hemos sobrevivido, porque antes de la pandemia era bonita y después no vender ni un dólar, imagínese. Ahora ando aquí tratando de aplicar a un crédito, porque yo ya no pude pagar local, ni energía eléctrica, ni agua”, relata.

Ella llegó ayer temprano a Bandesal con un folder donde llevaba documentos que el gobierno exige a comerciantes del sector informal para otorgarles un préstamo.

Según explicó María, el crédito le servirá para salir de deudas y poder comprar mercadería, ya que con dificultad logran comprar las materias primas para las pupusas, porque la venta es muy baja.

“Aquí en realidad los afectados somos los que no tenemos ni una cuenta bancaria; lo que tenemos son deudas, aflicciones. Si me dan el crédito ‘Gloria a Dios’ y si no, pues él sabe por qué”

María Cruz de merino, Propietaria de pupusería

“Ahorita vamos empezando de cero”

Ana Martínez tiene 38 años de edad y 10 años de dedicarse a la venta de bolis en los alrededores del Mercado Central en la capital, pero como miles de comerciantes tuvo que dejar de vender en marzo pasado.

“Ese día me quedé con la venta, la perdí, regalé lo que pude, porque ese día que cerraron ya ni pude entrar al mercado y a mí me dio una gran aflicción, porque uno a diario va comiendo de lo que va vendiendo y solo Dios sabe cómo hice estos meses”, relata Ana, madre soltera de cuatro hijos.

Este jueves llegó a aplicar para un crédito, porque necesita dinamitar su negocio, ya que apenas vende una tercera parte de lo que antes podía vender en un día antes de la pandemia. “Habían días que vendía hasta $100, ahora a penas $25 o $30, porque la gente no compra, no hay inversión tampoco; está dura la venta y a ver si me dan el crédito”, dice. Al final, a Ana le recibieron la documentación y le dijeron que espere que le avisarán en unos días.

“Espero poder aplicar al crédito; yo he estado pendiente y aquí estoy haciendo cola a ver si me dan el crédito, para volver a dinamizar mi venta”.

Ana Martínez, comerciante en pequeño

“Afectó que los políticos no se ponían de acuerdo”

Edwin Orlando Sánchez es fabricante de muebles para casas comerciales y para clientes particulares, pero al igual que otros pequeños empresarios fue duramente afectado por el cierre económico, aunque también cuestiona el atraso para aprobar y hacerles llegar el dinero del fideicomiso.

“Primero afectó la pandemia, pero nuestro rubro se vio sumamente afectado, ya que por meses los poderes políticos no se ponían de acuerdo y eso nos afectó, no voy a culpar a un órgano en específico, pero esto debió ser un acuerdo entre todos que tuvieron que haber realizado antes”, expresa Sánchez.

El pequeño empresario aplicó ayer al crédito y al subsidio que ha puesto a disposición el gobierno, pero ahora debe esperar que por medio de un correo electrónico le avisen si pasa a una segunda etapa. Él tiene fe que sí se le otorgará el crédito y el beneficio del subsidio, pues asegura que llena todos los requisitos.

“Lástima que entre todos los poderes del Estado no había un acuerdo antes y eso nos afectó a todos. Respecto a los requisitos los veo bien y creo que puedo aplicar”.

Edwin Sánchez empresario del sector formal