Sector farmacéutico, uno de los pocos que mejoró sus exportaciones en junio

El sector tampoco ha dejado de lado a los clientes en el extranjero, dice la presidenta de Inquifar.

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Desde marzo los salvadoreños abarrotaron las farmacias en busca de suplementos vitamínicos para fortalecer el sistema inmune así comol alcohol en gel, entre otros. Foto EDH / Jorge Reyes

Por Magdalena Reyes

2020-07-28 4:01:36

La industria farmacéutica es una de las pocas que puede celebrar el aumento en sus exportaciones este año.

Aunque en un primer momento del impacto de crisis por la pandemia del COVID-19, las exportaciones del sector químico–farmacéutico bajaron entre marzo y abril entre un 10 % y 15 %. Pero en mayo y junio han recuperado los mercados en donde habían disminuido.

Según datos del Banco Central de Reserva (BCR) el rubro exportador de fabricación de productos farmacéuticos, sustancias químicas medicinales y productos botánicos de uso farmacéutico, están entre los pocos que representaron un incremento de $1.5 millones en exportaciones a junio de este año.

A pesar de que en el inicio de la cuarentena se dio una baja de las ventas al exterior, con las nivelaciones que se lograron en mayo y junio, la industria local ha podido responden a los pedidos de sus clientes en el extranjeros, según aseguró Carmen Pérez, presidenta de la Asociación de Industriales Químico-Farmacéuticos de El Salvador (Inquifar), Carmen Pérez.

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El sector asegura, además, que cuenta con la capacidad de suplir el 100% de la demanda nacional originada por la emergencia del COVID-19, asegura la

La industria ha tenido que dirigir todos los esfuerzos para suplir la demanda de la población, sobre todo en lo requerido para la atención de la pandemia.

“Hemos tratado de solventar las necesidades que se van presentando y a eso nos vamos dirigiendo. Nos apoya la Dirección Nacional de Medicamentos para poder tener los registros rápidos, porque todo lo que hacemos es con aval. También tenemos el apoyo del Ciex (Centro de Trámites de Importaciones y Exportaciones) para ingresar las materias primas y tenerlo en el momento y no llegar al desabastecimiento”, detalló.

Las plantas de producción en algunos casos han trabajado hasta doble turno para poder suplir con la demanda solicitada, que incluye los medicamentos que se requieren para tratar la emergencia del COVID-19 y los suplementos vitamínicos que fortalecen el sistema inmune.

“Casi me atrevo a decir que el 100 % del zinc que se está consumiendo en el país es hecho en el país, al igual que la vitamina A y C. Tenemos Azitromicina e Ivermectina hecha localmente”, detalló.

Desde el inicio de la emergencia, cuando los laboratorios debieron comenzar a trabajar a todo vapor, Pérez aseguró que ha habido suficiente medicamento y materia prima.

La baja en la colocación de productos ha sido a nivel de visita médica, porque no se puede hacer publicidad a medicamentos que son de prescripción médica.

Importación de materias primas

Según la titular de Inquifar la industria tienen que trabajar con proyección de largo plazo por los nuevos tiempo de entregas de las materias primas.

“Hemos tenido que pedir por adelantado. Nos está tocando hacer fila, porque por ejemplo, la India cerró la exportación de materia prima para ibuprofreno y para acetaminofén. En otros lugares están con pedidos hasta julio del próximo año”, explicó.

La fortaleza de la industria farmacéutica local es que puede responder a la demanda y los empresarios han priorizado suplir el mercado nacional.

La industria además mantiene la producción de medicamentos para pacientes con enfermedades crónicas no transmisibles como los padecimientos cardiacos, cáncer e insuficiencia renal, entre otros, porque dichos pacientes no pueden suspender sus tratamientos.

La pandemia ha representado incremento de costos en algunas de las materias primas, sobre todo en aquellas que sirven para elaborar medicamentos para hacer frente al COVID-19.

“En el mercado mundial de las materias primas lo que están tratando de hacer es que nadie acapare para después vender más caro”, aseguró.

Esto implica que la industria haga proyección de producción a más largo plazo, hacer un mejor manejo de inventario y de esa forma mantener una mejor opción de compra.

Mantener las ventas

Para Carmen Pérez el reto de la industria al cierre de este año es mantener las exportaciones o en el más optimista de los panoramas incrementarlo en un 5 %.

“La industria tiene una marcada vocación exportadora y poder mantener las exportaciones del año pasado o una variación de un 5 % sería bastante valioso, pero al final estamos pendientes de que el país tenga los medicamentos que necesita”, detalló.

Según datos del ISSS a marzo 2020, el sector cuenta con 6,200 empleados, con un leve aumento de empleos eventuales.

La industria trabaja a doble turno para cumplir tanto con la demanda local como la extranjera, siempre con las condiciones de bioseguridad.

“Las buenas prácticas de manufactura ha hecho menos complicado incluso que la repliquen en sus casas, sobre cómo mantener la higiene con los vecinos y sus familias”, detalló.

Desde el inicio de la pandemia la industria quimico-farmacéutica ha tenido que redoblar esfuerzos para responder al alza de demanda de medicamentos y de alcohol gel que se dio desde el inicio.

La industria de los medicamentos en El Salvador ha presentado un crecimiento sostenido, pese a los obstáculos que ha enfrentado en los últimos 10 años. Tiene como sus principales mercados a Guatemala, Honduras y Nicaragua. En 2018 el rubro exportó más de $142 millones.

Según reflejó el más reciente informe sectorial a septiembre 2019 de Inquifar, el monto de las mayores exportaciones está repartido con un 25 % en Guatemala, 23 % en Honduras, 16 % en Nicaragua y 12 % para Panamá.

Las ventas del rubro en 2018 fueron de $275 millones; de ese monto, $142.2 millones corresponden a las exportaciones y el resto está distribuido en las ventas locales a farmacias, mercado privado y mercado institucional.