La entrega del subsidio por el incremento al salario mínimo avanza, pero aún falta por entregar la ayuda económica a más de 4,500 pequeños negocios, ya que al 13 de septiembre el gobierno afirma que son
10,482 empresas a las que les desembolsarán $4,704,938, según informó el presidente del Banco de Desarrollo de El Salvador (Bandesal), Juan Pablo Durán.
El incremento al salario mínimo entró en vigor el 1 de agosto y para que las empresas lo hicieran efectivo cada quincena o al mes, según su estructura, el gobierno les ofreció entregar subsidio al menos 15 días después de cada pago; sin embargo, a la fecha, de las 15,000 empresas que Durán indicó que serán beneficiadas, más de 4,500 negocios aún están pendientes de recibirlo, según los datos de Bandesal.
Durán detalló, durante una entrevista televisiva, que están manejando costos poco a poco, ya que al fideicomiso creado para este subsidio por un total de $100 millones, solo le han sido aprobados $20 millones el pasado 2 de septiembre, de los cuales en este primer mes solo tienen un primer desembolso de $5,365,281, por lo que han destinado $4,704,938 al 13 de septiembre para la primera cuota de 12 que prometió el gobierno a las empresas cuando anunció el alza salarial.
“Hicimos corte el día jueves, luego se han venido sumando nuevas empresas y esperamos se sumen entre 2,500 y 5,000 nuevas empresas que ingresarán y que no alcanzaron a inscribirse en este período, para ellas habrá un segundo desembolso”, explicó Durán.
Dentro de las solicitudes para aplicar a este subsidio, 252 negocios están en espera, ya que supuestamente al llenar el formulario se equivocaron al dar su número de cuenta para que les hicieran el depósito, por lo que el sistema lo ha rechazado y “esperaría” que se resuelva en corto tiempo, añadió.
El presidente de Bandesal dijo que es importante apoyar a las mipymnes con el subsidio, pero recalcó que el subsidio solo durará un año y es solo para las que tengan inscritos a sus empleados en el Instituto Salvadoreño del Seguro Social (ISSS).
Guillermo Guido, presidente de Unión Mipyme, confirmó que hay empresas que siguen esperando el subsidio. “Yo he visto que ya empezaron a mandar un correo para depositar o que ya lo hicieron, no sé de cuánto lo hicieron (el depósito), pero a otras supe que no les ha llegado”, dijo Guido.
Uno de los requisitos que estableció el gobierno para dar el subsidio a los micro, pequeños y medianos negocios, equivalente al 20 % del aumento salarial, es que deben ser empresas formales que demuestren pago de planilla a julio de este año, es decir que cualquier mipyme formal que nazca después de ese mes no recibirá ese subsidio ni otro incentivo por subir salario mínimo.
Lea también: Exministro de Hacienda, Nelson Fuentes, revela en entrevista: “Me tocó decir ‘No’ a muchas cosas
Esto ha sido criticado por la directora ejecutiva de la Asociación Nacional de la Empresa Privada (Anep), Leonor Selva.
“Se tomó la planilla de julio, no a nuevos empleados que pudiesen surgir, o nuevas mipymes formales y esto desincentiva a la formalidad; la forma en que se aprobó el incremento desincentiva la generación de nuevos empleos”, señaló.
Para Guido, las mipymes que surjan tendrán que asumir el incremento sin subsidio y luchar por mantenerse en medio la crisis.
“Las mipymes que sean creadas de agosto en adelante ya nacen pagando el incremento al salario mínimo, no está diseñado para gente que está creando, sino luchando por sostenerse”, dijo y recalcó que lo importante es que se creen las condiciones de sostenibilidad para las empresas.
Selva apuntó: “Nosotros hemos advertido que el incremento se traduce en incremento en costos de operación y producción y el impacto se verá en el segundo semestre y en el 2022 cuando termine el subsidio y los productos siguen al alza”.
Selva recomendó a los micro, pequeños y medianos empresarios a no depender del subsidio, ya que esto no es duradero y podría ser engañoso en su estructura de costos y al final de julio de 2022, cuando se termine, les afectará duramente.
“Las mipymes deben cuidar su estructura de costos y planificación a futuro, que estas que no dependan del subsidio y que planifiquen su operación y sus costos de producción, de acuerdo a su rentabilidad real”, aconsejó Selva.