La industria textil y de la confección evoluciona al ritmo de la moda

La industria textilera y de la confección local se transforma al paso de las grandes tendencias de la moda global.

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Por Guadalupe Hernández

2019-04-16 6:00:23

Los pants, leggings, biker shorts y otras prendas deportivas ya no son exclusivas para el gym, ahora son parte de una moda urbana que se mantendrá vigente en los próximos años. Las textileras lo saben y mueven su maquinaria hacia esa tendencia, llamada ‘athleisure’.

Muchas de esas prendas son elaboradas por manos salvadoreñas. De hecho, El Salvador incursionó en la fabricación de prendas deportivas hace más de 10 años, cuando empresas internacionales se establecieron en territorio salvadoreño, afirmó Patricia de Figueroa, directora ejecutiva de la Cámara de la Industria Textil, Confección y Zonas Francas (Camtex).

En ese entonces, las empresas especializadas en distintos segmentos integraron un clúster de sintéticos, vigente a la fecha, el cual les ha permitido evolucionar e ir al ritmo de las nuevas tendencias.

Esa cadena de valor se ha consolidado e integrado verticalmente hacia el paquete completo, es decir, incorporando las actividades productivas de la cadena textil y confección, desde la producción de fibras, la fabricación y acabado de hilados y tejidos, el diseño hasta el corte y confección de prendas de alto valor agregado.

Una de esas empresas es la brasileña Pettenati, que produce telas para deportes de alto rendimiento para grandes clientes, como: Under Armour, Reebok, Columbia, Lacoste, The North Face, Adidas y Nike, entre otras.

Textiles Opico (Texops) es otra empresa que produce prendas con alto valor agregado, como con control de la humedad y de olores o antimicrobiano.

La firma fabrica ropa para diferentes disciplinas deportivas, como ‘fitness’, golf, o tenis, yoga, ciclismo y trajes de baños entre otros.

Destacó que los avances se observan en tejidos inteligentes para la fabricación de ropa de moda como la ‘activewear’ (prendas de vestir destinadas para la práctica de deportes o el ocio), la ‘dry-fit’ (ropa que lleva un tejido de microfibra que repele el sudor del cuerpo hacia la superficie del tejido, propia para atletas), y la ‘yogawear’ (ropa para hacer yoga, pero también para la actividades diarias), entre otras.

La fabricación de telas y prendas con tejidos inteligentes no es nueva, aclaró De Figueroa. Esto se hace desde 2005, cuando ingresaron al país grandes jugadores de tejidos inteligentes, los cuales se asentaron en el país seducidos por la cercanía del país con Estados Unidos, la calidad de la mano de obra, y las facilidades para hacer negocios en ese entonces, entre éstos: Pettenati, Unifi, Youngone El Salvador, CS Central America, George C. Moore, y Texops, entre muchas otros.

Sin embargo, la industria ha ganando reconocimiento e incursionado en nuevos nichos de moda en los últimos cinco años, destacó la experta.

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¿Los resultados?
La apuesta por la diversificación ha llevado al sector ha incrementar el valor de las exportaciones en 301.7 millones de dólares en los últimos cinco años.

Solo en 2018, las ventas del rubro incrementaron 79.2 millones de dólares, con respecto al año previo, con un total de 2,696.3 millones de dólares.

El principal mercado de exportación es Estados Unidos, en donde El Salvador ocupa la novena posición como proveedor de prendas de vestir.

El año pasado, las exportaciones a ese país sumaron 1,973.7 millones de dólares.

La gremial destacó que actualmente las exportaciones de la industria en el mercado estadounidense apenas alcanzan el 3 %, por lo que considera que las oportunidades son “enormes”, sobre todo por la demanda del tipo de productos en el que El Salvador tiene experiencia.

“Ese tres por ciento se ha venido consolidando gracias a las cadenas de abastecimiento que se han creado en el país y en la región. Aquí tenemos mucha materia prima y las grandes textileras e hilanderas trabajando para la región Cafta. Eso nos permite posicionarnos como un mercado en donde un retailers encuentra la oportunidad de abastecerse rápidamente”, explicó el asesor técnico-comercial de Camtex, Mauricio Rodríguez.

Sin embargo, no todo es color de rosa. La industria se ha visto limitada por la falta de nuevas inversiones.

Según Camtex, la última inversión que llegó al sector lo hizo en 2009. Una buena estrategia de atracción de inversión extranjera permitiría abrir la puerta a más fabricantes de tela e hilaza, y por ende, dar un salto cualitativo hacia la diversificación de los clúster de producción.

Para este año se espera que esta industria tenga un desempeño similar, debido a que no hay grandes inversiones.