Desde pagar un servicio como el agua o la energía eléctrica hasta realizar transferencias a cuentas de ahorros o abonar a un crédito, la banca electrónica en dispositivos móviles experimentará en 2019 una mayor demanda por su facilidad y el nivel de seguridad que hoy hay al respecto.
Por ello, para las instituciones financieras la banca electrónica es una importante herramienta para avanzar en la bancarización e incluso permite aumentar la inclusión financiera para llegar a nuevos o potenciales mercados, sobre todo aquellos donde se ha reducido la brecha digital.
Datos del Banco Central de Reserva (BCR) consultados en su página web confirman que al cierre de 2017 habían 780,515 usuarios de banca por Internet en el país. De estos 103,927 son personas jurídicas mientras que 676,588 son personas naturales.
Además, según la misma institución, al cierre de 2017 se realizaron transferencias por banca electrónica por un monto de $18 millones 793 mil, por lo que se demuestra que en los últimos años hay una tendencia a migrar las operaciones del contacto presencial del usuario con la banca al entorno móvil y digital.
Compras en línea crecen arriba del 10 % en El Salvador
Empresas como Aeropost han presentado crecimiento en 2017 de un 16% real, mientras que la tienda en línea de La Curacao incrementó visitas en 30 %.
A nivel global la revista estadounidense Forbes realizó un estudio que concluyó que en los Estados Unidos el 40 % de los usuarios no ha visitado una oficina bancaria en los últimos seis meses y que se ha reducido a la mitad la cantidad de oficinas bancarias físicas en el país norteamericano.
Un factor que ha incidido en el auge de las operaciones electrónicas es la seguridad y un cambio en la cultura de como el usuario percibe realizar operaciones en un canal “no tradicional”.
Para ello los bancos, además de crear aplicaciones móviles, han reforzado sus criterios de seguridad, no solo en sus versiones web, sino que también utilizando tecnologías como la huella digital para ingresar a la cuenta y doble código de seguridad, generado a través de otra aplicación.
Otra ventaja, en lo que se relaciona con la seguridad, es que se pueden realizar transferencias bancarias sin necesidad de tener dinero en efectivo, incluso a cuentas en otros países centroamericanos.
Sin embargo el usuario debe de aplicar ciertos parámetros para evitar fuga de información, sobre todo no utilizar redes móviles públicas para realizar operaciones, con lo que evitará que terceros puedan obtener información de sus cuentas.
La Superintendencia del Sistema Financiero (SSF) ha recordado, en varios boletines, que los usuarios no deben de considerar a la banca electrónica como “algo intangible”, ya que siempre hay una entidad formal que ha sido autorizada y que es responsable del resguardo, manejo y respaldo de la información que surge en cada transacción electrónica.
Una última ventaja de la banca móvil es el tema de los costos, ya que solo se requiere una conexión activa a Internet para que funcionen las aplicaciones.
Hay que recordar que en los últimos años ha aumentado la oferta al respecto y que la mayoría de instituciones ya brindan los servicios.