Japón aún no avala concesión puerto La Unión

Antes de empezar el proceso de licitación, CEPA tiene que recibir la no objeción de JICA. Cooperación del gobierno nipón confirmó que todavía está en etapa de consultas.

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El puerto de La Unión Centroamericana se construyó entre 2005 y 2008. El proyecto prometía dinamizar toda la zona oriental del país. Foto EDH/ Cortesía

Por Vanessa Linares

2019-02-14 7:40:57

El gobierno japonés aún no otorga su carta de “no objeción” que avala a la Comisión Ejecutiva Portuaria Autónoma (CEPA) para que inicie el proceso de licitación del Puerto de La Unión; un proyecto que ha sido catalogado por algunos críticos como el Elefante Blanco de la zona oriental del país.

El encargado de la cooperación japonesa, Takumi Kojima, confirmó este jueves a El Diario de Hoy que las autoridades niponas todavía están en la etapa de consultas con CEPA.

Como Japón, a través de su Agencia de Cooperación Internacional del Japón (JICA), otorgó un préstamo de más de $100 millones para construir el puerto (la mayor parte del financiamiento total) las autoridades acordaron que antes de empezar la licitación, CEPA tiene que recibir la no objeción de JICA.

“Todavía estamos enviando preguntas a CEPA y recibiendo respuestas de ese proceso. Si todo está claro, JICA va a dar la no objeción”, indicó Kojima.

Según el representante nipón, las consultas han demorado algún tiempo por la complejidad técnica del proceso y porque “algunas cosas no están claras”.

CEPA explicó en privado la concesión del puerto La Unión a las empresas interesadas

Sin dar detalle sobre los cuestionamientos ni sus respectivas respuestas, el encargado de la cooperación atinó a declarar que “son preguntas técnicas sobre bases de licitación. Son precisamente sobre el contenido del modelo de contrato entre CEPA y el concesionario”; y ante la insistencia de si se trata de aspectos como los años que va a operar el concesionario, el respaldo que debe mostrar la empresa o, incluso, el país de dónde provenga, el representante se limitó a responder afirmativamente.

“Hicimos el proyecto de préstamos para la construcción del Puerto de La Unión ya hace mucho tiempo y deseando que ese puerto facilite el desarrollo de la región oriental; y como lamentablemente todavía no está utilizado como esperábamos, estamos deseando que pronto se reactive ese proyecto”, aseguró Kojima, señalando que no hay plazo específico para entregar su no objeción.

El representante del JICA destacó que a la fecha El Salvador está al día con el pago del préstamo y, de manera general, el gobierno japonés tiene la esperanza de que el puerto se reactive lo más pronto posible.

Japón pide que el Puerto de La Unión no vaya a ser militarizado

Desde mediados de diciembre del año pasado, el titular de CEPA, Nelson Vanegas, aseguró que la autónoma solo esperaba el aval de Japón para lanzar el concurso para buscar un administrador de la terminal marítima, puesto que las bases de licitación ya habían sido aprobadas por la Autoridad Marítima Portuaria (AMP) y la Unidad Normativa de Adquisiciones y Contrataciones de la Administración Pública (UNAC), una dependencia del Ministerio de Hacienda.

“El JICA ya envió toda la documentación a Japón y está a la espera de una respuesta. Nosotros, como CEPA, ya respondimos a sus consultas y creemos que no debería haber ningún inconveniente porque estamos en buena relación con ellos y no hemos tenido atrasos en el pago del crédito, pero debemos esperar para seguir el proceso de ley”, explicó Vanegas en ese momento.

Es el monto que el JICA otorgó a El Salvador para la construcción del Puerto de La Unión.

Infografía/EDH

Un proceso complicado y extenso

Desde su construcción, la terminal marítima de la zona oriental ha pasado por un intento de licitación y diversas críticas.

El puerto de La Unión fue construido entre abril de 2005 y diciembre de 2008. El costo del proyecto superó los $182 millones; gran parte de los recursos vinieron de un préstamo de la Agencia de Cooperación Internacional del Japón (JICA).

Seis años después de finalizada la construcción, el Gobierno salvadoreño lanzó la licitación para concesionarlo. Cuatro empresas estaban precalificadas. Autoridades extendieron plazo en varias ocasiones porque interesadas tenían dudas.

El día para presentar las ofertas, ninguna de las empresas mostró interés. CEPA declaró desierta la licitación. La idea era convertir a la nueva infraestructura en un puerto de tercera generación y convertir al país en un centro logístico regional.

Cambios en las bases de licitación y hasta una reforma a la Ley de Concesión, han acompañado al puerto. En los últimos intentos, CEPA ha sido cuestionada por la poca transparencia, la demora y luego sorpresiva insistencia en apurar el proceso.

La embajada de Estados Unidos en El Salvador advirtió que China tenía interés en el puerto y desde entonces el proyecto ha estado sujeto a críticas por los cambios en el entorno económico y político.