30La incertidumbre política y la crisis democrática que vive el país son factores que frenarán el crecimiento económico del próximo año, advirtió ayer la Asociación Nacional de la Empresa Privada (ANEP) durante la presentación de su Informe Económico 2021.
“El mensaje que nos deja el informe de este año, es que el país ya no se puede dar el lujo de cometer errores y tiene que empezar a tomar decisiones acertadas para tener crecimiento económico, porque el 2022 es un año de riesgos y obstáculos: la inflación va a continuar, el alza de los precios de los insumos, la crisis de fletes y transporte logístico y además a eso, sobre todo la incertidumbre política y la crisis democrática que vive nuestro país, son los principales riesgos”, señaló la directora ejecutiva de la ANEP, Leonor Selva.
Este año el crecimiento económico cerrará con un aumento aproximado del 9 % del Producto Interno Bruto (PIB) pero hay que recodar que la caída en 2020 fue del 7.5 %, por lo que la proyección para 2022 y 2023 y 2024 es llegar a los niveles pre-pandemia.
Para la ANEP sin duda las decisiones que ha tomado el gobierno y más desde el 1 de mayo que entró la nueva Asamblea han afectado el crecimiento económico y lo seguirá afectando en 2022 si no se toma un rumbo distinto que beneficie al país.
“Uno de los factores que está afectando que crezcamos de manera alta y sostenible son las decisiones y acciones que realiza el gobierno, pues ya no tenemos acceso a la información pública, ya no tenemos protección a nuestros derechos constitucionales, no hay acuerdo entre el FMI y el gobierno, la aprobación de la Ley Bitcoin genera incertidumbre, la lista Engel, la tensión diplomática entre El Salvador y Estados Unidos, aumento inconsulto de salario mínimo, tenemos sobre la agenda la reelección presidencial, la Ley de Expropiación Municipal, en fin tenemos una serie de riesgos en el país que nos hace pasar ahora mismo como un país sin reglas y como consecuencia de todo esto se genera inestabilidad política y aleja la inversión”, explicó el director de Asuntos Económicos de la gremial.
Selva también dijo que las tensas relaciones con Estados Unidos crean un clima de incertidumbre, para empresarios e inversionistas locales y extranjeros, con énfasis en el CAFTA-DR.
“Esto es grave, porque estamos perdiendo oportunidades, El Salvador es un mercado pequeño y nuestros productores para poder sobrevivir y generar más empleos tienen que buscar clientes afuera, esos clientes están sumamente pendientes que no se les afecten las reglas del juego, para nosotros fue sumamente preocupante escuchar que ya en el Congreso de Estados Unidos se mencione la idea de revisar el CAFTA.
Agregó que como ANEP están muy atentos al precedente que se va a marcar de cómo Estados Unidos manejará el tema CAFTA con Nicaragua, por ello “es indispensable que baje el tono en las comunicaciones bilaterales, porque además el tema de cooperación también se ve en riesgo”, señaló Selva.
Remesas y exportaciones
En la presentación del informe, Waldo Jiménez, director de Asuntos Políticos de la gremial detalló cada factor que ha tenido que ver en el crecimiento económico de 2021 y por qué no se verá el mismo ritmo en 2022.
“Los dos grandes pilares para el crecimiento económico han sido las remesas, que a noviembre acumularon $7,276 millones y de las exportaciones con más de $6,000 millones a noviembre; sin embargo desde junio el comportamiento del crecimiento comenzó a bajar”, explicó.
En las exportaciones, a junio el crecimiento llegó a 48 %, pero a noviembre bajó a un 33.8 % y por el lado de las remesas también se observa que a junio alcanzaron un crecimiento del 51 % y a noviembre cayó a 28.2 %.
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“Pero sin estabilidad nada es sostenible y las remesas y las exportaciones han comenzado a tener un debilitamiento comparando los mismos períodos con el año anterior y lo mismo está pasando con las exportaciones, ambas vienen creciendo a tasas cada vez más pequeñas impactadas por la economía de Estados Unidos que estaba creciendo al 6 % y ahora está creciendo solo al 2 % y en consecuencia los diferentes sectores productivos han comenzado a tener tasas de crecimiento mas pequeñas, como la industria que llegó a crecer al 46 %, pero ahora está creciendo al 1 %”, explicó Jiménez.
Respecto a los empleos, el representante gremial explicó que se lograron recuperar 71,000 empleos perdidos en pandemia e incluso hay casi 7,000 empleos nuevos del sector privado, respecto a enero 2020, cuando comenzó la pandemia.
“Si bien es cierto es una buena noticia que tengamos 7,000 empleos adicionales, de los que teníamos antes de la pandemia, no perdamos de vista que el año pasado se graduaron entre 60,000 y 70,000 jóvenes y este año se gradúa una cifra similar, entonces estamos hablando de más de 100,000 jóvenes en un país en el que se han generado solo 7,000 empleos nuevos”, expuso.
Cadena de suministros
Todo el panorama también influye en el incremento a los precios de los productos de la canasta básica y según el análisis de ANEP la inflación seguirá hacia arriba.
“Si la cadena de suministros continua con los desajustes a nivel internacional, lo más probable es que todo el 2022 tendremos precios altos, y es algo que muy difícilmente podremos controlar”, dijo Jiménez.
Por parte del sector privado han hecho propuestas al Ejecutivo para palear parcialmente ese comportamiento, por ejemplo en el aumento de los fletes, que si antes se pagaba $2,000 por mover una carga de Asia a El Salvador, ahora se paga $20,000.
“Las gremiales que integran Comisión Intergremial para la Facilitación del Comercio (Cifacil) propusieron pagar el impuesto solo por $2,000, y no por los otros $18,000, que sería una manera de controlar el alza de precios y de aminorar el impacto, pero es muy difícil siendo tomadores de precios internacionales influir en esos precios y esos incrementos nos afectarán todo el 2022 y es mejor tenerlo claro, por ello las familias deben priorizar sus gastos”, advirtió Jiménez.
Otro de los puntos que la directora ejecutiva de ANEP también señaló que no se puede dejar de lado es el impacto económico que sufren las empresas por la inseguridad que vive el país.
“Hay un impacto económico por la inseguridad que nunca ha desaparecido, más allá de negociaciones y más allá de reducción en cifras de homicidios, la extorsión siempre es un obstáculo al crecimiento de El Salvador, porque se vuelve un costo y una carga económica para las empresas, para los trabajadores que también a nivel individual pagan extorsión y para todo el aparato, incluso hay rutas de buses en paro por amenazas de pandillas, esto impide cumplir las operaciones normales y genera un costo al desarrollo económico”, señaló Selva.