Patzicía es un municipio del departamento de Chimaltenango en Guatemala, ubicado a 2,130 metros sobre el nivel del mar (msnm) y colmado de valles donde se cultivan toneladas de hortalizas que se venden a unos 32 países, según la Asociación de Agroexportadores de ese país. El Salvador es uno de sus principales mercados.
Si bien Patzicía no es el único lugar al que el país le compra hortalizas y frutas, sí es el sitio a donde llega la mayoría de comerciantes.
Los pobladores de este fértil municipio, en su mayoría indígenas muchos de los cuales ni siquiera hablan español, son los proveedores de casi todas las cebollas, zanahorias, tomates, lechugas, remolachas, papas y más, que están en su dieta diaria.
La nación vecina, por encima de 46 países, es desde donde El Salvador más importa frutas y sobre todo hortalizas. Solo en 2019, el país importó $98 millones de dólares en verduras y frutas desde Guatemala, contra $27.6 millones que importó de Nicaragua y $25.4 millones de Estados Unidos, en el mismo periodo.
Según Ernesto Hernández, directivo de la Asociación de Importadores de Frutas y Verduras de El Salvador – dice que Guatemala, a diferencia de nuestro país, está volcada a la producción de verduras y a su exportación.
Al país y por las tres fronteras, que conectan con Guatemala, dice Hernández, ingresan unos 105 camiones por día con estos productos, llegan de Guatemala, México y Estados Unidos, 7 de cada diez son guatemaltecos.
Según una publicación de Central America Data, solo en 2018 los principales exportadores de frutas y hortalizas en Centroamérica fueron Honduras y Guatemala, con $65 millones cada uno, seguido de Costa Rica, con $32 millones, Nicaragua con $11 millones, El Salvador con $4 millones y Panamá con $3 millones.
Cuarenta camiones por semana
Se consultó a la Dirección General de Aduanas el dato oficial de ingreso de camiones con mercadería desde ese país, pero al cierre de esta nota, no se habían obtenido los datos.
Sin embargo los importadores calculan que cada tres días, entre 12 y 15 camiones llegan a los alrededores de este extenso y fértil valle de Patzicía para comprar todo tipo de verduras y algunas frutas.