Guadalupe se reinventa y vende muebles por Internet

A través de Facebook, Guadalupe ahora ofrece sus productos. En su página colgó su propio catálogo de muebles.

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Aunque nunca había trabajado con madera, al ver el trabajo de su esposo le nació el deseo por aprender este oficio. Foto Menly Cortez

Por María Navidad

2020-08-28 5:46:41

Tras casi cuatro meses sin vender una sola cama de las que fabrica y los ahorros a punto de terminarse, Irene Guadalupe de López, quien se dedica a la carpintería desde hace 18 años, se reinventó para promover sus muebles de madera por Internet.

De fabricar piezas solo para mueblerías, ella ahora tiene su propio catálogo de muebles en Facebook como: Carpintería Guadalupe. En su página, ofrece camas, camarotes, cama cunas, entre otros diseños al gusto del cliente.

Su taller que está en la Colonia Guadalupe de Ciudad Delgado, en San Salvador, se vio afectado desde marzo pasado, cuando la cuarentena por COVID-19 obligó a cerrar todos los negocios que no eran de primera necesidad. Entre ellos las ventas de muebles ubicadas en el centro de San Salvador, sus principales compradores.

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“(La cuarentena) Nos afectó bastante porque desde el día que cerró el presidente desde ahí se cerraron todas las mueblerías. Pasados los tres meses no trabajamos ya llegando casi los cuatro meses mi hija mayor me ayudó a abrir una página en Facebook para ver si podía vender en línea y gracias a Dios nos pidieron unas dos camas así”, recordó la carpintera.

Sin negocios a quienes surtir, Irene tuvo que cerrar las puertas de su taller del cual depende su familia y otras dos más. Durante ese tiempo, los pocos ahorros que con esfuerzo habían logrado reunir sirvieron para mantener a flote los gastos de su hogar, pero al ver que el dinero se les estaba acabando se rebuscó para encontrar otra forma de vender sus camas.

Su taller que esta en la Colonia Guadalupe de Ciudad Delgado, en San Salvador, se vio afectado desde marzo pasado. Foto Menly Cortez.

“Estábamos ahorrando para un carrito y en eso se nos fue, pagando colegiaturas del instituto de la hija menor que tenemos, comida y los pagos de agua y luz porque no los quisimos dejar de pagar aunque el Gobierno dijo que no se pagaran”, contó Guadalupe.

Su hija mayor María Lidia, de 23 años, le ayudó a crear una página en Facebook para subir todas las fotos de sus productos y poder ofrecerlos a otros clientes. “Con la página nos han salido más trabajos en casas. La semana pasada fuimos a ver un cliente que quiere un ventanal y un juego de sala danés”, añadió.

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Guadalupe, como es conocida en el medio, y su familia elaboran alrededor de 22 piezas de madera al mes. Entre camas, camarotes o camacunas. Una cama simple puede estar lista en un día.

Desde hace 18 años, Irene lidera la carpintería junto a su esposo Edgardo Alfredo López, con quien lleva 25 años de casados. “Con esfuerzo reunimos un dinero y pusimos el taller. De ahí le metimos más esmero y empecé a aprender de todo”, expresó Guadalupe.

Aunque nunca había trabajado con madera, al ver el trabajo de su esposo le nació el deseo por aprender este oficio.

“Hace como 23 años que mi esposo empezó hacer gaveteros con mi cuñado y de ahí me empezó a interesar. De ver cómo ellos iban puliendo la madera porque se ve fea así decía yo, pero cuando ya se va trabajando y se va terminando queda bien bonita, comentó.

Aunque no fue fácil aprender a trabajar la madera, ahora se ha convertido en una experta en hacer todo tipo de muebles.

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“Al empezar lo sentí pesado porque yo no estaba acostumbrada a trabajar pesado, de mi niñez trabaje de vender y cuidar niños, pero este trabajo lo sentí un poco duro. A medida que fui aprendiendo me fue gustando, ahora ya no lo siento pesado, a mi fascina este trabajo, ya no hallará trabajar de otra cosa”, comentó.

En el negocio también trabaja su suegra Marta Lidia Elizondo, de 70 años, y su cuñada Dinora Magdalena Salgado, de 34 años, quienes son su principal apoyo desde hace 8 años.

“Aquí trabaja mi esposo, mi suegra, una cuñada y yo. Los cuatro desempeñamos diferentes movimientos en la carpintería. Yo torneo, ahoyo, a veces corto en la sierra y armó. Mi esposo se dedica a cortar madera y espigarla. Mi suegra lija y barniza, ella es la que le da el último toque a la mercadería para que ya vaya con el brillo. Mi cuñada se encarga de enjuncar la base de la cama”, agregó Guadalupe.