Grupo Roble reconstruye centro escolar en Santa Ana

El proyecto es parte del programa “Cimientos: reconstruyendo escuelas para El Salvador”.

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El centro educativo no tenía un área de parvularia; los niños recibían atención en un pasillo incómodo. La nueva aula está equipada y cuenta con las condiciones necesarias para los más pequeños. Foto EDH/Mauricio Cáceres

Por Vanessa Linares

2019-01-24 6:56:57

El Centro Escolar Rafael Álvarez Lalinde, en la ciudad de Santa Ana, fue la segunda escuela que Grupo Roble logró transformar bajo el programa “Cimientos: Reconstruyendo escuelas para El Salvador”.

Con una inversión de $90,000, el proyecto incluyó obras de edificación y remodelación de todo el centro educativo.

La escuela no tenía un área de parvularia adecuada para atender a los más pequeños. Los niños recibían clases en un pasillo incómodo improvisado en forma de “L”, atrás de una bodega y frente a la ventana del baño comunitario. Roble decidió construir una nueva aula equipada y con baños exclusivos para párvulos.

Además, se edificó un área de cocina más idónea para la preparación de alimentos, se reconstruyó el muro principal de la escuela y de las jardineras, se cambiaron los tableros de la cancha de basquetbol y se construyeron nuevas mesas de descanso en las áreas exteriores para mejorar las zonas para recreo y esparcimiento de los 320 alumnos que actualmente asisten a dicha institución.

“Cuando escogemos una escuela es importante poder generar el mayor impacto posible, aunque esto requiera más inversión (...) se trata de beneficiar a los maestros y en especial a los estudiantes”.

Alberto Poma, director corporativo Grupo Roble

Además de la nueva infraestructura, Grupo Roble remodeló las instalaciones del centro educativo incorporando cielo falso a todas las aulas, cambio de luminarias, nuevo mobiliario, puertas, ventanas con celosía y pintura para interiores y exteriores.

El equipo mobiliario para la escuela fue donado por la Fundación Poma como parte de su programa “Coonjunto” y las obras estuvieron a cargo del equipo de voluntariado de 60 colaboradores de Grupo Roble, entre noviembre de 2018 y el pasado 19 de enero.

“Analizamos bastantes escuelas en las zonas donde nosotros tenemos presencia con nuestras operaciones. Cuando escogemos una escuela es importante poder generar el mayor impacto posible, aunque esto requiera un poco más de inversión por parte nuestra (…) se trata de beneficiar a los maestros y en especial a los estudiantes”, explicó este jueves tras la inauguración de las obras, el director corporativo de Grupo Roble, Alberto Poma.

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Más que infraestructura

La Fundación Poma, Fepade y la agencia de cooperación estadounidense (USAID) realizaron una alianza para equiparar la inversión realizada por Roble en el centro escolar y destinar los fondos en capacitación docente.

Esta segunda fase del proyecto, explicó Rodrigo Tobar- representante de la Fundación Poma- se enmarca dentro del programa “Educar y Convivir”, cuya finalidad es “potenciar la cohesión social y la sana convivencia a través del mejoramiento de la calidad educativa y el fortalecimiento de las comunidades”.

Cursos de formación docente, charlas con los padres de familia, prácticas de crianza, prevención de desastres naturales, clínicas deportivas, y actividades de desarrollo comunitario tendrán lugar a lo largo del año gracias a esta alianza. Tobar señaló el carácter exponencial de la inversión, puesto que por cada dólar que Grupo Roble y la Fundación Poma invirtieron en la infraestructura del C.E. Rafael Álvarez Lalinde, Fepade lo duplicará para la fortalecer las capacidades del capital humano.

De las capacitaciones a maestros y padres de familia y los talleres y actividades comunitarias serán beneficiados no solo los de la escuela Rafael Álvarez sino también los del Centro Escolar Mariano Méndez y los del Instituto Nacional de Santa Ana (INSA).

Además de la nueva infraestructura, se remodeló la escuela agregando ventanas con celosía, cielo falso, luminarias y pintura interior y exterior. Foto/Mauricio Cáceres

El programa Cimientos nació en 2017 con el objetivo de “contribuir al sistema educativo salvadoreño, generar alianzas en su beneficio y mejorar la infraestructura de los centros escolares”.

La primera escuela intervenida por Grupo Roble dentro de este proyecto fue en el Cantón El Porvenir, municipio de Santo Tomás, en San Salvador.

Poma indicó que la empresa ya está analizando otras dos o tres instituciones educativas en las zonas donde la compañía tiene presencia.

En Santa Ana, Grupo Roble ha apoyado otros proyectos sociales para mejorar las condiciones de vida de los ciudadanos. Entre ellas se incluyen las obras de mitigación en la calle conocida como “El Chupadero” en la que se construyó un parque y incorporó una canaleta de concreto forzado para el control de aguas lluvias.