El aporte en la formulación de políticas públicas, así como los análisis que han cuestionado medidas implementadas por gobiernos de turno y una imagen fortalecida de la Fundación Salvadoreña para el Desarrollo Económico y Social (Fusades) es el principal legado que deja la junta directiva que culminó funciones ayer, afirmó anoche Miguel Ángel Simán, quien presidió la institución en los últimos seis años.
“No me voy por miedo a los vientos que soplan hoy en día, sino que me estoy retirando porque así lo establecen los estatus de la institución” aseveró Simán, quien ha trabajado con Fusades desde hace 14 años en diferentes roles.
Fusades cambia junta directiva cada dos años y en esta ocasión la presidencia la ocupará la reconocida abogada, Claudia Umaña Araujo.
Simán dijo que tiene grandes expectativas con la nueva junta directiva y espera que se mantenga activa en el estudio y el análisis de la función pública.
“Creo que ya estamos en nuevos tiempos con sus propios desafíos, vemos diferentes tiempos y estilos que de alguna manera preocupan y en ese sentido es importante que las instituciones estemos atentas para interpretar y entender bien lo que está sucediendo en el país”, afirmó.
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Son tiempos de retos
Para Simán, existen retos para mantener un clima de inversión fortalecido en el país. “En la medida que no se respeta el orden jurídico, en esa medida el clima de inversión y de negocios se está erosionando. No olvidemos que si queremos generar empleos necesitamos fomentar la inversión”, apuntó.
Agregó que actuaciones como la destitución de los magistrados de la Sala de lo Costitucinal, por parte de la nueva Asamblea el pasado 1 de mayo, solo apuntan a una inestabilidad institucional que aleja a los inversionistas, al capital y que impacta en el crecimiento económico y la generación de tributos.
Simán indicó que luego de dejar la presidencia de Fusades se mantendrá activo con aportes para la institución, al mismo tiempo que seguirá con sus proyectos personales como empresario.
Ataques por parte del Gobierno
Simán señaló que los ataques a personas críticas al poder mediante calumnias, amenazas y persecución desde el nivel más alto de los funcionarios del actual Gobierno “también manda mensajes equivocados no solo a los salvadoreños, si no que a la comunidad internacional, porque denota que las libertades y los derechos de los ciudadanos se están mermando”, pero instó a seguir denunciando lo que no esté bien.
Ante la investigación que promueve la Asamblea sobre el financiamiento a las ONG, afirmó que en Fusades manejan fondos de cooperación internacional y rinden cuentas.