Familias han gastado con más cautela y ahorraron ante crisis

Los meses de confinamiento impulsaron que los salvadoreños consumieran menos o que lo hicieran de forma mesurada, según un análisis de Funde sobre las finanzas

descripción de la imagen
Algunos negocios debían cerrar al medio día pues se espera una jornada completa de desinfección en el municipio a partir de la 1 pm. Foto EDH/ Menly Cortez

Por Katlen Urquilla

2020-10-23 8:00:51

Mientras el gobierno ha gastado a manos llenas durante la pandemia, las familias salvadoreñas han pensado muy bien en qué gastar cada centavo disponible, porque saben que hay una crisis económica y que no pueden despilfarrar el dinero.

Las prioridades en cada hogar han sido bien pensadas y mesuradas, de acuerdo a los datos que refleja el informe económico y fiscal 2020 elaborado por la Fundación Nacional para el Desarrollo (Funde), el cual indica que los depósitos bancarios han crecido y que las personas han preferido tener su dinero a la mano ante cualquier emergencia.

Rommel Rodríguez, investigador del Área de Macroeconomía y Desarrollo de Funde, explica que los depósitos muestran un crecimiento en agosto de $59 millones en relación al mes anterior.

Sin embargo, dice que el ritmo de crecimiento se ha desacelerado, a una tasa anual de 11.18%.

La explicación del economista al alza en los ahorros es que “la caída del consumo que se dio en la etapa del confinamiento ha permitido que las familias no gasten sus recursos de manera inmediata, por lo cual se genera un alza en los depósitos”.

Pero también Rodríguez considera que otro factor para que eso ocurra es la incertidumbre que viven las familias a lo que pueda ocurrir. “Están siendo más cautas en sus decisiones debido a la situación económica que atraviesa el país, después del confinamiento”, dice.

Lee también: 4 hábitos financieros que pueden mejorar tu economía familiar

Los salvadoreños que han tenido dinero disponible han preferido tener un “guardadito” y no gastarlo de inmediato o incluso depositarlo en el banco.

Esa cautela ante la situación de incertidumbre también la han tenido las empresas, apunta el economista, ya que han tomado decisiones de consumo más pensadas.

“Es decir que con los recursos que han llegado a las familias y a las empresas se están tomando un segundo o un tercer pensamiento sobre cómo se van a erogar esos recursos”, menciona.

Cuando ya se ve el desgloce de los depósitos en el sistema bancario, ya sea en la categoría a la vista, a plazo o ahorros, el economista explica el comportamiento en cada rubro.

En los depósitos a la vista, Rodríguez indica que los datos muestran que las personas no están volviendo a consumir como lo hacían antes de la pandemia.

“Las personas que tenían activos los están volviendo líquidos, es decir los tienen disponibles y los tienen en calidad de depósitos a la vista”, explica y dice que le parece curioso cómo los depósitos a plazo caen en términos de tasas de crecimiento.

El investigador de Funde atribuye este comportamiento a un síntoma de la incertidumbre, pero opina que podrían influir otros elementos.

También: Ante la pandemia, ¿están Latinoamérica y el Caribe frente a otra década perdida, como en la de 1980?

“Las personas están cautas para el gasto de sus ingresos, están resguardando esos recursos pero requieren tener liquidez disponible por cualquier contingencia y no lo tienen en calidad de activos de mediano y largo plazo. Ese es un elemento muy importante de la preferencia por la liquidez que están teniendo las familias en este momento”, analiza.

Los créditos caen
Y no solo las familias han tenido cautela, también los bancos.

Eso se refleja en que los créditos están a la baja ya que, según el informe de Funde, a agosto los créditos presentan una caída de $98 millones menos que el mes anterior.

También muestran una desaceleración anual, pues ha caído su crecimiento en 3.45% respecto al mismo periodo del año pasado.

“Sin duda es característico, porque en esta situación la banca va a poner mayores condiciones para acceder a créditos si la economía no entra en un proceso de repunte”, explica Rodríguez.

El economista apunta que antes de dar un préstamo, sin duda, las preguntas que enfrentan los solicitantes del crédito es si tienen trabajo y si es estable, si tiene ingresos y de cuánto son esos ingresos, y eso es debido a la pérdida de empleos que se han registrado en estos meses de la pandemia.

A julio se registraban 69,260 personas que dejaron de cotizar al ISSS, respecto al mismo mes del año anterior. Y según las estadísticas de las AFP, a agosto se contabilizaban 54,904 empleos perdidos en relación con el mismo mes de 2019.

Los datos del Sistema de Ahorro para Pensiones confirman una pérdida de 56,165 cotizantes entre enero y agosto de este año, dice el informe de Funde.

Por otro lado, el economista destaca que hay solidez en el sistema bancario salvadoreño. “Hay suficiente liquidez, está por encima (de lo establecido por ley) con un 17%; la solvencia también está por encima de los mínimos requeridos que es 12%”, dice.

Otro dato que refleja la cautela de las familias en estos meses es que la mora en los pagos no se disparó, contrario a lo que se podría pensar ante las estadísticas de desempleo y por el cierre de miles de negocios. El nivel de mora está por debajo del 4%, que es el techo establecido, detalla el informe económico.

De acuerdo a los datos, los salvadoreños prefirieron pagar sus deudas a tiempo para no caer en mora, caso contrario ocurrió con el gobierno, ya que ha tenido atraso en pagos de salarios y fondos para las alcaldías, por ejemplo.