La industria salvadoreña ha dejado de vender sus productos por más de $26 millones a Taiwán y además reducido sus ventas a Canadá, Rumania e Indonesia, por un monto de entre $50 y $60 millones ya sea por una mayor competencia del mercado global o por mercados que están convirtiéndose en nuevos socios comerciales de El Salvador.
China, por el contrario, es ahora uno de los diez principales destinos de exportación del país, según refleja un balance preliminar de desempeño económico y legal presentado ayer por la Asociación Salvadoreña de Industriales (ASI).
Este país asiático ha presentado un notable intercambio comercial con El Salvador, sobre todo desde agosto pasado cuando el gobierno salvadoreño decidió romper relaciones diplomáticas con Taiwán y abrirlos con China.
Según los datos, El Salvador ha vendido $85 millones a China, $39.1 millones más que lo que exportó en 2017, lo que significa un incremento de más del 85%.
Pero a Taiwán, se ha dejado de vender azúcar, un producto elaborado por el sector de la agroindustria, que ha tenido un decrecimiento del 20.2% respecto al año pasado.
Los datos del Banco Central de Reserva muestran que en 2017 El Salvador exportó productos por un total de $53.4 millones, pero a octubre de este año, esa cifra se ha reducido a $27.4, es decir, $26 millones menos.
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El anuncio se hizo público el pasado 8 de octubre en un evento organizado por el presidente de Nicaragua, Daniel Ortega.
Karla Domínguez, gerente de Inteligencia Industrial de la ASI, explicó que pese a esta disminución de exportaciones, las ventas en total no se vieron afectadas porque se compensó la caída con un incremento de exportaciones en otros países a los que ya se enviaban productos, como Guatemala y Honduras, donde se han consolidado las ventas de muchos productos salvadoreños.
Nicaragua, aunque sigue en el top 10 de los principales destinos de exportación, también ha disminuido sus compras salvadoreñas y afectado a sectores como el farmacéutico, plásticos y muebles.
Según Jorge Arriaza, director ejecutivo de la ASI, es evidente que China está tratando de involucrarse en todos los sectores económicos del país. “Tienen una modalidad de diplomacia agresiva y todo en lo que ellos inviertan, tratarán de sacar a Taiwán”, afirmó.
Para Cáder, si bien hay una ventaja de exportar productos a China, que es la segunda mayor potencia económica a nivel mundial, también cree lamentable que se haya tenido que hacer en detrimento de las exportaciones de Taiwán, donde ya había un mercado consolidado y seguro para productos como el café y el azúcar.
Cáder dijo que además de no contar con Taiwán para los negocios, el Gobierno tampoco está haciendo nada para crear un ambiente comercial equilibrado con China. “El Gobierno no está siguiendo las políticas adecuadas para acercar la empresa privada a China”, dijo.
A octubre de este año el total de exportaciones suma $5,007.7 millones, con un crecimiento del 3.1%. La industria aporta el 96% de los productos que se envían al exterior.
Sector se mantiene
Pero pese al cambio en los mercados de destino, la industria salvadoreña (que aporta el 96.8% de la totalidad de ventas al exterior) ha tenido una tasa de crecimiento del 3.3% a octubre.
Según el presidente de la gremial, Eduardo Cáder, este crecimiento es producto del esfuerzo y la inversión que la empresa privada ha hecho en el último año pese a las diferentes trabas que se le han presentado al sector.
“La empresa privada no ha dejado de invertir en el país a pesar de que nos han estado tratado mal”, dijo Cáder.
Para el presidente de la gremial industrial, aún persiste un clima de inversión adverso, que no permite crear el número de empleos que quisieran.
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Las consultas en Washington no tienen un tiempo específico de duración, y están relacionadas con el fin de las relaciones con Taiwán por parte de El Salvador.
“El Gobierno debe reconciliarse con la empresa privada porque solo el sector privado puede generar los empleos que el país necesita para crecer”, afirmó.
Este año se crearon 1,941 nuevos empleo en el sector industrial, que suman un total de 191,006 puestos de trabajo. Sin embargo esta cantidad podría crecer más si se le facilitaran los trámites a las empresas.
Karla Domínguez explicó que el país debe reforzar algunos sectores como el de calzado y aprovechar otros como el farmacéutico.
También recordó que la industria nacional necesita sumarse cuanto antes a la Industria 4.0, en la que se requieren productos innovadores, equipo más moderno y una nueva dinámica de trabajo.
