La Fundación Rafael Meza Ayau (FRMA) realizó ayer su III Foro Informándonos destacando que suplir las necesidades sociales también es una forma de hacer negocios.
El presidente de la Fundación, Roberto Murray Meza, explicó que mientras más problemas existan en un país, más necesidad de empresarialismo hay y los emprendedores tienen posibilidad de surgir.
Los emprendimientos sociales son organizaciones que aplican estrategias de mercado para alcanzar un objetivo social.
El empresario destacó que actualmente El Salvador enfrenta grandes desafíos sociales como ofrecer vivienda digna, acceso a salud pública y educación de calidad, seguridad alimentaria y medioambiental y condiciones adecuadas para la niñez y adolescencia, entre otros.
“Por eso creemos oportuno el foro. Cuando hay grandes desafíos y retos es que se tienen que buscar ideas novedosas y creativas para solventar. Si este país estuviera en bonanza no habría necesidad de emprendimiento social, todo se financiaría con gasto público o de otra manera”, dijo el empresario.
La Fundación señaló que el emprendimiento social se ha convertido en un camino viable para generar un cambio a gran escala que al mismo tiempo permite que las ideas de negocio sean sostenibles.
Por eso, el encuentro, que continúa este viernes, desarrolla temáticas para definir qué es emprendimiento social y cuáles son los retos del país en áreas de salud, educación, vivienda y agricultura responsable, entre otros.
La directora regional de Aspen Network of Development Entrepreneurs (ANDE), Katia Dumont, explicó que los emprendimientos sociales empujan la innovación y pueden catalogarse entre los que son empresas que suplen necesidades sociales y los que anteponen la razón social al rendimiento económico (sin fines de lucro).
La manera más fácil de identificar qué tipo de emprendimiento social es, dijo Murray Meza, es considerar el destino de las utilidades, si son para reinvertir o como dividendos.
De acuerdo con el director académico de INCAE, Urs Jäguer, “un emprendedor social calcula el valor de su impacto al progreso social y lo negocia a cambio de recursos en los mercados”.
La FRMA señaló que el objetivo del encuentro, denominado: “Del reto social al emprendimiento social”, es actualizar a los participantes los problemas que tiene el país y señalar cómo desde la perspectiva del emprendedurismo puede contribuirse a la solución.
Casos exitosos
Dentro de los casos exitosos de comprensión del impacto de un emprendimiento social en una comunidad, los participantes del foro conocieron a Andrés Escobar, fundador de Impct y ganador de Hult Prize 2015.
El joven salvadoreño ideó guarderías especializadas en la educación inicial de niños menores de seis años que viven en zonas marginales. Para obtener financiamiento, creó una plataforma virtual que promociona el proyecto y permite que los interesados puedan invertir. A la fecha, existen cuatro guarderías en El Salvador (San Julián), Guatemala, Sudáfrica y Taiwán.
Por otra parte, el colombiano Javier Vásquez, fundador de Fruandes, explicó que su empresa de 14 años de trayectoria es la única en en su país que se enfoca en fruta orgánica y alianzas con productores bajo compromisos de comercio justo. La empresa exporta el 94 % de su producción y emplea, en su mayoría, a mujeres madres de familia, mayores de 30 años y con estudios básicos. “Queremos demostrar que sí es posible tener una empresa rentable haciéndole bien al mundo”, dijo Vásquez.