“Estamos orgullosas de nosotras mismas como mamás y emprendedoras”: Yanira y Marlene, dos madres luchadoras

Marlene Vásquez y Yanira Hernández son dos emprendedoras que han unido fuerzas en un negocio de comida para llevar, a domicilio y de venta casa por casa.

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Marlene Vásques es una de las miles de mamás trabajadoras que sacan adelante a sus hijos. En la imagen abraza a su hijo menor, ella es mamá de tres hijos. san salvador,6 de mayo 2021 Foto EDH Francisco Rubio

Por Jessica Guzmán

2021-05-10 5:30:17

Marlene Vásquez es una de las miles de personas que perdieron su empleo durante la pandemia, debido al cierre económico en 2020.

Trabajaba como chef en un restaurante, gracias a sus estudios de Técnico en Cocina, pero cuando se vino el cierre económico su ex jefe tuvo que cerrar el lugar y ella, quien ya tenía cuatro años como empleada en ese restaurante, se quedó sin ingresos de la noche a la mañana, sin indemnización, pero con hijos qué mantener y recibos qué pagar.

“Cuando cerraron en marzo nunca pensé que iba a ser tanto tiempo y los recursos que teníamos en la casa se iban agotando, entonces mi hijo mayor me dio ánimos y en junio comencé a vender budín”, recuerda Marlene.

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Así fue como inició su emprendimiento, pero no se quedó solo vendiendo postres, porque Marlene pensó que la gente se iba a aburrir de lo mismo así que le dijo a su hijo mayor que iba a comenzar a elaborar hotdog, hamburguesas, tortas y que él se encargara de promoverlos por Facebook y Whatsapp y vender por medio de servicio delivery que iba a tener un costo y que sería una entrada para él.

“Nos empezó a ir bien con la venta, pues en ese entonces las mayoría de negocios y ventas de comida estaban cerradas, y me di cuenta que yo podía salir adelante con mis hijos con mi pequeño negocio”, comenta la emprendedora.

En la reapertura económica, el restaurante en el que había trabajado abrió de nuevo, pero le ofrecían un menor salario y jornadas más extensas, por lo que tomó la decisión de seguir con su emprendimiento.

Sin embargo con la reapertura económica también llegó la competencia, pues otras personas también necesitaban salir de la crisis económica en la que cayeron.

“Yo he criado sola a mis hijos y ha sido difícil, pero los he sacado adelante y hay vamos en los pasajes gritando lo que andamos vendiendo, con la canastita en la cabeza o en la mano y hay vamos”: Yanira Hernández, emprendedora. Foto EDH/ Francisco Rubio

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“Ya la venta comenzó a bajar, pues otras personas daban más barato, aunque a mí me gusta vender calidad más que cantidad, yo tengo mis propias recetas y a la gente le han gustado, sin embargo tampoco es que tuviera mucho para comprar, pues la mayoría caímos en crisis económica, entonces tenía que pensar en otra estrategia para seguir adelante”, detalla Marlene.

Fue entonces que entre noviembre y diciembre tuvo conversaciones con su amiga Yanira Hernández y decidieron formar una sociedad.

Yanira es otra emprendedora. Ella es dueña de Pupusería Yani en la colonia Iberia en San Salvador, negocio que fundó desde hace 25 años y que ha sabido manejar y con el que ha sacado a sus dos hijos adelante.

“A mí me encanta el negocio, yo amo la cocina y me gusta vender, pero además me he interesado por aprender, he recibido cursos de panadería y de cosmetología con Insaforp, me gusta saber de todo, porque yo no puedo quedarme sentada, hay que trabajar, hay que seguir, aunque me sienta cansada, o desganada o algún padecimiento tengo que seguir”, expresa Yanira con ímpetu.

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Yanira y Marlene se han aliado para sacar adelante su emprendimiento. Son mujeres madres que cuidan a sus hijos y se preocupan por un negocio que les garantice ingresos para darles educación. Foto EDH/ Francisco Rubio

Van creciendo

Ya en alianza las dos emprendedoras ampliaron la oferta, ahora venden budín, quesadillas, tres leches, panes con gallina y siguen con las famosas pupusas Yany.

Para hacer todos estos productos y dar abasto con la demanda contrataron a tres mujeres más, por lo que el negocio genera cinco empleos directos en total.

“Solo un sábado se venden al menos unas 400 pupusas y se prepara con tiempo el curtido, la salda; pero tempranito hay que ir al mercado a comprar las gallinas para los panes con gallina, aquí no queda tiempo ni para respirar”, comenta Yanira.

Ambas emprendedoras aseguran sentirse motivadas con el negocio, ya que entregan todo su esfuerzo en él, ya que su motivación son sus hijos y ellas mismas.

“Yo me siento orgullosa de nosotras como mamás y como trabajadoras y les aconsejo a todas las mujeres que no se queden esperando nada de nadie, que aprendan algo que les guste porque el conocimiento será lo que las sacará adelante”, manifestó Marlene.

Por su parte Yanira expresa que también piensan en crecer con el negocio y llegar a tener un local.

“Mire en las tardes ay vamos gritando ‘’la quesadillaaaa!’, pero quisiéramos tener un local, comprar más utensilios de cocina más profesionales, pero son caros y para sacar un crédito piden tantos requisitos, pero vamos a intentarlo”, dice Yanira.

Con el negocio que llevan desde la casa de Yanira ambas tienen la oportunidad de estar al tanto de sus hijos en los cuidos y en los estudios.

Ambas aseguran haber encontrado una buena aliada en la otra, ya que “ella es más aventada, es no hablar mucho sino que hacerlo”, dice Marlene de Yanira, mientras preparan los postres que salen a vender casa por casa, pasaje por pasaje para llevar el sustento a sus hogares.