Electromovilidad en América Latina es una tendencia en auge

Ciudades como Santiago de Chile están haciendo una apuesta hacia los autobuses eléctricos. Otros países como México y Colombia tienen un mercado importante y en Centroamérica es Costa Rica el que destaca.

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Por Juan José Morales / Agencias

2019-04-01 8:00:03

La electromovilidad, un concepto que abarca nuevas formas de transporte de cero emisiones contaminantes, ha encontrado en diferentes ciudades de América Latina la posibilidad de contribuir a modernizar esta necesidad cotidiana, sobre todo con autobuses y sistemas de metro y tranvía que ya no dependen del uso de combustibles para brindar el servicio.

En Estados Unidos esta industria, sobre todo la de los automóviles eléctricos, creció un 81% en 2018, según datos gubernamentales, lo que representó una venta de 360,800 vehículos, una cantidad que en el estado de California tiene su mayor mercado debido a los incentivos otorgados, tanto para los productores como a los consumidores.

Pero en América Latina es Chile el país que está destacando por esta apuesta, enfocándose en el transporte colectivo de personas para reducir la contaminación y bajar a largo plazo los costos, según explicó el embajador chileno en El Salvador, Renato Sepúlveda.

Hasta la fecha el proyecto ha permitido que 200 autobuses eléctricos circulen en las calles de la capital chilena, la cual según el diplomático, sufre altos niveles de contaminación por lo que se busca la reducción de emisiones y una clara modernización del sistema.

“El programa es del gobierno e inició a mediados de 2018 y pretende que en Chile hayan 4,700 buses, de los cuales ya hay 200 y queremos completar los 500 a mediados de año. Esto cambia la situación de transporte porque teníamos un pésimo sistema que venía quebrando porque no le daba un buen servicio a la gente y se evadía del pago de la tarifa en un 25%, lejos de funcionar bien era una gran pérdida para la gente”, dijo Sepúlveda.

Según el embajador el costo de cada autobús es de $500,000, con una vida útil de 10 años y una reducción de emisiones contaminantes de un 70%, algo que es parte de un plan que para 2022 busca que el 10% del parque vehicular del país sean unidades eléctricas.

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“Estos buses necesitan entre dos y cinco horas para completar su carga, se dejan de emitir como 15 toneladas de dióxido de carbono y los costos operacionales son menores transportando 85 personas por autobús, es una gran medida sobre todo en áreas de alta demanda de la ciudad y su periferia”, aseguró Sepúlveda.

Otra de las ventajas de estas unidades, además de que no usan combustible, es que utilizan pocos fluidos como aceites y aditivos, además que las baterías son libres de mantenimiento y cuentan con comodidades para el pasajero como cargadores para teléfonos celulares, redes Wifi de alta velocidad y aire acondicionado, entre otras.

“Se trata de dar un servicio de calidad al menor costo y de depender menos de los precios del petróleo para dar un servicio fundamental al país”, subrayó el embajador.

En Santiago de Chile también hay proyectos como monopatines eléctricos y taxis, aunque estos también dependen de la iniciativa privada pero reciben el apoyo de las autoridades de gobierno.

Costa Rica, un referente en la región

Más cerca de nuestras fronteras, en el caso de Costa Rica ya circulan 528 vehículos eléctricos, según datos del gobierno y se le han dado diferentes incentivos a estas unidades, como parqueos preferenciales y libre circulación en fechas y horarios donde hay restricción, como parte de reformas de ley hechas en los últimos meses.

Incluso instituciones de gobierno como el Instituto Costarricense de Electricidad (ICE) tienen una flota de 100 vehículos valorados en $3.5 millones para sus actividades cotidianas.

Otros países como México y Colombia también tienen mercados emergentes de automóviles eléctricos. Por ejemplo en el país norteamericano en 2018 se comercializaron más de 17,000 vehículos de este tipo mientras que en el suramericano se vendieron casi 1,000 de unidades.

En El Salvador empresas privadas como DelSur y la Universidad Centroamericana José Simeón Cañas (UCA) ya trabajan en un proyecto para introducir estos vehículos poco a poco al mercado nacional.