Actividades de recreo las más afectadas por la crisis, según estudio

Sectores como el entretenimiento, alojamiento, servicios de comida y transporte tuvieron las más grandes contracciones.

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Negocios como los restaurantes comenzaron a operar con servicio en mesa hasta el pasado 24 de agosto. Foto EDH / archivo

Por Magdalena Reyes

2021-05-21 4:15:58

La prolongada cuarentena que vivió el país por la pandemia del COVID-19 provocó que los sectores clasificados como “no esenciales”, aquellas actividades de recreo, diversión, alojamiento, servicios de alimento, transporte, entre otros, experimentaran la más profunda contracción en las últimas décadas.

Un informe elaborado por la Fundación Salvadoreña para el Desarrollo Económico y Social (Fusades) muestra que en estos sectores las contracciones se observaron en un rango desde -7.5% en comercio y reparación de vehículos hasta una baja de -43.3% en actividades artísticas, entretenimiento y recreativas.

Datos del Banco Central de Reserva (BCR) muestran que desde 1990, todos estos sectores no habían observado una caída de esa magnitud.

“Esto significa un golpe sustancial en las hojas de balance de los negocios y un aumento de pobreza en los sectores informales, que tomará años en recuperar lo perdido y fortalecer sus finanzas” detalla el informe de Fusades.

La principal medida que aplicó el gobierno para mantener el distanciamiento social fue la cuarentena, estableciendo que un 53% de los sectores productivos no podían trabajar.

Por tanto, muchos sectores permanecieron cerrados por cinco meses, lo cual provocó la quiebra de empresas, reducción de empleos, los estados financieros de los negocios se deterioraron al adquirir deudas o reducir su patrimonio.

En cambio, en los sectores esenciales que sí trabajaron en la cuarentena, las tasas fueron menos negativas como el agropecuario, que solo tuvo una baja de -2.6%, hasta tasas positivas como el sector de electricidad con 5.4% más.

El consumo privado se desplomó, contrayéndose en -11.1%, equivalente a una caída de $2,486 millones; en cambio, el consumo del sector público aumentó en 9.4%, equivalente a $410 millones, que solo representó el 16% de la caída del privado.

“Con estas magnitudes, es importante observar que la cuarentena afectó sustancialmente la capacidad de compra de los hogares, y que la política fiscal contracíclica tuvo un efecto limitado, aunque las finanzas públicas quedaron con la mayor deuda de la historia, y con la imperiosa necesidad de un ajuste fiscal”, ilustra el documento.

Para el 2021 la recuperación de los sectores productivos será a diferentes velocidades, según las proyecciones de Fusades.

La inversión pública se contrajo

Esta se contrajo a una mayor velocidad (-22.9%) que la inversión privada (-7.6%). La inversión pública retrocedió a niveles de 2015, mientras la privada a 2018. Si bien la cuarentena afectó a la construcción por ser sector no esencial, esto provocó

que todas las obras de inversión pública se congelaran, salvo algunas del gobierno como el Hospital El Salvador, y que otras se frenaron por falta de recursos o acuerdos como las que se ejecutaban con los fondos del FOMILENIO II.