Los empleados combinan el dulce con la agricultura

Los habitantes de Verapaz aprovechan el empleo temporal que brindan las moliendas y la planta, durante la zafra.

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Wilfredo Marino traslada la melaza de los peroles para iniciar el proceso de la elaboración de la panela. Foto EDH / Francisco Rubio

Por Magdalena Reyes

2021-04-01 4:02:56

El dulce que se produce en las tierras de Verapaz, en San Vicente con rumbo hacia Estados Unidos, requiere la ardua labor de hombres y mujeres que se involucran en una faena que inicia a las 4:00 a.m. con la extracción del jugo de caña en la molienda, para que luego pase a los peroles donde hierve y se consume por más de 8 horas hasta alcanzar el punto de “quiebre” que indica que ya puede pasar a los moldes de madera, donde finalmente se convierte en el dulce de atado.

Bernabé Martínez mueve la melaza antes de pasarla a los moldes.

En la Molienda de los Hernández, a diario sacan el jugo a cuatro toneladas de caña, que dejan desde un día antes para comenzar la faena por la madrugada, comenta el empleado Wilfredo Marino.

Durante toda la temporada de zafra procesan de lunes a viernes, esa cantidad de caña al día.

El dulce lo entregan a Asociación Cooperativa de la Panela (Acopanela) entre las panaderías y a personas que llegan a buscar el producto que venden a $0.75 cada atado.

La caña que se procesa a diario rinde unas 8 cargas de dulce de atado, es decir unos 800 dulces que al día siguiente son envueltos por al menos dos mujeres.

Marino se desempeña en el periodo de zafra en la molienda de los Hernández y durante el invierno, en las labores de siembra y cultivo de caña.

Desde los 10 años se ha dedicado a trabajar en todo lo relacionado con el cultivo de la caña, único oficio que ha conocido, dice.

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Por su parte, Doña Maribel López trabaja desde hace cuatro años envolviendo dulces de atados en la planta de Acopanela, donde cada día pone la cobertura de tusa a unos 400 dulces.

Su jornada comienza a las 8:00 a.m. y se desocupa a las 5:00 p.m. La mujer tarda unos 30 minutos para llegar a su trabajo y combina esta actividad de temporada con el cuidado de sus siembras agrícolas para subsistir.

“Yo cultivo milpa y cuando viene la temporada (de la zafra), ya nos venimos a envolver dulces ya que hemos sacado el maíz en nuestras casas”, relata la mujer de 64 años.

Afirma que desde muy joven comenzó a trabajar en moliendas para tener un ingreso extra para su hogar.

Don Juan Francisco Alvarado de 76 años también ha dedicado más de 36 años al trabajo en moliendas, orientado por su padre, que le enseñó el oficio.

Siempre se ha dedicado a la siembra de maíz y frijol, mismo que combina con su trabajo de temporada.

El municipio de Verapaz cuenta con 40 moliendas en total para la producción local y extranjera.

Pero la producción de panela en el departamento de San Vicente también se realiza en San Ildefonso, Tepetitan, San Lorenzo, Apastepeque y Guadalupe.