Disminuye 54.2 % la colocación de vivienda de interés social

En lo que va del año, el FSV ha colocado 473 créditos en vivienda de interés social. De los proyectos que ejecuta Casalco, solo el 1% o el 2 % son proyectos de este tipo.

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Foto EDH: Archivo

Por Magdalena Reyes negocios@eldiariodehoy.com

2018-09-05 7:09:10

La burocracia, los tardados trámites que tienen que realizar los constructores y la no disposición de financiamiento de corto plazo para proyectos de construcción de interés social han provocado un decrecimiento de hasta el 54.2 % en la colocación de este tipo de casas, afirmó el presidente del Fondo Social para la Vivienda (FSV), Tomás Chévez.

El descenso de las cifras viene registrándose desde hace dos años, en 2016 se colocaron 1,204 créditos de vivienda nueva de interés social, y para 2017 la colocación bajó a 1,033, lo que representa un descenso de 14.2 %, pero en lo que va del presente año, ha llegado hasta las 473 casas de interés social financiadas por el FSV.

En cuanto la colocación de fondos, entre 2017 y lo que va de 2018, el Fondo ha colocado 46.8 % menos en préstamos, ya que el año pasado desembolsó $23.13 millones y en este año van $12.3 millones. En 2016 la cifra fue de $24.13 millones.

El presidente de la Cámara Salvadoreña de la Industria de la Construcción (Casalco), Giuseppe Angelucci, menciona que en estos momentos entre los proyectos habitacionales que poseen los miembros de la gremial solo entre el 1 % o 2 % son dirigidos al sector bajo o medio bajo.

El representante de la gremial destaca que existe una población interesada en compra de vivienda, son una demanda latente, pero hay poco apetito por parte de los inversionistas en el segmento de viviendas de bajo costo, porque las condiciones actuales no hacen rentables los proyectos.

“No es conveniente, nadie hace un negocio para perder”, destacó.

Según el presidente de Casalco cada vez hay menos terrenos disponibles y cada vez son más caros, es decir que la inversión por unidad habitacional aumenta.

El presidente del FSV reiteró que la disponibilidad de vivienda popular se ha deprimido debido a que no son proyectos rentables para los constructores, además está el tema de los excesivos trámites y, en tercer lugar, el conseguir los recursos de corto plazo para financiarlos.

Los bancos del sistema financiero no están del todo interesados en financiar proyectos de viviendas popular afirma el funcionario.

“Se supone que el segmento de la población que opta por una vivienda de interés social son los sectores más vulnerables en temas de estabilidad laboral”, dice Chévez.

Mientras que el Fondo Social da condiciones especiales para el tratamiento de la mora, para ayudar a las familias a que conserven su vivienda, y que el FSV pueda seguir recuperando el crédito.

En porcentajes un 40 % se ha deprimido el desarrollo de proyectos de vivienda de interés social en los dos últimos años, según estimaciones de Chévez.

El Fondo trata de apoyar a los deudores con condiciones especiales para la compra de vivienda usada, como la reducción del tiempo de respuesta y disminución de primas, además de bajas en la tasa de interés.

Recomiendan incentivos

“En el mundo entero una vivienda popular necesita un acompañamiento del Estado, ya sea municipal o estatal, ¿En qué sentido? Lejos de estar cargándolo con costos adicionales a través de los permisos que se solicita, en otros países el Estado le provee la infraestructura”, destacó Angelucci.

Por ejemplo, dijo, en Panamá siempre hay una ayuda como la Ley de Intereses Preferenciales, en donde el sistema financiero y el Estatal hacen que la tasa de interés baje, y eso les da la posibilidad de una tasa de interés más baja y un inmueble más barato.

“Para quienes ya tienen la oportunidad de acceder a casa, se les facilita tener una mejor opción y para quienes no tienen hoy en día, les abre la posibilidad”, dice el arquitecto.

La cuestión iría mejorando si el sistema fuera más accesible en cuanto a requerimientos, apuntó.

“Es una obligación del Estado crear las condiciones para que exista trabajo para todos. El empresario en sí, estaría dispuesto a invertir pero creo que hoy por hoy, no es viable económicamente”, menciona Angelucci.

También recomienda una Ley de Intereses Preferenciales que permitiría llegar al precio que el mercado puede pagar.

Cada año aumenta la demanda de nuevas vivienda, pero estas no se están supliendo con los proyectos que está desarrollando el sector privado.

Según datos del Banco de Desarrollo de El Salvador (BANDESAL), de un estudio realizado en 2014, entre los mayores porcentajes de personas que demandan vivienda: el 42.34% y 31.78% se encuentran en el segmento que percibe ingresos entre $400 a $750, respectivamente, lo cual deja ver que la alta demanda de vivienda de bajo costo.

El acceso a los créditos de largo plazo para familias de clase media-baja es limitado y coloca en un alto nivel de riesgo a las empresas constructoras; porque el retorno de la inversión, cuando se comercializan estas viviendas, se vuelve lento, concluyó Angelucci.