La Dirección General de Estadísticas y Censos (Digyestic) está planificando hacer un nuevo censo poblacional, pero este requiere un financiamiento de $27 millones y el levantamiento de datos comenzaría, posiblemente, hasta en 2022, para tener resultados en 2023, según informó ayer el subdirector de la institución, Nelson Guzmán.
El último censo de población se hizo en 2007 a pesar de que la Ley Orgánica de Servicio Estadístico del establece que se debe realizar cada 10 años.
“Estamos en la etapa de planificación. Un censo no solo es las fechas de levantamiento, tiene que ver mucho con los tiempos y con los recursos, podríamos tardar tres semanas en levantarlo. Pero debo aclarar que solo el Censo de Población ronda los $27 millones, ahora si le sumamos lo del agropecuario, el económico y lo de la encuesta de ingresos y gastos, este puede rondar los $42 millones”, detalló Guzmán.
En este sentido Guzmán dijo que están negociando todo el paquete de estadísticas con el Banco Interamericano de Desarrollo (BID) y que sea por medio de esta entidad financiera que se obtengan los recursos para realizar estos estudios, pero aclaró que ahora están en la etapa de negociación y definición de términos del préstamo.
Urge el nuevo censo
La deuda estadística que tiene el país limita a todas las instituciones a tener una visión más amplia para proponer y ejecutar políticas públicas que vayan a acorde a la realidad del país.
En 2007, fecha de publicación del último censo, la proyección poblacional era de 7.1 millones de salvadoreños; sin embargo el dato que arrojó el censo fue de 5.7 millones de habitantes; lo que significa que había un margen de error entre percepción y realidad considerable, según explicó Pedro Argumedo, investigador del Departamento de Estudios Económico de la Fundación Salvadoreña para el Desarrollo Económico y Social (Fusades).
“Y en nuestro país, por la naturaleza de la migración es necesario y urgente el nuevo censo por la fuerte movilización que tenemos; y hay un fenómeno que de 2007 al presente se ha sumado y es la migración interna provocada por la delincuencia, este es un primer problema tomando en cuenta los recursos que se asignan a los ministerios en función de población estudiantil y de salud”, explicó Argumedo.
El investigador señaló que el censo de población es vital para la asignación de recursos ya que se puede estar asignando más dinero a municipios en los que se necesita menos, cuando se hace por medio del Fondo para el Desarrollo Económico y Social de los Municipios (Fodes) el cuál se determina por número de habitantes y por índice de pobreza.
Según Guzmán, los indicadores generales que deberá buscar el nuevo censo son la distribución de población en área geográfica a nivel nacional, departamental y municipal; población por sexo, edad, origen, fecundidad y mortalidad, esperanza de vida, población migrante; también índice de masculinidad.
También estudiaría indicadores fundamentales para la economía como la población ocupada y desocupada, escolaridad, analfabetismo, características propias de hogar, jefaturas de hogar, servicios básicos, equipamiento del hogar y estructura de la vivienda, entre otros.
La Ley Orgánica del Servicio Estadístico data de 1955. Se realizó un censo en 1992 y luego en 2007, ambos con una gran diferencia de tiempo, a pesar de lo que estipula la Ley, así como los censos de Edificios y Vivienda.
Respecto a indicadores específicos para conocer otras realidades que vayan encaminadas a trabajar políticas públicas desde la visión de este gobierno, Guzmán dijo que se trabajarán en una Comisión de Estadísticas y Censos, la cuál está también en camino de creación.
Otros estudios
Guzmán también informó que actualmente la Digestyc está realizando la segunda Encuesta Nacional de Salud y la Encuesta de Turismo, además de la modernización del sistema de registro de Estado Familiar y Estadísticas Vitales.
La encuesta de Salud se inició el año pasado. El levantamiento de datos estará iniciando en dos meses y se supone que los resultados se den a conocer en septiembre. Lo que buscan es conocer desnutrición, tipo de enfermedades, todo el sistema epidemiológico relacionado a los hogares, métricas de niños y niñas, detalló el subdirector.
Respecto a la encuesta de Turismo, que según registros Digestyc lleva 10 años realizándola, Guzmán dijo que va enfocada al tipo de establecimientos, ocupación de hoteles, cuánto gasta la población y hacia dónde se dirigen, entre otros indicadores.
Mejorar las estadísticas
El subdirector de la Digestyc también anunció que están trabajando en una Ley para la creación del Instituto de Estadísticas y Censos.
Argumedo cree que este es un avance, ya que esta información es necesaria para mejorar las políticas públicas que se desarrollen en el país.
“El Salvador ha pasado por un deterioro y una politización de las estadísticas muy serios y graves, porque el termómetro de la medición se daña por objetivos que no son técnicos, sino políticos , por lo que es importante hacer los censos, pero también mejorar la institucionalidad estadística para que divulguen los datos de manera oportuna y no cuando crean que es políticamente conveniente”, expuso el investigador.
Argumedo también señaló dos grandes retos que debería tomar la Digestyc: una de ellas es una encuesta sobre la falta de empleo y la otra, sobre la inseguridad. “Es necesario incluir una encuesta sobre el mercado laboral y las áreas de oportunidad dentro de este mercado laboral y la encuesta en el tema de seguridad, la cual debería ser anual y sería conveniente que la Digestyc retome estos dos retos que son necesarios para el país y tener la realidad de la estructura piramidal de la población”, concluyó el investigador.
Datos del censo de población 2007 número de habitantes
A pesar que la percepción era de una población de más de 7 millones de habitantes, el censo registró solo 5,744,113. Las viviendas censadas fueron 1,668,227.
Más de la cuarta parte de la población del país reside en el departamento que contiene a la capital (San Salvador, 27.3%), agregando La Libertad (11.5%) y Santa Ana (9.1%).
Otro dato que se registró en ese año fue una presencia mayor de la
población femenina; unas 305,000 mujeres más que hombres, ó 52.7% versus 43.7%, respectivamente.
En los 10 municipios más poblados reside el 30.5% de los habitantes del país. Seis de ellos pertenecían al departamento de San Salvador, los restantes son las cabeceras departamentales de Santa Ana, San Miguel, La Libertad y Ahuachapán.