Comerciantes golpeados por la cancelación de pedidos para el Día de la Madre

El último decreto anunciado el martes prohíbe funcionamiento de las pastelerías y floristerías, las cuales tenían esperanza de vender un poco.

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Gladys Paredes intenta atraer clientes cerca del Mercado San Miguelito que permanece cerrado por la pandemia. Ella tiene 8 años de dedicarse a vender flores en la floristería “Cristy” en el barrio San Miguelito, frente al mercado. Se siente preocupada porque es una empleada contratada por hora y este año no ha logrado llevar dinero a su casa como en años anteriores. / Foto Por Yessica Hompanera

Por Tania Urías

2020-05-09 11:38:57

Dos cuartos congeladores llenos de flores y una inversión que ronda los $40,000 dólares es lo que ha perdido Gladys de Flores, propietaria de Flores de Guatemala, desde que comenzó la primera cuarentena domiciliar el 21 de marzo.

La comerciante asegura que las ventas fueron disminuyendo a medida aumentaban las medidas, pero ella- junto a sus hijos que dirigen el negocio- se las ingeniaron para vender en línea y a domicilio.

Hace dos semanas y con la esperanza puesta en el que considera el mejor mes del año: mayo, Gladys, como muchos que se dedican a su rubro, se abasteció de suficientes flores, bases, globos, canastas y todo lo necesario para ofrecer arreglos para el Día de la Madre, pero el decreto anunciado el martes por el Ejecutivo echó abajo sus planes.

“Siento que ya no puedo, que me voy a ir a la quiebra”, sentencia doña Gladys, con su negocio de más de treinta años paralizado y cientos de flores que se perderán.

Ella que tiene 25 trabajadores directos en sus dos tiendas en El Salvador y genera más de un centenar de empleos indirectos en el país y en Guatemala, está consternada.

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La empresaria no logró contener las lágrimas ante la impotencia que siente por las medidas tomadas por el Ejecutivo, a través del decreto 22 que apretaron aún más sus ya complicadas finanzas.

Y el Día de la Madre es para ella el día en que recupera la inversión de medio año.

Es el momento en el que se mueven por millares sus flores importadas de Guatemala, donde asegura que los productores han perdido más de un millón de quetzales; de Costa Rica y de Ecuador.

“Ya tenía la flor pedida, íbamos a trabajar a puerta cerrada e íbamos a vender solo en línea y ha sido bien duro porque uno va comiendo de lo que va vendiendo, teníamos más de cien pedidos y la gente los anuló, es todo muy duro”, expresó conmovida.

En un Día de la Madre típico en el negocio de doña Gladys se venden más de $50,000 en flores.

“Es el mejor día y el mejor mes y nos lo cierran ¡imagínese! Es el mes que se vende más, porque está el Día de María Auxiliadora, el de virgen de Fátima(…). Este mes se logra salir con compromisos que uno tiene y ahora quince días parados; estoy haciendo un préstamo por la flor que perdí y que no he podido pagar. Esta temporada es la mejor y la perdimos”, dice acongojada.

Lo mismo opina Óscar Rodríguez, también propietario de una floristería y que al igual que doña Gladys se había preparado para el que considera el mejor día del año.

Él tiene el negocio desde hace tres años y su familia depende de él; sin embargo, la puesta en marcha del decreto le generará más pérdidas.

Óscar asegura que desde la primera cuarentena hasta hoy sus ventas han caído en un 75% y había apostado por la venta en línea y a domicilio y ahora se ha quedado sin nada.

“Yo tomé la decisión de cerrar con la primera cuarentena y dos días antes de que dictaran el decreto abrí y comencé a vender rosas preservadas, eso me salvó un poquito. Todo lo que teníamos que despachar para el 10 se hizo el miércoles, pero ahora se viene lo duro”, contó.

El ingreso de eso solo le servirá para una cuota de alquiler del local donde tiene la floristería.

Como Gladys y Óscar, hay decenas de comerciantes, desde dueños de floristerías hasta vendedoras de flores en el mercado que ven en la celebración del Día de las Madres el momento clave para levantar sus ingresos.

Aunque no hay datos oficiales de cuánto se comercializa en flores en esa fecha, sí los hay de importación, ya que la mayoría de la flor que se mueve en el país viene del extranjero.

De acuerdo a cifras del Banco Central de Reserva (BCR), en los últimos 10 años El Salvador ha comprado alrededor de $33 millones en flores y solo en 2019 las importaciones sumaron $5.2 millones, una cifra que ha mantenido una tendencia similar a partir de 2015.

Los comerciantes aprovechan el 10 de mayo para ganar el 30 y hasta el 50% del total de ingresos que perciben en todo el año. Por eso, no vender les afectará de manera dramática, apuntaron.

Pastelerías también saldrán afectadas

Otro de los rubros que ha recibido un duro golpe con la entrada en vigencia del decreto número 22 es el de las pastelerías.

“Ana”, la dueña de una prestigiosa panadería y pastelería en San Salvador y con sucursales en varios departamentos del país, asegura que hasta antes del decreto estaba vendiendo pan y pasteles con servicio para llevar y a domicilio.

Desde el jueves se quedó con 20 pasteles ya elaborados, al menos 30 encargos- hechos a través de sus redes sociales- y una bodega llena de harinas y otros insumos.

“Estaba lista para vender, hasta había llamado a algunos empleados que iban a trabajar toda la semana y hasta el domingo y ahora todo se vino abajo”, contó Ana, que no quiso que se revelara el nombre de la pastelería ni el suyo.

Otras pastelerías también reconocidas ya habían anunciado promociones en redes sociales y ofrecido servicio a domicilio.

A partir del jueves, las fotos de coloridos pasteles cambiaron por textos en los que anunciaban el cierre y la cancelación de pedidos.

Quienes se dedican a distribuir harinas e ingredientes para pastelería también están siendo seriamente golpeados por las medidas. La propietaria de uno de estos negocios, que por seguridad pidió guardar su identidad, reporta pérdidas de hasta un 91% en la venta de insumos para pastelería.

La empresaria aseguró que desde marzo invirtió varios cientos de dólares en todas las medidas de bioseguridad posibles para prepararse para el 10 de mayo; sin embargo, la entrada en vigencia del Decreto 22 también la sorprendió con bodegas llenas de insumos comprados en el país e importados que ahora no podrá vender.

La comerciante dijo que mandó a la mitad de su personal a casa y que, al igual que los encargados de negocios similares, ha recibido decenas de cancelaciones.

“Quisiéramos unirnos con los restaurantes, los dueños de pastelerías y de floristerías y pedirle al Gobierno que traslade la fecha del Día de la Madre para julio o más adelante. El 10 de mayo sostiene la economía de decenas de negocios, nos permite ganar para sostenernos al menos medio año y con estas restricciones nos vamos a ver en problemas”, advirtió la empresaria.

Ella también destacó que el impacto en el empleo será grande, porque hay varias cadenas productivas conectadas y muchos que aprendieron a vivir de este rubro no tienen otra forma de generar ingresos.

“La mayoría de la decoración de pasteles, por ejemplo, la hacen mujeres, son las únicas que tienen esa habilidad y muchas son madres solteras con varios hijos y con esto están sufriendo mucho en sus ingresos”, expresó.