Una de las consecuencias económicas que generó el prologando confinamiento para evitar el contagio del COVID-19 en El Salvador ha sido el despido de miles de salvadoreños en todos los sectores económicos.
Pero con el cese del contrato laboral también sobreviene el pago de una indemnización que la empresa debe otorgar al empleado según lo estipula el Código de Trabajo.
Esta compensación económica se fija en relación con el salario y la antigüedad de servicio del empleado. Si el empleado es despedido sin justa causa, tendrá derecho a una indemnización por despido equivalente a un mes de salario por cada año de trabajo (o 15 días de salario mínimo), además de los pagos proporcionales de vacaciones y de bonificación de fin de año.
Si es el trabajador el que renuncia voluntariamente y tiene dos o más años de antigüedad en la empresa, recibirá una prestación equivalente a quince días de salario básico (el que corresponda a su rubro o actividad económica) por cada año de servicio.
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Para muchos empleados que han acumulado más de 10 años en una empresa, la indemnización representa una significativa suma de dinero que puede utilizarse en diferentes áreas según la necesidad económica de cada persona.
A continuación se muestran algunas alternativas que los economistas recomiendan considerar para sacarle provecho a estos ingresos.
- Pagar deudas. Esta es la primera opción para muchos trabajadores que acumulan deudas de préstamos personales, tarjetas de créditos o hipotecas. Esto liberará de pagos posteriores a la persona en momentos de incertidumbre por nuevos ingresos.
- Invertirlo. En este caso, las posibilidades también son varias. Una persona que ha recibido una significativa suma de dinero puede elegir depositarlo en una cuenta bancaria a plazos, que le ofrezca tasas de interés atractivas. Pero además tiene la posibilidad de invertirlo en instrumentos financieros como la compra de acciones o invertirlo en la bolsa de valores a través de corredores de bolsa que le puedan indicar las mejores opciones para que el dinero siga obteniendo ganancias. En este último caso es necesario asesorarse con anticipación para verificar plazos y beneficios de acuerdo al tipo de riesgo.
- Invertirlo en bienes raíces. Esta es otra opción que puede considerar para mantener su dinero seguro y obtener rentabilidad. Puede comprar una vivienda o una propiedad, alquilarla y obtener ganancias por ellas. Antes de hacerlo también es recomendable asesorarse pues siempre correrá un riesgo de acuerdo al tipo de inmueble y su ubicación.
- Montar un negocio. Esta es otra de las alternativas que suelen surgir una vez que el trabajador ha recibido su indemnización. En este caso, es necesario que no destine todo el dinero en un emprendimiento, sino que deje una parte para imprevistos pues un nuevo negocio tarda en obtener ganancias o puede que fracase en su desarrollo.
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