Deja de quejarte por los obstáculos y aprovecha las oportunidades

Las dificultades, los problemas, los conflictos que se nos presentan en el diario vivir, no pueden ser una excusa para justificar una vida triste, empobrecida, sin futuro.

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¿Qué prefieres? ¿El éxito o el fracaso? Si quieres el primero, debes saber que tienes que luchar mucho para alcanzarlo. 

/ Foto Por Shutterstock

Por Redacción EDH

2017-01-09 6:00:00

Juan Sebastián Celis Maya, autor del artículo “Los obstáculos son oportunidades”, en el sitio web Desarrollo Personal, nos regala un artículo interesante del cual se puede aprender mucho y puede resumirse en “deja de quejarte, y haz que las cosas pasen”.

Celis Maya te pide que observes a personajes de la historia que han trascendido a la fama y la inmortalidad, te das cuenta de que la mayoría, por no decir todos, han tenido grandes dificultades que supieron manejar y enfocar como oportunidades para lograr el éxito en sus vidas. Pintores, presidentes, deportistas, directores… famosos que no se sometieron a las dificultades.

Luego te pide que mires tu entorno y seguro vas a encontrar gran cantidad de personas con muchísimas dificultades, que una vez superadas, se han vuelto mejores, más amables y comprensivas, más pacientes y cada día más dispuestas a afrontar con valor cualquier situación, hasta resolverla.

Los obstáculos te empujan a la adaptación

Los obstáculos actúan como motores ruidosos que te impulsan a cambiar y adaptarte. Los procesos de cambio y adaptación generalmente duelen y crean conflicto, pero abren la puerta a nuevas experiencias, a nuevos retos, al crecimiento personal.

“El cerebro necesita de obstáculos y dificultades para desarrollarse” -dicen los psicólogos, explica el autor. Cuando no tienes la habilidad para saltar un obstáculo (resolver un conflicto), fácilmente entras en depresión, ansiedad o estados emocionales negativos que te hacen más difícil vencer el obstáculo. ¿Qué hacer entonces? Llamar a mi mejor amigo, publicar en FB lo mal que me va o pasearme por todos lados con el rostro entristecido como alma en pena, seguro hay muchísimas más opciones y más enriquecedoras que esas.

¿Te quedarán llorando?

Celis desarrolla algunos consejos para desarrollar habilidades que te harán salir de la zona de confort y fracaso y te pondrá en movimiento: Dice el proverbio chino: “no se pule el diamante sin frotamientos, ni el ser humano sin padecimientos”, los obstáculos son oportunidades y por eso debes:

Tomar decisiones. Frente a un obstáculo, analiza los pro y los contra de afrontar o evitar el problema.

Examinar las creencias que te producen sufrimiento y no te dejan crecer. Esto te ayuda a derribar ciertas hipótesis que te impiden superar un conflicto.

Adquirir hábitos sanos. En una situación de conflicto, te desgastas, consumes más energía, duermes menos. Conviene entonces mantener hábitos de vida sanos que te ayuden a cuidar tu salud y al mismo tiempo, a constatar que tienes control de tu vida. Descansa, aliméntate y duerme bien, haz ejercicio.

Afronta el obstáculo con ética y no pierdas el enfoque. Si actúas con egoísmo frente a un obstáculo, tarde o temprano la situación se volverá contra ti y lo único que haces es postergar y complicar el problema.

Asumir el obstáculo como un reto. Lo mejor que puedes hacer es enfrentar el obstáculo con cierto optimismo, aceptando que es una oportunidad para aprender. Esta actitud te permite resolver los problemas con libertad y confianza dentro de tus posibilidades.

Recuerda siempre que el éxito es alcanzado por las personas que deciden continuar caminando, a pesar de los obstáculos que encuentren. Sencillamente ven la vida de una manera diferente, porque así se lo han propuesto.

Algunos ven un obstáculo como la gran oportunidad y otros lo ven como un desastre. ¿En cuál grupo estás tú? Si leíste el artículo, pienso que perteneces al primer grupo. Entonces sigue avanzando hacia la meta final y ¡conquista el éxito!