El Piolo Rivera: “A uno le debe gustar lo que hace, conocer el mercado y ser dedicado”

Muchos emprendimientos que surgieron en los meses críticos de la pandemia por la pérdida de empleos han crecido gracias al ingenio y esfuerzo de sus fundadores.

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Maydi Varela Barrera y Roberto Rivera son Chapys, un apodo que nació entre ellos con amor de pareja y ahora se convierte en su marca personal de su proyecto gastronómico. Foto EDH / Menly cortez.

Por Jessica Guzmán

2021-05-08 4:30:35

Roberto Rivera, mejor conocido como “Piolo” es el dueño y fundador de Chapys, un negocio gastronómico que inició como un delivery de ceviches y empanadas chilenas en 2020.

Roberto trabajaba en un restaurante como ayudante de cocina, en donde aprendió de forma empírica muchos secretos de cocina y desarrolló además un gusto por hacerlo, sin embargo se quedó sin empleo a inicios de la pandemia.

Roberto, quien también es bajista en Ignition, una banda que tiene más de 15 años de trayectoria, disfruta su talento en la cocina para ofrecer lo mejor a sus clientes Foto EDH/ Menly Cortez

“En ese momento yo no miraba ninguna oportunidad de cómo salir, yo me quedé en shock porque no se podía hacer nada, no se podía ni salir, pero después pensé que podía empezar a vender ceviches, porque mi mamá antes vendía ceviches los fines de semana y comencé a hacer también empanadas chilenas y a venderlas a mis amigos”, recuerda.

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Para él iniciar con un delivery de ceviches y empanadas fue muy incierto, pues aunque sus amigos y conocidos le apoyaron comprándole sabía que no era suficiente para sacar adelante a una familia.

“Yo sabía que no siempre mis amigos me iban a estar comprando tenía que promover mis productos por redes sociales y conseguir otros clientes y bueno, me empezó a pedir otra gente y lo bueno es que como toda la gente estaba en casa pedían bastante”, comenta el emprendedor.

Esta dinámica requirió de mucha disciplina de Roberto, ya que sobrevivir por varios meses con una venta de ceviches y empanadas no fue fácil, pero asegura que ser perseverante le ayudó a no desmotivarse ya que el panorama de crisis económica que se gestó en el país desde esos meses ha sido muy preocupante.

Roberto se organizó con su esposa Maydi Varela Barrera, sobre la logística del negocio, para no atrasarse y llegar a tiempo con los pedidos, ya que “a los clientes les molesta que sus pedidos lleguen tarde y más cuando es comida”.

En ese sentido desde muy temprano se disponían a alistar todos los materiales, Roberto a cocinar y su esposa a tomar pedidos y empacarlos para que él fuera a dejarlos a la hora requerida.

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De lunes a viernes comida a la vista, y de miércoles a sábado lo mejor en ceviches, hamburguesas, boquitas y más. Foto EDH /Menly cortez

Del delivery a Chapys

Lo que se desarrolló casi obligado, se convirtió luego en lo que ahora Roberto y su pareja llaman su proyecto de vida y que bautizaron como Chapys.

En enero 2021 el negocio delivery se fue abajo, ya que la mayoría de negocios reabrieron y además habían surgido otros, debido a la misma crisis que han venido enfrentando los salvadoreños que buscan una salida para sobrevivir.

“Ya en enero y febrero no vimos nada, pero en lugar de acabar con el negocio yo pensé: qué bueno ya tenía mi marca, es decir ya me conocían y con mi esposa pensamos a tirarnos de cabeza de un solo con un local”, dice el micro empresario.

La pareja tuvo que acudir a un crédito y planificaron qué tipo de restaurante o negocio de comida querían fundar, el menú, los recursos, los gastos, los horarios y el 22 de abril recién pasado abrieron su local.

Roberto y Maydi decidieron incursionar en la modalidad de almuerzos con comida a la vista que es de lunes a viernes de 11:00 a.m. a 3:00 p.m. y la modalidad restaurante y bar, de miércoles a sábado de 4:00 p.m. a 12:00 de la noche.

“El primer día estábamos muy nerviosos, pues con el crédito en juego y con la incertidumbre si a la gente les iba a gustar nuestra comida, pero los primeros en apoyarnos han sido los amigos”, comenta Roberto.

Foto EDH/ Menly Cortez

Generando empleos

Uno de los esfuerzos que se reconocen a nivel nacional es la fuerza dinamizadora de la microempresa en cuanto a generación de empleo.

Este es uno de esos casos, ya que en menos de un mes ya está generando cinco empleos directos.