El ingenio de negociantes como Adolfo Carranza se ha puesto a trabajar para buscar la manera de abastecer su negocio ante la nula entrega de cervezas por parte de los camiones distribuidores. Esto, a raíz del decreto 24 que entró en vigor el 7 de mayo y que prohibió la producción de bebidas alcohólicas y gaseosas.
Como todo comerciante previsor, Carranza afirmó ya “veía venir” la situación por lo que comenzó a abastecerse por encima de las 90 cajas que compra a la semana, pues la demanda del producto en su tienda es alta.
También se valió de cadenas de conocidos para comprar el inventario con el que ya contaban bares que tuvieron que cerrar por las medidas de la cuarentena y no pudieron venderlas.
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El hombre, que cuenta con una pequeña tienda en La Colonia Libertad, de la capital, dice que se ha valido de todos los espacios en su casa para lograr almacenar hasta 200 cajas de cerveza.
“Como ya se veía que esto iba a pasar, fuimos llenando y ya cuando dijeron que La Constancia no podía trabajar, nosotros ya teníamos bastante cerveza porque aquí tengo bastante consumo de cerveza”, detalló.
Carranza afirma que el consumo de cerveza se ha mantenido a pesar de la cuarentena.
“Nosotros manejamos la cerveza nacional y la extranjera que nos abastecemos en los supermercados”, destacó.
Sin embargo afirma que en las pequeñas tiendas sí hay desabastecimiento porque no hay entrega de los camiones distribuidores.
Carranza añadió que también se está dando un incremento en el precio de compra, pues antes de que parara la producción la caja de 24 unidades de 335 mililitros costaba $15 y ahora la encuentra en $25.20.
“Nosotros, como tenemos abastecido y compramos al precio anterior, a ese mismo precio le estamos vendiendo a los clientes, no les hemos subido el precio”, dijo.
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Carranza está optimista con que la situación comience a solventarse a inicios del próximo mes.
“Nosotros estamos programados para atender con cerveza a los clientes hasta el 3 o 4 de junio, tomando en cuenta lo que vendemos a diario”, detalló.
Dice que camiones distribuidores no están llegando a su tienda y en cuanto a las bebidas carbonatadas también se vale de las cadenas de supermercado para abastecerse.
Al igual que Adolfo Carranza, la comerciante Liliana López, también se vale de los productos que puede comprar en los supermercados para revender en su negocio de comida, con el que poco a poco y con la cuarentena ha venido resintiendo cambios que le afectan para la atracción de ingresos.
“Yo a los dos días que dijeron que ya no iba a producir La Constancia me quedé sin producto y tuve que buscar en los depósitos y supermercados para abastecer el negocio”, relató la comerciante.
López tiene que hacer uso de su día de compras para abastecerse de bebidas gaseosas que ofrece en su pequeño comedor, donde cada vez tiene menos ingresos.