Pese a que aún está latente el brote del coronavirus, el día de compras más importante del año para Estados Unidos se ha desarrollado. El Black Friday, día en el que el mercado estadounidense registra su mayor número de ventas, sin embargo este año esta marcado por un freno en el consumo.
Como consecuencia de la pandemia, los confinamientos y la retracción del consumo, el periodo de rebajas adelantó en gran medida el lanzamiento de las ofertas, la tradición era que el auge de rebajas comenzara el último viernes de noviembre.
Este año el Black Friday no registró las estampidas habituales de compradores en la madrugada.
Los lugares tienen un límite a la cantidad de clientes que pueden circular por sus pasillos; es necesario mantener la distancia social. Dos metros de distancia permiten los establecimientos, al menos en teoría.
En Estados Unidos desde el pasado lunes, comenzaron a aparecer las rebajas y las firmas más relevantes, los grandes almacenes y también parte del comercio minorista adelantaron sus ofertas entre un volumen importante de existencias sin vender.
Las previsiones indican que el canal electrónico representará el 89 % de la facturación del “Black Friday”, mientras que la tienda física se quedará en el 11 %, en tanto que los compradores recurrirán de manera predominante a las grandes plataformas de comercio electrónico como Amazon.
Diferentes empresas de tecnología han aprovechado el “Black Friday” para consolidar las ventas de sus artículos electrónicos y tecnológicos en medio de una pandemia que, a diferencia de la mala racha de la mayoría de empresas de otros sectores, los ha beneficiado.
Varios blogs de tecnología destacan el gran volumen de ventas de productos como los teléfonos y las computadoras de la marca Apple, los televisores Smart TV de Samsung, y una gran gama de accesorios y juegos electrónicos como la recién lanzada consola de Playstation.