VIDEO: Así se fabrica el papel higiénico en El Salvador

La empresa Alas Doradas produce 38 mil toneladas de papel al año, entre higiénico, de cocina y servilletas. Con un proceso químico la empresa convierte fibra 100 % reciclada en papel con características aptas para el uso.

La fábrica Alas Doradas produce a diario unas 106 toneladas de papel absorvente que se dividen en papel toalla, absorvente e higiénico.

Por Jessica Guzmán

2019-04-19 3:40:01

Unas 106 toneladas de papel absorbente son producidas a diario por la empresa Alas Doradas. Al año, la compañía fabrica un total de 38 mil toneladas.

La base primaria de este producto, que se divide en papel higiénico, papel toalla y servilletas, es fibra reciclada, es decir papel usado y sin uso.

Toneladas de fibra reciclada blanca y de color son clasificadas para su proceso.
Fotos EDH/ Marcela Moreno

El proceso inicia por la clasificación de la fibra reciclada, la fibra totalmente blanca en un sector y la de color y con contaminantes como plástico, grapas y otros, en otro.

En ambas partes hay un proceso de limpieza, pero en la parte de color y que lleva más contaminantes, el proceso es más profundo, explicó el supervisor general de producción de la planta, Marcos Toledo.

La fibra pasa por un molino que la pica, la tritura y la limpia. Fotos EDH/ Marcela Moreno

La fibra reciclada, con color o blanca, es molida y con agua y fórmulas químicas se forma una pasta e inicia un proceso de limpieza en el que se eliminan todos los contaminantes.

Cuando estos se han descartado y el papel se ha convertido en una pasta, que debe ir lo más blanca posible, inicia el proceso de conversión en la máquina.

La fibra reciclada se convierte en una pasta y recibe un proceso químico.
Fotos EDH/ Marcela Moreno

La máquina está compuesta por diferentes partes, una de ellas es la de formación de papel, en la cual se distribuye la pasta para que vaya en un perfil parejo, a lo ancho y largos específicos de una bobina.

Cada proceso es monitoreado desde el cuarto de control, para detectar cualquier alerta y prevenir fallas, “el objetivo es que la máquina no pare”, señala Toledo.

Después la pasta pasa a la máquina convertidora que seca las partículas hasta convertirlas en papel. En la foto una bobina de gran tamaño de papel absorbente. Fotos EDH/ Marcela Moreno

En la planta hay una máquina convertidora a papel higiénico de una hoja, de doble hoja y de papel toalla de cocina.

Cuando llegan las bobinas el papel se desenrolla mecánicamente y se va enrollando en unos bastones de cartón, que previamente son aromatizados (si es papel higiénico con aroma) además se programa diseño, si este lo requiere.

Estos bastones son cortados, formando cada uno de los rollos que pasan de cuatro en cuatro o según el requerimiento, para ser empacados y distribuidos a puntos de venta o para exportar.

El papel pasa a unos bastones. Fotos EDH/ Marcela Moreno

 

Los bastones son cortados a medidas exactas según el tamaño del papel que se requiere.
Fotos EDH/ Marcela Moreno

 

Cada proceso en la máquina convertidora es monitoreado desde el cuarto de control, para detectar cualquier posible falla, y asegurar los estándares de calidad.
Fotos EDH/ Marcela Moreno