Una reducción a mínimos históricos de producción, la antigüedad del parque cafetalero que lo vuelve susceptible al hongo de la roya y la situación de financiamiento del sector, entre otros problemas, son las principales causas que para los caficultores mantienen al sector debilitado y sin posibilidad de crecimiento y modernización a corto plazo.
Esto, según la Asociación Cafetalera de El Salvador (Acafesal), se puede corregir si el gobierno central, en el próximo quinquenio, logra generar 100,000 empleos relacionados con toda la cadena del café e impulsar políticas para producir 2 millones de quintales y renovar 50 mil manzanas, entre otros temas.
“El café es fundamental en una economía pero en la caficultura del país por muchos años no han existido políticas de gobierno que definan estrategias para mejorar y mantener la caficultura del país. Queremos proponerle al nuevo gobierno diferentes medidas para que podamos volver a producir cifras históricas, lo que ayudará a más empleos y a recuperar la inversión de los cafetaleros”, afirmó Omar Hidalgo, presidente de Acafesal.
Por ello, los cafetaleros recordaron que en los últimos años el gran problema que han tenido es que solo dependen del financiamiento de la banca estatal, ya que en el país no existen líneas de crédito destinadas para la producción de café y que luego de la crisis de roya del año 2013 la producción cayó y hay problemas en el sector para cubrir costos de producción, pagos de planillas y tecnificación para mejorar las variedades de café existentes.
“El Gobierno no ha dado facilidades crediticias con la banca pública, mientras que la banca privada no ha habilitado líneas para la producción de café, este problema de endeudamiento requiere que el Gobierno vuelva a negociar préstamos con organismos comerciales, bancos y otras instancias, pero eso requiere del compromiso del nuevo gobierno”, agregó Hidalgo.
En este sentido Acafesal considera que se debe de crear una institución rectora del café en el país para realizar investigación, innovación y asistencia técnica para crear métodos y cadenas de producción y comercialización del grano, sobre todo en mercados que no están condicionados a la Bolsa de valores de Nueva York.
Amilcar Vega, miembro de la gremial, también aseguró que es clave que el Gobierno cree un fondo especial de $200 millones para la renovación de los bosques de café, ya que un 30% tiene problemas de productividad y son muy susceptibles a enfermedades y plagas como la roya.
“Con un instituto que investigue y un fondo que nos ayude a renovar los parques podremos salir adelante y con eso vamos a generar esos 100,00 empleos, además de tener más productividad y contar con buenas tasas de interés y líneas de crédito específicas”, dijo Vega.
Los cafetaleros salvadoreños, además, aplaudieron la decisión de sus colegas colombianos que la semana pasada anunciaron que dejarían de usar el precio de la bolsa de Nueva York como referencia y dijeron que ese modelo “es lesivo” para los intereses de la caficultura, por lo que estudiarán su impacto y someterán a consultas esta posibilidad antes de tomar una medida al respecto.