Casalco prepara una ley para bajar la tasa de interés a créditos de vivienda

Gremial espera que el Gobierno priorice la reducción de tiempo y costos de trámites y que, además, apruebe una Ley de Inclusión Habitacional como incentivo para construir y vender unidades habitacionales.

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Sector construcción. Foto EDH / archivo

Por Vanessa Linares

2019-02-28 7:34:08

La industria de la construcción es una de las más dinámicas de la economía salvadoreña, al punto que en 2018 este sector experimentó un crecimiento casi tres veces mayor al de toda la producción nacional, según confirmó este jueves el Banco Central de Reserva (BCR) a los agremiados de la Cámara Salvadoreña de la Industria de la Construcción (Casalco).

El presidente del BCR, Óscar Cabrera, reconoció que como “uno de los catalizadores” en el que por cada dólar invertido se genera $1.9, este sector creció 7 % hasta el tercer trimestre del año pasado, mientras que la economía nacional solo ha crecido al ritmo del 2.6 %.

Además, destacó que la mayoría de los indicadores de la industria de la construcción, como el empleo (7.3% a noviembre), el consumo aparente de cemento (25.3 %), el saldo de créditos (25.4 %) y los montos otorgados (49 %), también experimentaron variaciones positivas.

El presidente de la Casalco, Giuseppe Angelucci, consideró que aunque el sector ha venido mejorando en los últimos años, este crecimiento “no ha sido a los niveles que quisiéramos”.

“Es difícil de comparar porque estamos en algunos casos mejor y en algunos otros peor que otros países. Pero al final de cuentas, no hay que buscar el consuelo en que están peor que nosotros, es de desburocratizar los procesos y agilizar la inversión”, apuntó el arquitecto.

“Para el futuro y el nuevo gobierno esperamos que sean nuevas formas de ver, de trabajar en pro de la desburocratización de los permisos y obviamente una política de incentivos hacia la construcción”.

Giuseppe Angelucci, presidente Casalco

Y es que, dijo que si bien el sector privado prevé continuar con la ejecución de los $1,400 millones estimados para los próximos años, en proyectos que representan al menos 136,000 empleos entre directos e indirectos; la demanda habitacional salvadoreña sigue siendo grande y las condiciones de permisos, costos y del mercado financiero no permiten que las casas o apartamentos puedan ser más baratos.

Angelucci dijo que pese a que las estadísticas pueden variar según cada estudio, como mínimo hacen falta alrededor de 250,000 unidades habitacionales para suplir la demanda en el país y si se suman condiciones para que todas sean viviendas de calidad, el déficit supera el millón de unidades.

El titular del Banco Central reconoció el aumento en los proyectos inmobiliarios de altura en el Área Metropolitana de San Salvador (AMSS) y en el de viviendas que cuestan más de $200,000, un nicho de mercado donde, por cierto, se encuentra el 10 % de la población salvadoreña.

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En ese sentido, el representante de Casalco añadió que el Fondo Social para la Vivienda (FSV) financió menos de mil viviendas nuevas el año pasado, mientras que a principios del 2000, eran entre 10,000 y 15,000 anuales. Según Angelucci esta tendencia se debe a la falta de incentivos para construir unidades habitacionales más baratas.

“Las condiciones de permisos, de costos y del mercado financiero hacen que una vivienda no pueda costar menos de un monto. Entonces, ya no es viable para todos los segmentos. Además, mientras los desarrollos de la ciudad son menos burocráticos en el otorgamiento de los permisos, sobre todo en medioambiente, en todos los proyectos en zonas no afectadas por el desarrollo, obtener un permiso medioambiental para un proyecto en horizontal o no tan denso, toman muchísimo tiempo y eso lo hace caro y complicado”, explicó.

Para tener una idea, solo un estacionamiento en altura puede costar entre $7,000 y $12,000, sin tomar en cuenta el valor del apartamento en sí.

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De ahí que para atender esta necesidad, el sector privado ya tiene una propuesta de Ley de Inclusión Habitacional con la que busca favorecer la construcción y venta de viviendas de interés social.

Este proyecto normativo, dirigido a vivienda de interés social y a aquellas de hasta $120,000, propone generar un esquema en donde la tasa de interés sea más baja que la del mercado. A groso modo, las empresas construirían casas y apartamentos más accesibles económicamente y por un crédito hipotecario, los bancos ofrecerían una tasa de interés más baja a los salvadoreños para que puedan comprarlas.

“ Hemos hecho una visita a Panamá y Colombia. Hay modelos que existen, que han funcionado por más de 20 años y de lo que se trata es básicamente de generar un costo menor en la cuota de los estratos más bajos. En el mundo entero, no solo en El Salvador, el acceso a la vivienda social no se da si no hay incentivos fiscales y eso es a lo que estamos apostando”, apuntó Angelucci.

El sector de la construcción espera presentar la propuesta en el segundo trimestre del año, precisamente en el periodo de transición entre el gobierno saliente y entrante. Por ahora, cada año, el sector público logra ejecutar menos del 70 % de la inversión anunciada.