La banca internacional mueve sus piezas en el mercado local

El sector bancario que opera en el país es el que más inversión extranjera y más tecnología ha recibido. En la actualidad, el 90 % de bancos son capitales extranjeros.

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Por Guadalupe Hernández

2019-02-26 8:56:03

Como jugadores de ajedrez, los bancos que operan en el mercado salvadoreño van moviendo sus piezas de acuerdo con las estrategias que consideran la mejor para sus negocios.

Dichos movimientos han permitido que, desde hace más de una década, la mayoría de instituciones financieras en la plaza nacional sean bancos internacionales. Solamente Banco Azul y los dos bancos estatales: de Fomento Agropecuario (BFA) e Hipotecario pueden considerarse operaciones con capital salvadoreño.

De acuerdo con el director senior de Instituciones Financieras para América Latina de Fitch Ratings, Rolando Martínez, la banca salvadoreña tiene más de 10 años de pertenecer principalmente a accionistas extranjeros (más del 90 % en términos de activos).

“Y cuando un accionista extranjero anuncia su salida, de nuevo es sustituido por otro extranjero, en ese sentido no hay cambios relevantes”, expresó el experto.

La noticia bancaria más reciente la desayunamos el 8 de febrero pasado, cuando los salvadoreños amanecieron con la sorpresa de que Scotiabank anunciaba el retiro de sus operaciones en territorio salvadoreño.

“Scotiabank anuncia la venta de sus operaciones en El Salvador a Imperia”, rezaba el titular del comunicado de prensa emitido esa misma mañana por el banco de capital canadiense.

En octubre de 2017, Scotiabank anunció un plan de inversión en el país de 10 millones de dólares, de los cuales $8 millones correspondían a proyectos de innovación tecnológica y mejora en el servicio al cliente.

No obstante, un año y cuatro meses después, asombró al mercado con este acuerdo de compra efectuado por Grupo Imperia Intercontinental, el principal accionista del Banco Cuscatlán, S.A. y de Seguros e Inversiones, S.A. (SISA).

La transacción incluye la venta de las operaciones de seguros de Scotiabank.

La transacción se anunció después de la venta de las operaciones de Scotiabank en nueve países de el Caribe, en noviembre de 2018. Ese día, el Banco Cuscatlán informó que la adquisición está sujeta a la autorización de la Superintendencia del Sistema Financiero (SFF), hasta ese entonces ambos bancos y aseguradoras continuarán operando de forma independiente y de la forma acostumbrada.

Cuando la autorización se concrete, la estructura financiera nacional dará un giro importante, ya que el Banco Cuscatlán pasará a convertirse en el segundo banco más importante por activos en la estructura financiera del país, en donde el Banco Agrícola seguirá liderando en el mercado.

Fitch espera que una vez concluya la adquisición, Imperia Intercontinental, inicie un proceso de fusión de ambos bancos. En ese caso, el banco fusionado tendría un tamaño aproximado de 3.5 mil millones en términos de activos, afirmó Martínez.

“La adquisición demuestra una voluntad mayor por parte de Grupo Terra de crecer en El Salvador, alcanzando una participación de mercado cercana al 19 % por tamaño de activos”, dice Fitch.

Por otra parte, la banca se ha enfocado en los últimos años en reducir las colas en los bancos y ha optado por crear plataformas tecnológicas en donde la gente pueda acceder a sus cuentas de ahorro o revisar sus créditos desde la comodidad de sus casas.

Según el Banco Central de Reserva, al cierre de 2017 se realizaron transferencias por banca electrónica por más de $18 millones, lo que se demuestra que en los últimos años hay una tendencia a migrar las operaciones del contacto presencial del usuario con la banca al entorno móvil y digital.

Un factor que ha incidido en el auge de las operaciones electrónicas es la seguridad y un cambio en la cultura de como el usuario percibe realizar operaciones en un canal “no tradicional”. Otra ventaja, en lo que se relaciona con la seguridad, es que se pueden realizar transferencias bancarias sin necesidad de tener dinero en efectivo, incluso a cuentas en otros países centroamericanos.

La directora ejecutiva de la Asociación Bancaria Salvadoreña (Abansa), Marcela de Jiménez, dijo a finales del año pasado que el sistema financiero y la actividad de seguros se encuentra creciendo a un buen ritmo, constituyéndose en el sector que más Inversión Extranjera Directa (IED) ha inyectado a la economía.

Los sectores más dinámicos según la ejecutiva bancaria han sido el rubro del comercio, servicios y manufactura, pero sobre todo la construcción, en donde se ha visto un aumento de oficinas, edificios de apartamentos, residencias y centros comerciales.

De acuerdo con Fitch, la banca salvadoreña tendrá un desempeño estable en 2019, manteniendo indicadores sólidos de capital y liquidez. Sin embargo, las dinámicas de crecimiento crediticio y la evolución de los costos de financiamiento estarán influenciadas por las tendencia internacionales, el entorno económico fiscal y la gobernabilidad local tras las recientes elecciones.

Una banca cada vez más digitalizada

Una de las principales apuestas de la banca que opera en nuestro país es aprovechar cada vez más las herramientas tecnológicas para facilitarle las transacciones a sus clientes.

La idea es que los usuarios puedan hacer más transacciones, sin hacer filas o esperar a ser llamado por una computadora. Es así como la banca electrónica sin duda es la gran apuesta bancaria desde hace un par de años.

De hecho, los bancos han implementado plataformas tecnológicas que permiten a los usuarios de banca personal y empresarial realizar sus trámites y ahorrar tiempo y, por ende, dinero.

Hoy día los clientes pueden pagar servicios como el agua o la energía eléctrica hasta realizar transferencias a cuentas de ahorros o abonar a un crédito desde cualquier dispositivo móvil. La herramienta permite además aumentar la inclusión financiera.

Según la página web del Banco Central de Reserva (BCR), al cierre de 2017 habían 780,515 usuarios de banca por Internet en el país. De estos 103,927 son personas jurídicas mientras que 676,588 son personas naturales.