Denys, se convirtió en emprendedor por necesidad. Era empleado de un call center y en un recorte de personal, se quedó con deudas y sin empleo.
Un amigo lo invitó a vender ropa de hombres en línea. Rápido le llovieron clientes, principalmente del interior del país, así que llenaba un maletín y se iba a recorrer el país en autobús para dejar los pedidos.
Otros emprendedores lo buscaron para que también les llevara sus paquetes y de repente se convirtió en encomendista, en la jerga de este negocio.Hoy posee entre 700 a 1,000 tiendas virtuales a las que todos los días les brinda servicio de reparto.
Visita seis departamentos del país y cubre todo San Salvador y brinda trabajo a al menos quince personas. Ya no viaja en autobús, tiene una camioneta en la que acomoda a diario millares de paquetes.
Mercy Panameño, pionera en casilleros para ventas online
Mercy Panameño comenzó vendiendo bocadillos y con su ingenio ahora ha construido una pequeña empresa de distribución de productos que otros emprendedores venden en línea
Repartir “piezas” es un oficio que jamás imaginó que le traería tantos ingresos y aunque por cada paquete que reparte cobra un precio bajo, cree que de poco en poco, se gana más.
En un solo día, Denys y su equipo pueden llegar a repartir hasta unos 750 paquetes, desde un par de aretes hasta una computadora, el costo por llevar los productos no supera los $3 y depende de la distancia o la delicadeza de lo que transporta, más que de la distancia o el peso.
“No tengo palabras para explicar lo que he este negocio ha significado para mi y mi familia, ahora genero empleo a otros y me ha enseñado a perseverar y ser ordenado”, dice este joven de apenas 24 años. Entre sus planes está viajar a otros países y traer paquetes para repartirlos en El Salvador.