El negocio de las ventas a través de redes sociales se ha convertido en un nicho que genera millares de dólares, y aunque nadie lo ha contabilizado de manera formal, las cifras hablan por sí solas.
Sitios como Los Negocios de Mamá, una comunidad en Facebook, ya posee más de 92 mil miembros, otro llamado los Usaditos, tiene 87 mil, y son solo dos ejemplos de la cantidad de gente que usa las redes sociales para ganar dinero.
En Facebook hay cientos de comunidades o grupos de venta, en los que puede hallar desde cosméticos, partes de vehículos, antigüedades y hasta juguetes sexuales, la oferta es infinita.
Estas ventas se encadenan con otros millares de personas que actúan como distribuidores de lo que ahí se vende.
Nadie sabe con certeza cuándo o cómo comenzaron a surgir ramas de este modelo de negocio que da empleo a millares y proporciona ganancias, que según Tania López, una de las tantas emprendedoras involucradas en esto, les hacen renunciar a su empleo formal para dedicarse a esto.
De profesión sicóloga, trabajaba en una empresa de gobierno pero un día descubrió que su habilidad para hacer manualidades para eventos le retribuía no solo más dinero sino más satisfacciones.
Los Negocios de Mamá, fue el lugar donde encontró el espacio para despuntar como comerciante.
Ella dice que por semana cierra negociaciones con entre dos y cuatro clientes, y la ganancia suele ser suficiente para pagar las cuentas.
Los Negocios de Mamá, una comunidad de Facebook con 92,000 emprendedoras
Los Negocios de Mamá fue creado en 2015 por una emprendedora salvadoreña. El primer día 3,000 mujeres se inscribieron, hoy son 92,000.
Las ventas en línea a través de plataformas digitales, esencialmente redes sociales, han crecido de manera exponencial y con ello, la oferta de productos.
Berena de Valencia, otra emprendedora, se confiesa “vendedora nata” y durante casi dos décadas se dedicó a ser agente de bienes raíces, sin embargo, aunque no renuncia a eso, es también miembro de Los Negocios de Mamá, y dice que en un día puede llegar a vender $250 en artículos para el hogar, accesorios o ropa.
Otras como Marité Mixco quien también renunció a su empleo para dedicarse a elaborar decoraciones para eventos, vio en negocio una oportunidad para terminar su carrera y cuidar a su bebé.
Su esposo se quedó sin empleo hace más de un año y en lugar de buscar otro trabajo, se unió a ella y ahora ambos emprenden juntos. “Una ventaja es la libertad que da este tipo de empleo, yo con mi esposo nos hemos unido más”, comentó.
Casilleros y encomenderos
Las ventas a través de redes sociales generan a su vez otro tipo de empleos. Antes quienes vendían cualquier producto, citaban a sus clientes en esquinas, parqueos de centros comerciales o parques, pero la inseguridad provocó reinventar la forma de hacer las entregas.
Así nacieron los llamados centros de acopio, que dan espacio a cientos de vendedoras que en dos días en específico, llegan a estos sitios a entregar a sus clientes sus compras.
Mercy Panameño, pionera en casilleros para ventas online
Mercy Panameño comenzó vendiendo bocadillos y con su ingenio ahora ha construido una pequeña empresa de distribución de productos que otros emprendedores venden en línea
Dos días a la semana, el lugar parece un mercado y cientos de personan van de un lado a otro moviendo paquetitos donde van envueltos desde una blusa hasta un smartphone.
A su vez, surgieron los casilleros, una especie de depósito donde las emprendedoras dejan sus productos y los clientes, llegan a recolectar lo comprado, en el momento que #puedan.
Doce de los 24 locales de un popular centro comercial en San Salvador son usados como casilleros.
Los encomendistas (en la jerga de ellos), es otra arista surgida de este negocio, son personas que también llegan a los centros de acopio y se dedican a repartir a domicilio lo que las emprendedoras han vendido a lo largo de la semana.
Solo en la capital, hay un promedio de 80 distribuidores y cada uno puede llevar a mover no menos de mil paquetes por día.
Denys Campos, el ingenioso encomendero de las ventas en línea
Denys Campos se dedica a repartir paquetes por todo El Salvador. Él es el enlace entre una enorme cantidad de emprendedoras que ganan ingresos a través de redes sociales.
Curiosamente lo fuerte del mercado en línea se sitúa afuera de la capital, así que este tipo de empleo también ha crecido de manera exponencial.
Denys Campos, que lleva ya tres años en este negocio, asegura que cinco de los siete días a la semana los dedica a repartir paquetes y que atiende entre 80 y mil tiendas virtuales.
Denys puede llegar a repartir hasta 750 paquetes en un solo viaje, el costo por cada uno varía desde $0.25 hasta $3, dependiendo del tipo de producto, más que del tamaño o del peso.
Que las redes sociales estén dando espacio al negocio no es nuevo, sin embargo, los salvadoreños le inyectan el suficiente ingenio y astucia para convertirlos en todo un ecosistema que conecta a millares y que genera abultadas ganancias.