¿Qué hará Edgard Grande con los $300 millones que le confía Tigo?

El nuevo CEO de la empresa se caracteriza por hacer crecer los negocios como la espuma al vaciar una cerveza, y acude al llamado como un soñador empedernido.

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Edgar Grande, CEO de Tigo. Foto EDH/René Estrada

Por Luis Andrés Marroquín

2018-09-18 9:27:40

El tono de voz de Edgard Grande tiende a confundirse con un acento colombiano, producto quizás de sus siete años de vivir en Colombia, como parte de sus 17 años de trabajo en la industria de bebidas. Pero el recién nombrado CEO de Tigo El Salvador está lejos de renegar de sus raíces. “Con una Pilsener y unos frijolitos se me sale el salvadoreño rápido”.

Nacido en San Salvador hace 41 años, Edgard Antonio Grande Bermudes viene de una familia originaria del oriente del país, que en tiempos de la guerra tuvo que venir a la capital por seguridad y un mejor futuro.

En esos tiempos, la moda era buscar el “sueño americano” en Estados Unidos, pero su familia optó por la capital en El Salvador y pronto Edgar Grande comenzó con sus aspiraciones, que fueron creciendo como la espuma, hasta convertirse en lo que es hoy, el máximo ejecutivo del coloso Tigo.

Se graduó de la Universidad José Simeón Cañas (UCA) en el área contable, con una maestría incluida, y coronó sus estudios con un master en administración y dirección de empresas de la famosa escuela de negocios INCAE.

“Cuando era pequeño quería ser contador, estando en la empresa quería ser gerente financiero… ir sumando posición de liderazgo”, recuerda.

La compañía a la que se refiere es Industrias La Constancia (ILC), donde estuvo alrededor de seis a siete años, una parte como vicepresidente financiero, cuando la productora de las populares marcas de cervezas Pilsener y Golden era parte del conglomerado británico-sudafricano SabMiller, en ese entonces la segunda cervecera más grande del mundo.

No es casualidad que Edgard Grande mencione al inicio de esta historia la cerveza Pilsener.

Más recientemente, este amante del fútbol, la bicicleta y el golf llegó a convertirse en el gerente general de ILC, una operación que abarcaba desde Colombia a El Salvador, pero ya bajo la administración de la gigante AB InBev, que con la absorción de SabMiller, se convirtió en la mayor fabricante de cervezas del planeta.

Foto EDH/René Estrada

“Bendecido”, responde Edgard Grande cuando se le pregunta de cómo es que llega a la no menos poderosa Tigo, filial de la sueca Millicom International Cellular.

“Los cambios llegan en los momentos oportunos”, razona este exitoso salvadoreño de fácil sonrisa, pero de sueños y metas muy bien definidos. “Con el desarrollo de mi carrera con SabMiller estaba encaminado a un rol de gerente general”.

Cuenta que los planes eran que, en un par de años, él lideraría la empresa de Colombia, donde está lo operación más grande de este conglomerado cervecero.

Pero llegó AB InBev y esos dos años se acortaron a uno, llegando a encabezar las operaciones de ILC desde Colombia en un proceso de cambio.

Hoy, con menos de tres meses de estar al frente de Tigo El Salvador, su placer pasa por llevar a los clientes de su nueva empresa a una inimaginable autopista digital, que va más allá de los servicios de telefonía o internet, para lo cual la compañía dispuso de una inversión de mil millones de dólares en los últimos años hasta 2020.

De eso, aún resta por invertir casi $300 millones. El plan para el año que viene y a mediano plazo es aumentar la velocidad de navegación por ejemplo en los hogares, de 30 a 50 megas, como es en la actualidad, a 100 megas.

Edgar Grande dice que la idea es empoderar de manera digital a El Salvador, porque la conectividad no se detiene y hoy todo está conectado, “no solo el teléfono sino que también el reloj, el refrigerador y hasta el carro”

“Buena parte de esa inversión está enfocada en la red LTE 4G, que somos la de mayor cobertura en el país.  Y la otra porción importante está vinculada con la transformación tecnologica y continuar ampliando la autopista digital”, agrega el CEO de Tigo, quien, sin dar detalles, anuncia nuevos productos con esa nueva red.

Sin duda lo que viene es grande.

Foto EDH/René Estrada

“Comencé temprano”

El nuevo CEO de Tigo El Salvador, Edgard Grande, contesta a algunas preguntas con respuestas cortas en relación a su nuevo rol al frente de la compañía.

¿Maneja rápido?

“Me tomo muy en serio lo de la velocidad LTE”.

¿Cómo combina su capacidad administrativa con la gestión humana?

“Antes de ser profesionales somos humanos. Somos hermanos, padres, esposos. Si uno logra ese balance de entrada tiene más posibilidades de ser exitoso”.

¿Una inspiración?

“Desde Tigo lo que más me inspira es que estamos presente en muchos momentos de la vida de los consumidores, ya sea empoderándolos con una billetera electrónica, que estén conectados con sus seres queridos, haciendo negocios o entreteniéndose en casa”.

¿Cómo atender tanta demanda y… tanta queja?

“Es un gran reto que tenemos. Por eso el plan “te escuchamos”, para ver cómo hacemos para que nuestros clientes amen a Tigo. Un mal comentario me duele en el corazón, uno o 500 comentarios, nos duele al equipo”.

¿Cómo llegar a zonas conflictivas del país?

“Depende de la evaluación de riesgo para decidir si entramos o no entramos, porque la seguridad de nuestros colaboradores es lo más importante. Hay lugares donde sencillamente no entramos”.

¿Una marca de teléfono?

Cada marca tiene lo suyo.

¿Una marca de cerveza?

Pílsner.

¿Un deporte?

Fútbol.

¿Esposa e hijos?

Alma su esposa y los hijos Alejandro (20 años), Antonio (17), Martín (8) y David (3). “Sí, comencé temprano”.